Piotr Demiánovich Ouspensky

Citas de libros de Piotr Demiánovich Ouspensky:




"A decir verdad, la Esfinge es más antigua que el Egipto histórico, más antigua que sus dioses, más antigua que las pirámides, que a su vez son mucho más antiguas de lo que se piensa."

Piotr Demiánovich Ouspenski
Tomado del libro de Colin Wilson El Mensaje Oculto de La Esfinge, página 57


"Cada 'experiencia' de la Naturaleza, es decir, cada ser, cada organismo vivo, representa la expresión de las leyes cósmicas, un complejo símbolo o un complejo jeroglífico."

Piotr Demiánovich Ouspenski




"¡Cuánto tiempo y trabajo podrían ahorrarse y de qué enorme cúmulo de sufrimientos podría liberarse la humanidad, si supiera comprender esta verdad tan sencilla: que la verdad no puede expresarse en lenguaje humano! Entonces los hombres dejarían de imaginarse que poseen "la verdad"; dejarían de obligar a otros a aceptar la suya, y admitirían que otros se acercaran a la verdad, siguiendo otra dirección, por un camino personal, exactamente como ellos mismos se acercan. ¡Cuántas discusiones intelectuales, cuántas luchas religiosas, cuántas ciolencias contra el pensamiento ajeno serían inútiles e imposibles, si los hombres comprendiesen que nadie posee la verdad, sino que todos la buscan, cada uno a su manera!"

Piotr Demiánovich Ouspenski
Tomado del libro de Noé de la Flor Casanova, Viajando por el mundo de mis libros, página 58-59


“Descubrí la idea del esoterismo, hallé un ángulo posible para el estudio de la religión y el misticismo y recibí un nuevo impulso para el estudio de las ‘dimensiones superiores’…”

Piotr Demiánovich Ouspenski


"De dos a tres días después de la partida de Gurdjieff, estaba caminando por la calle Troitsky y de pronto vi que el hombre que venía hacia mi estaba dormido. No cabía la menor duda sobre esto. Aunque sus ojos estaban abiertos, iba caminando claramente sumergido en sueños que corrían por su cara como nubes. Tuve la idea de que si pudiera mirarlo durante bastante tiempo, entonces podría ver sus sueños. Es decir, comprendería lo que él estaba viendo en sus sueños. Pero el hombre continuó su camino. Luego vino otro también dormido. Un cochero dormido pasó con dos pasajeros durmiendo. De pronto me vi en la situación del príncipe de la «Bella Durmiente». Todos a mi alrededor estaban dormidos. Era una sensación precisa e indudable. Comprendí que hay muchas cosas que podemos ver con nuestros propios ojos y que usualmente no vemos. […] Descubrí que podía intensificar estas sensaciones al tratar de recordarme a mi mismo."

Piotr Demiánovich Ouspensky
Tomada del libro de Carlos Aguirre Los antiguos dioses página 36



"El desarrollo de la conciencia no puede comenzar basado en las mentiras que uno se hace a sí mismo."

Piotr Demiánovich Ouspenski


“El hombre no se conoce, no conoce sus límites ni posibilidades, no conoce ni siquiera hasta qué punto no se conoce.”

Piotr Demiánovich Ouspenski


"El hombre tiene momentos ocasionales de autoconsciencia, pero no tiene dominio sobre ellos. Van y vienen por sí mismos, siendo controlados por circunstancias externas y asociaciones o emociones ocasionales. Surge la cuestión: ¿es posible conseguir dominio sobre estos fugaces momentos de consciencia, para evocarlos más a menudo y mantenerlos durante más tiempo, o incluso hacerlos permanentes?"

Piotr Demiánovich Ouspenski


“El sistema está a la espera de trabajadores. No existe en él ninguna afirmación ni pensamiento que no requieran y admitan más  desarrollo y elaboración. Pero hay grandes dificultades en la manera de entrenar a personas para este trabajo, puesto que un estudio ordinariamente intelectual del sistema es muy insuficiente y hay poquísimas personas que se pongan de acuerdo en otros métodos de estudio que, al mismo tiempo, sean capaces de trabajar con estos métodos.”

Piotr Demiánovich Ouspenski



"El sistema no puede ser aprendido de ningún libro."

