Alexandre Astruc

"Es imposible no darse cuenta de que algo está sucediendo en el cine. Nos arriesgamos a perder de vista la producción desarrollada desde el inicio al final de este año, en la cual no tiene cabida lo atípico.
El cine de hoy está adoptando irremisiblemente un nuevo cariz. ¿Cómo podemos sugerirlo siquiera? Basta sólo mirar. Sería necesario ser hipercrítico para no abarcar la impresionante mutación de esa faz que se extiende ante nuestros ojos. ¿Qué trabajos son ésos que plasman un nuevo concepto de belleza? Eso es precisamente lo que los críticos ignoran. No es fruto del azar que de Las reglas del juego de Renoir a Las damas del Bois du Boulogne de Orson Welles todo aquello que esboza las líneas precursoras de un nuevo mañana les haya pasado desapercibido a los críticos, aunque así lo presagiaba su naturaleza evasiva.
Es realmente notorio que las obras refutadas por la crítica son justo aquéllas a las que nos estamos refiriendo. Podemos, efectivamente, otorgarles un carácter anticipativo. Por ello hablo de vanguardia, dado que algo nuevo se está conformando.
Seamos más específicos. El cine no es otra cosa que el proceso de conversión en un medio de expresión, periplo atravesado anteriormente por las demás artes, en particular por la pintura y la literatura, sucediéndose estadios de mera atracción de feria o entretenimiento análogo al de un boulevard, o bien preservando la imagen de toda una época hasta convertirse, poco a poco, en manifestación lingüística. Un lenguaje, en otras palabras, una forma mediante la cual el artista expresa sus pensamientos, sus abstracciones o traduce sus obsesiones como si se tratara de un ensayo o de una novela. A propósito de esto me refiero a una nueva era cinematográfica. La edad de la cámara estilográfica. Este símil traslada un significado muy preciso. Denota que el cine se liberará de la tiranía de lo visual, del encadenamiento de la imagen a la imagen, de la anécdota inmediata, de lo tangible para convertirse en un método de escritura tan sutil y fluido como el propio lenguaje escrito. Este arte, dotado de las más inmensas posibilidades, pero prisionero de los prejuicios, no persistirá eternamente goteando tinta en el pequeño subterfugio del realismo social y la fantasía que ha limitado las fronteras de la novela popular, o el dominio de las artes visuales fotográficas. Carecerá de prohibiciones. Su meditación más profunda versará sobre la propia humanidad, su psicología, su metafísica, sus ideas, sus pasiones. Es más, afirmo que las ideas y las visiones mundanas actuales son de tal raigambre que sólo el cine puede ser su verdadero exégeta."

Alexandre Astruc
El nacimiento de una nueva vanguardia



“Hay que entender que hasta ahora el cine solo ha sido un espectáculo, cosa que obedece exactamente al hecho de que todos los films se proyectan en unas salas. Pero con el desarrollo del 16 mm y de la televisión, se acerca el día en que cada cual tendrá en su casa unos aparatos de proyección e irá a alquilar al librero de la esquina unos filmes escritos sobre cualquier tema y sobre cualquier forma, tanto crítica literaria o novela como ensayo sobre las matemáticas, historia, divulgación, etc. Entonces ya no podremos hablar de un cine. Habrá unos cines como hay ahora unas literaturas, pues el cine, al igual que la literatura, antes de ser un arte especial, es un lenguaje que puede expresar cualquier sector del pensamiento.”

Alexandre Astruc



"Por ello llamo a esta nueva era del cine la era de la Caméra stylo. Esta imagen tiene un sentido muy preciso. Quiere decir que el cine se apartará poco a poco de la tiranía de lo visual, de la imagen por la imagen, de la anécdota inmediata, de lo concreto, para convertirse en un medio de escritura tan flexible y tan sutil como el del lenguaje escrito."

Alexandre Astruc


















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