Jose F. Alcántara

"La seguridad no es una magnitud absoluta. Sino que hay que contemplarla en equilibrio con el precio que pagamos por ella. Si se trata de asegurar el oro depositado en el banco, seguramente hay medidas que compensan (bóvedas blindadas, temporizadores de apertura, sistemas de llave múltiple, …). Si para aumentar la seguridad de su negocio necesitan dañar los derechos de las personas, ya sea usando videocámaras o exigiendo que abras tu vida privada como si fuera un cristal transparente previo paso a la concesión de una ayuda, quizá el precio que están pagando en imagen no les compensará. Los bancos violan nuestra privacidad de forma mucho más agresiva de lo que lo hacen sus videocámaras. Cuando nos piden detalles larguísimos de gastos e ingresos, cuando para hacernos un seguro (aseguradoras y bancos van muy de la mano) nos exigen todo tipo de garantías (económicas, de salud, de hábito, de historial) están exigiendo que les entreguemos nuestra privacidad de un modo que mina totalmente la confianza que el usuario tiene de la banca. La mala fama que tiene la banca se debe no sólo a su falta de transparencia, sino a que esa misma transparencia que ellos no dan nunca es exigida por adelantado y en dosis muy elevadas a todo el que quiera hacer negocio con ellos. Si pudiera hablar a la banca les diría que tienen un problema de imagen porque no han entendido que exigen una transparencia que luego nunca dan. Que a veces el riesgo a conocer un poco menos a tu cliente (el arriesgar a coger algún limón de entre la pila de melocotones) es beneficioso en términos de imagen y quizá les rente mucho más a medio y largo plazo. No digo dar el dinero a tontas y a locas, eso no sería rentable, pero quizá ser más respetuoso con la privacidad de sus clientes."

Jose F. Alcántara


"La tecnología hace posible ciertos sueños represivos. Si la democracia contemporánea surge en las macrourbes como París, donde la población podía perderse en el anonimato, la tecnología hace posible saber todo acerca de las comunicaciones de las personas, así como conocer su ubicación de forma razonablemente precisa (a veces, extremadamente precisa, con incertidumbres menores a 1m en el caso de GPS o de apenas un centenar de metros en el caso de nuestro teléfono móvil, con tal que estemos en un núcleo urbano poblado). Toda esa vigilancia tiene, seamos conscientes o no, un efecto represivo. Inhibe la comunicación normal de las personas, el modo en que nos comunicaríamos. Si sabes que podrá ser utilizado en tu contra, medirás mucho tus palabras, así como a quién las diriges. Es el ideario panóptico, extendido a las calles. El vigilar y castigar de Foucault. La sociedad de control: un ecosistema en el que las represalias, inevitables tras la pérdida del anonimato, inhiben toda respuesta al poder. Y todos sabemos que la diferencia entre una democracia occidental y una dictadura africana no es que nuestros líderes sean menos corruptos (miren la política interna, o la política europea, para comprobarlo), sino que aquí existe una opinión pública que se puede oponer a esa corrupción y ponerle freno. ¿Qué pasaría si toda oposición fuera represaliada gracias a la pérdida del anonimato?"

Jose F. Alcántara



"La tecnología no sirve para controlar a la ciudadanía. La tecnología se utiliza para controlar a la ciudadanía."

Jose F. Alcántara



"¿Tecnófobo? En absoluto, me encanta la tecnología (creo que como a casi todos). La tecnología no sirve para controlar a la ciudadanía. La tecnología se utiliza para controlar a la ciudadanía. Y se utiliza, a su vez, para otras muchas cosas muy provechosas. Lo que hay que conseguir es que tomemos conciencia de esos usos nocivos, porque sólo así conseguiremos limitarlos. Y limitar los usos no es un problema técnico, sino legal. Necesitamos leyes que actúen al modo en que los cortafuegos de un monte: defendiendo nuestros derechos frente a las amenazas."

Jose F. Alcántara







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