Piotr Demiánovich Ouspenski


“La mayor dificultad está en saber realmente lo que conocemos y lo que desconocemos.”

Piotr Demiánovich Ouspensky


"Los profesores estan matando a la ciencia, de la misma manera que los sacerdotes estan matando a la religión."

Piotr Demiánovich Ouspenski


“Nada puede conseguirse sin dificultad.”

Piotr Demiánovich Ouspenski


"O bien poseemos una cuarta dimensión, es decir, somos seres de cuatro dimensiones, o poseemos solo tres dimensiones, y en ese caso nos existimos en absoluto. Si existe la cuarta dimensión y nosotros solo poseemos tres, eso significa que no tenemos existencia real, que solo existimos en la imaginación de alguien, y que todos nuestros pensamientos, sentimientos y experiencias tienen lugar en la mente de otro ser superior, que nos visualiza... Si no queremos estar de acuerdo con esto debemos reconocernos como seres de cuatro dimensiones. Cuando dormimos, ¿no vivimos en un reino fantástico donde todo puede transformarse, carente de la estabilidad propia del mundo físico... donde las cosas más improbables parecen simples y naturales... donde hablamos con los muertos, volamos por el aire, atravesamos paredes, nos ahogamos o somos quemados, morimos y seguimos vivos?"

P. D. Ouspensky
Tomado del libro de Freddy Silva, Diseños misteriosos, página 209


 “Sentía que había un callejón sin salida en todas partes.”


P. D. Ouspensky



“Todos los absurdos y todas las contradicciones de los hombres y de la vida humana en general se explican si comprendemos que los hombres viven en el sueño, obran en el sueño y no saben que duermen.”

