Ulrike Meinhof

"Arrojar una piedra es una acción punible. Arrojar mil piedras es una acción política. Incendiar un coche es una acción punible, incendiar cien coches es una acción política. Protestar es denunciar que eso o aquello no es justo. Resistir es garantizar que aquello con lo que no estoy conforme no se vuelva a producir."

Ulrike Meinhof


Carta de una presa en la galería de la muerte 

(El periodo de tiempo comprendido entre el 16 de junio de
1972 y el 9 de febrero de 1973:)
La sensación de que a uno le explota la cabeza, la sensación de que la bóveda craneana tendría, propiamente, que saltar, estallar como un globo.
La sensación de que a uno se le comprime y achucha en el cerebro toda la médula espinal.
La sensación de que a uno se le arruga la cabeza, como una fruta seca, por ejemplo.
La sensación de estar continuamente, desapercibidamente, bajo una corriente, de ser teledirigido.
La sensación de que a uno se le van quitando a picotazos las asociaciones.
La sensación de que a uno se le mea el alma del cuerpo, como no pudiendo contener el orín ya más.
La sensación de que la celda se mueve. Uno se despierta, abre los ojos: la celda se mueve. Después de mediodía, cuando el sol entra en ella, se queda, de repente, parada. No se puede apartar la sensación de que se mueve.
No se podría explicar si se tiembla de fiebre o de frío.
No se puede explicar por qué se tiembla... Se hiela uno de frío.
Cuesta mucha fatiga hablar, con un volumen normal de voz, como si se tratara de hablar alto, casi de vociferar.
La sensación de que uno se queda mudo.
No se puede identificar ya más el significado de las palabras, sólo adivinar.
El empleo de sonidos silbantes –s, ss, tz, sch– resulta absolutamente insoportable.
Guardián, visita, patio, todo le parece a uno como si fuera de celuloide.
Dolores de cabeza.
Flashs.
No hay manera de controlar ya más la construcción de la oración, la gramática, la sintaxis.
Escribiendo: dos hojas... y al acabar la segunda línea no hay manera de acordarse del comienzo de la primera.
La sensación de quemarse por dentro hasta los tuétanos.
La sensación de que si uno se pusiera a decir lo que pasa, si uno fuera dejado libre, sería como hacer barbotear agua hirviendo ante la cara del otro, algo así como agua potable hirviendo, que le escalda, le mutila a uno durante toda la vida.
Una feroz agresividad, para la que no hay válvula alguna.
Esto es lo peor. Conciencia clara de que no se tiene ninguna posibilidad de sobrevivir. Fracaso total el comunicar esto.
Las visitas no dejan huella alguna. Una media hora más tarde sólo se está en condiciones de reconstruir mecánicamente el si la visita ha sido hoy o hace una semana.
Bañarse una vez por semana, al contrario, significa deshelarse por un momento, reposar, lo cual dura un par de horas.
La sensación de que tiempo y espacio se encajonan el uno en el otro.
La sensación de encontrarse en una sala llena de espejos deformantes.
Tambalearse.
Y después, una euforia horrible de que uno oye algo...
sobre la diferencia acústica del día y la noche.
La sensación de que el tiempo transcurre, el cerebro vuelve a estirarse, la médula vuelve a ensacarse de nuevo abajo por semanas.
La sensación de haber sido despellejado.
(Diciembre de 1973:)
Retumbar de oídos, despertar, como si fuera uno apaleado.
La sensación de moverse a cámara lenta.
La sensación de encontrarse en el vacío, como encerrado en plomo.
Y después, shock. Como si le hubiera caído a uno a la cabeza una placa de hierro.
Comparaciones, conceptos que se le ocurren a uno allá dentro:
Máquina (psíquica) de hacer trapos de vestidos... cabina de pruebas para astronautas, donde se aplana la piel, a fuerza de velocidad.
La Colonia de castigo de Kafka... el tipo sobre el lecho de clavos... subir y bajar sin parar por una montaña rusa.
Con respecto a la radio: proporciona una relajación mínima,
como si se bajara, por ejemplo, de una velocidad de 240 a 190.

Ulrike Meinhof
Carta de una presa en la galería de la muerte
(y últimos escritos). Icaria Editorial. Hospitalet, abril 1978. Traducción: Pedro Madrigal



"¿Cómo fue posible Auschwitz, cuál fue el antisemitismo? Antes era el odio de la gente por su dependencia del dinero como medio de cambio, su anhelo por el Comunismo. Auschwitz significa que seis millones de judíos fueron asesinados y llevados a los basurales de Europa por lo que se estableció que eran -judíos adinerados. Lo que sucedió fue que el capital financiero y los bancos, el núcleo duro del sistema del imperialismo y el capitalismo, habían desviado el odio de los explotados por los ricos hacia los judíos."

Ulrike Meinhof



"En Europa occidental, algunas democracias son castillos de naipes. Si se quiere utilizar, se hunden."

Ulrike Meinhof


“No es criminal arrojar napalm sobre mujeres, niños y personas mayores, sino protestar contra eso […]. Se considera de mal gusto apuntar a políticos con pudin y requesón; no, en cambio, que los políticos reciban a quienes hacen arrasar pueblos y bombardear ciudades.”

Ulrike Meinhof



"No sabes cómo temblarían los poderosos si lleváramos la violencia a la puerta de su casa. Si vieran amenazados sus privilegios y sus vidas, negociarían para no perderlo todo."

Ulrike Meinhof


"Nosotros decimos, por supuesto, que los policías son unos cerdos. Nosotros decimos que el tipo de uniforme es un cerdo, no un hombre. Y aún así tenemos que tratar con ellos. Eso no significa que tienes que hablar con ellos, nunca es correcto hablar con esta gente. Y, por supuesto, pueden ser disparados."

Ulrike Meinhof


"[Nosotros somos] marxistas. Pero el concepto de anarquismo de los servicios estatales es un intento de aprovechar para el estado imperialista la vieja disputa entre el marxismo revolucionario y el anarquismo revolucionario. Mas, de acuerdo con esa falsa comprensión del marxismo, Lenin era anarquista y su obra Estado y Revolución sería un libro anarquista."

Ulrike Meinhof


"Quienes practican la discusión con las porras de goma, quienes impiden la información acerca del contenido de las diferencias de opinión, quienes ocultan a la población los hechos que documentan el carácter de la guerra norteamericana en el Vietnam, de modo que para la mayoría de la población los manifestantes tienen que aparecer como unos verdaderos idiotas, todos ellos convierten la democracia en un estado policíaco, y a los ciudadanos en súbditos obedientes."

Ulrike Meinhof


"Si digo que tal o cual cosa que no me gusta estoy protestando. Si me preocupo además porque eso que no me gusta no vuelva a ocurrir, estoy resistiendo. Protesto cuando digo que no sigo colaborando. Resisto cuando me ocupo de que tampoco los demás colaboren."

Ulrike Meinhof



"Si oyes que me he suicidado, puedes estar segura de que ha sido un asesinato."

Ulrike Meinhof













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