Diane Wolkstein

"Contar se refiere a un tiempo concreto, presente, aquí y ahora. Uno está ojo con ojo, corazón con corazón, con el otro. Es una co-creación. Es algo íntimo. Cuando se cuenta, todo el mundo es bienvenido a contar cuentos; nadie es más que nadie, todo el mundo es importante. Es muy distinto que actuar en una obra de teatro, donde, normalmente, se evita el contacto visual con el público. O de leer, ¡porque siempre puedes cerrar el libro! A veces tienes previsto contar un cuento, pero debido al público, quizá cuentes otro (porque crees que alguien del público lo necesita y tú, como cuentacuentos, debes cambiar, debes saber que la mejor historia es la que necesita el público).

Cuando se cuenta, la narración se hace viva por la interrelación de los que están presentes. Hay unión, que es hacia donde deseamos ir todos en cuanto habitantes del mismo planeta."

Diane Wolkstein

"Desde un punto de vista exterior, el contar cuentos modela la importancia de unidad y de comunidad. Todo el mundo es importante a su manera. Cuando se cuentan cuentos, todos aportan su grano de arena. Todo el mundo contribuye. Todo el mundo importa. Todo el mundo es bienvenido. Hace falta recibir este mensaje para sobrevivir con alegría.

Desde un punto de vista interior, un cuento proporciona inspiración a cada persona que escucha para que encuentre el territorio en que desarrollar su potencial, para renovarlo y fortalecerlo; así como para despertarlo con valentía y bondad. Sobre todo ahora, todos necesitamos ser valientes y compasivos: no sólo debemos cuidar de los demás y ayudarlos, sino también proteger nuestro planeta.

Papá Dios nos manda un árbol. Ah, es buen regalo. Regalar una historia también es bueno; las historias también tienen raíces, ramas y frutos deliciosos."

Diane Wolkstein

"Paradójicamente, el contar me ha regalado la oportunidad de poder ser yo misma. Me siento más cerca de mi corazón cuando cuento historias que cuando realizo las tareas cotidianas de la vida o me relaciono con los demás. Cuando cuento (ya sea como un juego o un rito) entro en un territorio sagrado, siempre siento que estoy en armonía con mi alma."

Diane Wolkstein