Fernando Alonso Alonso

"El hombrecillo les contó a los niños bellas historias, les habló de las personas que trabajan para los demás y les ayudan. Les habló de las flores, los pájaros, del río y el mar. Entonces los niños, al escuchar las palabras del hombrecillo de papel ya no lloraron como antes, sino que rieron, cantaron y bailaron juntos. Su corazón de papel daba saltos en el pecho. Y el hombrecillo sonreía pensando que tenía un pájaro guardado en el bolsillo."

Fernando Alonso Alonso
El hombrecillo de papel


"Muy pronto, las huellas se convirtieron en palabras y las palabras, en recuerdos. Los niños sonrieron al Duende y al Robot, porque aquellas palabras contaban su historia. Luego, volvieron la vista atrás para mirar el camino andado. Entonces, se emocionaron al descubrir que, también ellos, dejaban sus propias huellas sobre las páginas del libro. Unas iban paralelas a las que había trazado el autor; otras, se cruzaban en direcciones distintas. De cada palabra salían muchos otros caminos que podían encauzar la historia por rumbos diversos. Y todos aquellos caminos tejían un Laberinto de Palabras, que vivían en el Laberinto del Tiempo. A los niños les entusiasmó el Laberinto de Palabras; porque en él cada uno podía inventar su propio camino, que le conduciría a una de las infinitas salidas."

Fernando Alonso
Tano en la frontera del tiempo

No hay comentarios: