Ali Al-Shalah

Amuleto

Hace dos años,
cuando opté por el oficio de emigrante,
dejé en una libreta verde mi retrato.
Así no perdí la cara.
Fui el único que deseaba
ser repulsado en la frontera.
Mi personalidad es como fue
y la extranjería no cambió mis predilecciones.
Fui adicto a la hora de Bagdad.
Me la llevé en mi reloj y en mis datos.
Surtí todas las horas
según el horario de Bagdad.

Un suelo natal
donde las datileras nunca duermen,
los ojos se caen de cansancio.

Un suelo natal
cuya pasión sólo nosotros conocemos,
cuando el amor envuelve la voz de la locura.
Un suelo natal
Cuyos tormentos no revelamos jamás,
Sin embargo, los deseamos.

Acudimos,
tan pronto llama su voz
pues no cuestionamos al oído quién clama.

Un suelo natal somos todos juntos,
también los jardines son sitios del destierro.
Sentimos tanta nostalgia,
que hasta amamos sus ladrones,
los borrachos y el calor del verano en las celdas,
las putas, los conformistas y refutadores,
a los espías y las cárceles.
Un suelo natal
imparcelable
como un mapa.
Es nosotros,
cada iraquí es Irak
¿En cuántos trozos más pretenden partirlo?

Ali Al-Shalah


Confirmación

Necesitamos mil profetas
para que probemos que en la tierra
hay algo de bondad
pero necesitamos un solo dictador
que pruebe que la tierra,
toda la tierra, es un infierno.
 
 
El umbral de casa lloró
cuando me vio
y gritó: ¿por qué has venido?
He perdido mi cara
y lo que conocía me hizo perder.
¡Renegó de mí... a quien vi!
Y cuando me desperté en la patria
para aliviar mi temor
imaginé tu puerta...
como una casa.
 
 
Me convertí en adicto a la hora de Bagdad
en mi reloj,
luego la até a mi lazo
y empecé a conjugar todos los tiempos
en la hora iraquí.

Ali Al-Shalah



El fin de las razones

No tenía mujer
y dormía con la voz de la vida
en un lecho de nubes.
Todos estos campos sin mi padre,
mi madre,
y mis hijos,
a quienes se les aproxima el final.

Ali Al-Shalah



El fin de las razones (A-B)

(A)

El padre murió.
El hijo murió.
La casa murió.

(B)

El agua murió.
La hierba murió.
El sonido murió.
¿Cuándo muerte la muerte?

Ali Al-Shalah



Lloran

Lloran,
y el vestido que brota de su tristeza
gruta:
no cante,
lloran,
y las lágrimas que los inundaron
los habían engeñado,
se pusieron la sonrisa en su tragedia,
lloran,
y el espejo dice confundido:
no canten,
lloran,
y la casa,
que en ellos dormitaba,
se quejó ordenando:
no canten,
lloran,
y la calle se queja:
no canten,
lloran,
y los hermanos fuera de la muralla cantan:
no canten,
lloran,
lloran.

Ali Al-Shalah


Me intento

Voy solo hacia mi alma
y golpeo mi puerta:
me espero.
Si el muro de mi cuerpo es bajo,
¿seré entonces mi vecino?
Si mi madre se casa con mi tío,
¿seré entonces mi primo
y me quedaré?
¿Necesito una visa de Tony Blair,
si quiero leer a Shakespeare?
Si no encuentro la puerta afuera,
la busco en mí.
Si no puedo ser como quiero ser,
entonces me intento.

Ali Al-Shalah



”Mi relación con la poesía comenzó a la par de mi relación con la vida, el pensamiento y el amor. No me puedo imaginar que alguna vez no hubiese sido poeta. El poeta no solamente es poeta con las palabras, lo es en todas sus actividades. Ya de niño y antes de haber escrito alguna palabra, fui distinto, así ya lo advirtieron mis hermanos y colegas. ¿Por qué escribo? Escribo como respiro. Escribo para vivir. Y no me pregunto, por qué respiro o por qué pienso o por qué escribo. Escribo para ser...”

Ali Al-Shalah


Verdad

¿Has visto las víctimas
como cubrían el color hasta el cielo?
¿Has oido el comunicado?
Dos mártires
que rponto haremos resucitar.

Ali Al-Shalah












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