Gustavo Álvarez Gardeazábal

"Él sólo cumplía con su deber, y como lo hacía tan bien, había solicitado un favor. El único, porque salió tan impresionado de la manera como desde el bufete de un abogado se maneja la administración pública -y eso lo repitió en sus extraños momentos de charla-, había quedado tan impresionado que prefirió desde ese momento ser estado a tener que hacer uso de tales artimañas.
Y lo logró. Empezó al día siguiente cuando llegó por las niñas y las empacó para Manizales sin que Agripina tomara parte en la decisión. Las llevaron en el mismo carro expreso que había pagado para ir a Cali, los dos compañeros del nuevo trabajo, José del Carmen Celín y Emiro Ateortúa. Los había conseguido en el entierro de don Luis Carlos. Se los recomendó uno de los Espinoza de Trujillo. Él no le dijo para qué era y Espinoza creyó que seria para instaurar directorios en tierras de prohibición, pero cuando ellos llegaron hasta donde León Maria esa noche y presentaron a Pascual Zapata, Calixto Aguilera, Olimpo Morales y los hermanos Rojas, Manuel y Alfredo, aunque Espinoza no les hubiese comunicado, ellos ya sabían qué venían a hacer. Por eso no tuvieron mucho que discutir sino recibir las carabinas que todavía estaban abajo de la cama, tomarse la aguapanela que Agripina les dio y trazar los primeros planes de acuerdo a las normas implantadas por los señores doctores de Cali.
De esa manera fue formando a su alrededor un verdadero gabinete de estado. Consiguió quien le manejara el puesto de la galería, se hizo el sordo de allí en adelante para lo que Tuluá dijera respecto a la herencia de don Luis Carlos, aunque siempre se encargó de aumentar el rumor, y dio comienzo a lo que Tuluá nunca ha podido explicar cómo fue, aunque don Julio Caicedo todavía viva."

Gustavo Álvarez Gardeazábal
Cóndores no entierran todos los días


"Este es un país que ha vivido y se ha hecho pegando los ladrillos de su presunta democracia a base de guerras y armisticios. ¿Cuántas guerras se han librado desde que se logró la independencia en 1819? ¿Cuántos armisticios hemos firmado? ¿Y cuántos pactos de paz? A lo largo de la historia nos la hemos pasado en eso y, si lo veo desde otro ángulo, ¿cuántos pactos de paz hemos roto? Estamos condenados a vivir haciendo acuerdos de paz para romperlos por parte de cualquiera de los actores que los firmen. Y, en esas condiciones, ¿mire a dónde vamos? Cada vez nos acercamos más a un recrudecimiento de una guerra que, por estos dos años que hemos estado sin ella, hemos notado que sí funciona, que sí sirve. Claro, siempre los periodos de tregua sirven también para que los contendores se vuelvan a armar. Las únicas guerras que no reverdecen son aquellas en las cuales la mano militar se impone y arrasa al contrincante y aquí nosotros no hemos hecho nunca eso, ni siquiera en la Guerra de los Mil Días. El Partido Liberal quedó vuelto añicos, fueron y sacaron a Rafael Uribe Uribe para llevarlo al congreso y después matarlo. Este es un país repetido y que no le gusta aprender de los errores."

Gustavo Álvarez Gardeazábal



 "Yo no voy a gobernar a Tuluá con el culo sino con la cabeza."

Gustavo Álvarez Gardeazábal














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