Vicente Cañas

"Ahora estoy aquí en el puesto central de la misión, transitando mi noviciado para acostumbrarme y después trabajar con los indígenas salvajes, que todavía existen muchos por aquí. Creo que voy a pertenecer a un grupo de Padres y hermanos que se está confirmando para recorrer las aldeas."

Vicente Cañas, Kiwxí



"Durante el viaje hubo algo impresionante. Tuve que arreglármelas para entenderme con el pueblo, el idioma no es tan fácil como parece (es mucho más complicado hablarlo que leerlo). En el bus se respiraba una simplicidad que quedé asombrado. (…) Tuve la gran suerte de comer y dormir en medio de esta gente (…). Daba pena ver durante el camino tanta gente llena de pobreza y miseria, sin embargo esta gente es tan buena y llena de bondad que yo me confundía y creo que, dado su buen corazón y simplicidad, nuestro Señor les tendrá un buen lugar en el cielo."

Vicente Cañas, Kiwxí


“Hay que preservar la paz de la aldea. No pueden caer en este zoológico humano que es Brasil. Porque los Enawene-Nawe .tiene otra dinámica y no se cansan de andar de un lado para otro. Sin ese movimiento morirían al convertirlos en tristes seres sedentarios. Ellos no paran, no se quedan nunca en la aldea sin hacer nada. Además de eso, buena parte de su vida está dedicada a la continuidad de los rituales. Es una tribu completamente volcada en los rituales. Los rituales comienzan de mañana, en la tarde de madrugada. Son varios ciclos de rituales –unos más intensos que otros. Todo el año es así: dos o tres meses lo dedican a la cosecha, a la pesca, a la colecta de miel y fruta. Dentro de esa cosecha, dentro de cada trabajo hay todo un proceso ritual. Son mucho más religiosos que nosotros."

Vicente Cañas, Kiwxí



“Lo que tenemos adentro, tarde o temprano se tiene que decir.”

Vicente Cañas, Kiwxí


"No volví a Cuiabá, no voy a salir del área dejando a los Enawene Nawe amenazados. Ni Dorotea (voluntaria de la OPAN) va a salir de la aldea. Vamos a asumir las circunstancias hasta el final: ¡si tenemos que morir, vamos a morir todos! Esta es una razón más, Jaúka (nombre Myky de Thomas Lisbôa) para urgir la necesidad de resolver de forma definitiva el problema del área (la demarcación), pues la inseguridad afecta ahora a mucha gente."

Vicente Cañas, Kiwxí



"¡Nunca estive tan bien de recursos para seguir adelante con el trabajo de forma tan calificada! No me siento sólo. Vivo en la presencia de Dios. Contemplo las maravillas de Dios en la bella naturaleza de ese río Jurena. Alabo a Dios al atrapar deliciosos peces! (…) ¿Para qué arruinar el ritmo de este pueblo que vive feliz? Nuestra presencia debe ser seguridad y ayuda para que ellos sigan su vida sin percances."

Vicente Cañas, Kiwxí


Padre, le pido perdón anticipadamente, pues debe tener mucho trabajo. Lo que uno tiene por dentro tarde o temprano se tiene que decir. El día cinco de este mes lo esperaba como algo especial para concretar nuestro asunto pendiente; (…).
Me decía que pensara en Brasil. Usted tiene la palabra para donde más lo desee. Dejo a su disposición la voluntad de nuestro buen Dios, lo que usted decida y mande. Créame Padre, me da algo de pena ver tanta necesidad de misioneros en África, y cada día siendo menos por la simple razón de que son expulsados.
Padre, permítame preguntarle: ¿Soy yo uno de los hermanos que piensa enviar al final del curso a Brasil?
Rece este próximo año por mi, el día diez hago la renovación de mis Votos. El once voy a Zaragoza, unos dos meses, para aprender a cocinar.

Filialmente, Vicente Cañas S.J// **2 **

Vicente Cañas, Kiwxí



"Regresé hace 8 días de una tribu de indios, Beiço de Pau. Estamos comenzando la pacificación y, gracias a Dios, todo sigue bien. Tenemos un grupo de 33 que están menos enojados, incluso uno que no puede confiar mucho, sobre todo en los peores viajes que, de un momento a otro, pueden 'rebelarse' y hacer cualquier cosa contra nosotros. También hay más cosas en la selva, pero no sabemos dónde está y cómo todavía no entendemos el idioma de los indios que tenemos y esa es la razón para no encontrarnos con otros. Estos indios son de la Raza Cayapó. Duermen en el suelo con una pieza como cabeza. Son grupos de 3 a 5 familias en las malocas, distribuidas por la selva. Lo que come toda la clase de animales y pectorales. Nada de higiene: la mayor suciedad del mundo. El último trabajo a realizar para que se vayan - hacer las malocas de paja para que se sientan como en un palacio; y también otra para el Padre y para mí. De los días antes de que terminaran, mi malaria se apoderó de mí: de dos a cuatro días con fiebre, seis días sin comer nada y día por medio sin dormir. ¿Qué pasa con un esqueleto? ¡Ya soy delgada y perdí siete kilos! Tuve que volver a Diamantino y quedarme en el Hospital. Luego de seguir el trato y recuperar fuerzas, espero volver nuevamente con los pueblos indígenas, dentro de 10 días. Tuve que volver a Diamantino y quedarme en el Hospital. Luego de seguir el trato y recuperar fuerzas, espero volver nuevamente con los pueblos indígenas, dentro de 10 días. Tuve que volver a Diamantino y quedarme en el Hospital. Luego de seguir el trato y recuperar fuerzas, espero volver nuevamente con los pueblos indígenas, dentro de 10 días.”

Vicente Cañas, Kiwxí







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