Piotr Demiánovich Ouspenski


"Una buena cantidad de malévolos pensamientos se me ocurren sobre la Conferencia de la Haya, pero me convenzo de que ninguno de ellos puede ponerse en letras de molde. La idea de la Conferencia de la Haya viene de muy altas esferas y, si alguien va a escribir sobre ella, debe hacerlo con simpatía, especialmente porque hasta nuestros periódicos —que generalmente son los más desconfiados y sarcásticos de todo lo que viene del gobierno— desaprueban solo la actitud de Alemania hacia la Conferencia. El editor nunca pasaría, pues, lo que yo pudiera escribir si digo lo que pienso. Y si por algún milagro lo aceptara, nunca lo leería nadie. El periódico sería decomisado en las calles por la policía, y tanto el editor como yo tendríamos que hacer un largo viaje. Esta perspectiva no me atrae lo más mínimo. ¿De qué sirve tratar de desenmascarar las mentiras, si a la gente le gustan y vive en ellas? Eso es cosa de ellos. Pero yo estoy cansado de la falsedad. Hay suficientes mentiras sin las mías.
Más aquí, en estos libros, hay un extraño sabor de verdad. Lo siento con especial fuerza ahora, porque por tan largo tiempo me he guardado dentro de los límites artificiales del «materialismo»; me he negado todos los sueños sobre cosas que pudieran salirse de ellos. He estado viviendo dentro de un mundo disecado y esterilizado, con un número infinito de tabúes impuestos a mi pensamiento. Y de repente estos extraños libros echaron abajo las paredes que me rodeaban, y me hicieron pensar y soñar en cosas sobre las que por mucho tiempo había temido pensar y soñar. Repentinamente empecé a encontrar un extraño significado en viejos cuentos de hadas; bosques, ríos, montañas, se convirtieron en seres animados; una vida misteriosa llenó la noche; con nuevos intereses y nuevas esperanzas principié a soñar otra vez de lejanos viajes, y recordé muchas cosas extraordinarias que había oído acerca de antiguos monasterios. Ideas y sentimientos que habían dejado hacía mucho tiempo de interesarme, de repente cobraron significado e interés. Un profundo sentido y muchas alegorías sutiles nacieron de lo que, solo ayer, parecía ingenua fantasía popular o cruda superstición. Y el milagro más grande, y el misterio mayor, fue que el pensamiento de que la muerte puede no existir, se hizo posible, y pensé que aquéllos que se han ido puedan no haberse desvanecido del todo, sino que existan en alguna parte y de alguna manera y que quizá los vea otra vez. Me he acostumbrado tanto a pensar «científicamente», que tengo temor aún de imaginar que pueda haber algo más allá de la cubierta externa de la vida. Me siento como un hombre sentenciado a muerte, cuyos compañeros han sido colgados y que se ha resignado al pensamiento de que le espera la misma suerte, y de repente oye que sus compañeros están vivos, que han escapado y que también hay esperanzas para él. Pero que tiene miedo de creer esto, porque sería tan terrible si resultara falso, y nada quedaría sino la prisión y la espera de la ejecución. Sí, yo sé que todos estos libros sobre «la vida después de la muerte» son muy ingenuos. Pero conducen a alguna parte, hay algo tras ellos, algo a lo que yo me había acercado antes; pero entonces me atemorizó, y hui al desnudo y árido desierto del «materialismo».
[...]
Libros, libros, libros. Leo, encuentro, pierdo, encuentro otra vez, pierdo de nuevo. Por fin, un cierto todo toma forma en mi mente. Veo la ininterrumpida línea del pensamiento y del saber que va de siglo a siglo, de época a época, de país a país, de una raza a otra; una línea profundamente escondida debajo de las capas de las religiones y filosofías que son, en realidad, solo distorsiones y perversiones de las ideas que pertenecen a esta línea. Veo una extensa literatura llena de significado, que me era completamente desconocida hasta ahora, pero que, viéndolo con claridad, alimenta la filosofía que conocemos, aun cuando rara vez se la menciona en los textos de historia de la filosofía.
Y me asombro de no haberlo sabido antes, de que haya tan pocos que apenas hayan oído de ello. ¿Quién sabe, por ejemplo, que un juego de naipes común y corriente, contiene un profundo y armonioso sistema filosófico? Esto está tan completamente olvidado que parece casi nuevo.
Decido escribir, decir todo lo que he descubierto. Y al mismo tiempo veo que es perfectamente factible hacer concordar las ideas de este pensamiento oculto con los datos del conocimiento exacto, y me convenzo de que la «cuarta dimensión» es el puente que puede tenderse entre el viejo y el nuevo conocimiento. Y veo y encuentro ideas de la cuarta dimensión en el antiguo simbolismo, en los naipes de Tarot, en las imágenes de los dioses hindúes, en las ramas de un árbol, y en las líneas del cuerpo humano.
Recopilo material, selecciono citas, preparo resúmenes, con la idea de mostrar la peculiar conexión interna que veo ahora entre los métodos de pensar que ordinariamente aparecen separados e independientes. Pero en el transcurso de este trabajo, cuando todo está preparado, cuando todo toma forma, empiezo de repente a sentir un escalofrío de duda, y un cansancio se apodera de mí. Bien, un libro más será escrito; pero ya ahora, cuando estoy empezando a escribirlo, sé cómo terminará. Sé los límites más allá de los cuales es imposible ir. El trabajo cesa. No puedo forzarme a escribir acerca de las ilimitadas posibilidades del conocimiento, cuando veo el límite para mí mismo. Los viejos métodos no sirven, son necesarios otros. Las gentes que creen que algo puede ser alcanzado por sus propios esfuerzos, son tan ciegas como aquéllas que ignoran totalmente las posibilidades del nuevo conocimiento. Dejo de escribir el libro.
Los meses pasan, y me encuentro absorbido completamente en extraños experimentos que me llevan más allá de los límites de lo conocido y posible."

Piotr Uspenski
Un nuevo modelo del universo



"Una vez que el ser bidimensional reconoció la existencia posible de propiedades comunes, ya se aproximó a nuestra comprension del mundo. Se aproximó a nuestra lógica, empezó a entender el uso de un sustantivo colectivo, o sea, una palabra que no es un nombre propio sino un sustantivo común; en otras palabras, un vocablo que expresa un concepto. Los "idolos" del ser bidimensional que impiden el desarrollo de su consciencia son nombres propios que aquél da a todos los objetos que lo rodean. Para el, cada objeto tiene su nombre propio, correspondiente a su representación de ese objeto; no tiene sustantivos comunes correspondientes a conceptos. Sólo librándose de estos "idolos" y entendiendo que los sustantivos pueden ser propios y comunes podra avanzar mas allá, desarrollarse mentalmente, aproximarse a la comprensión humana del mundo."

Piotr Uspenski
Tertium Organum














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