John Harvey Kellogg

“Deseo sinceramente corregir cualquier daño e injusticia que te he hecho.”

John Harvey Kellogg
Carta a su hermano



"El corazón es un músculo. El corazón late. Mi brazo se contraerá y hará que el puño golpee; pero late solo cuando mi voluntad manda. Pero aquí hay un músculo del cuerpo que late cuando estoy dormido. Late cuando mi voluntad está inactiva y estoy completamente inconsciente. Sigue latiendo todo el tiempo. ¿Qué hará que este corazón lata? El corazón no puede latir una vez sin una orden. Para mí es algo maravilloso que el corazón de un hombre siga latiendo. No late por mi voluntad; porque no puedo detener el latido del corazón, ni hacer que lata más rápido ni más lento si lo mando por mi voluntad. Pero hay una voluntad que controla el corazón. Es la voluntad divina la que la hace latir, y en el latido de ese corazón que puedes sentir, al poner tu mano sobre el pecho, o al poner tu dedo contra el pulso, una evidencia de la presencia divina que nosotros tenemos dentro de nosotros, que Dios está dentro, que hay una inteligencia, un poder, una voluntad dentro, que está al mando de las funciones de nuestro cuerpo y lo controla..."

John Harvey Kellogg



"El remedio contra la masturbación que resulta casi infalible en niños pequeños es la circuncisión. La operación debe ser llevada a cabo por un cirujano sin administrar anestesia alguna, pues el breve instante de dolor durante la operación tendrá un efecto saludable en la mente del individuo, tanto más si se asocia con la idea de castigo."

John Harvey Kellogg


"En las mujeres, el autor ha descubierto que la aplicación de fenol puro en el clítoris supone un método excelente de calmar una excitación anormal."

John Harvey Kellogg



"Hay una explicación clara, completa y satisfactoria de los fenómenos más sutiles y maravillosos de la naturaleza, a saber, una Inteligencia infinita que desarrolla sus propósitos. Dios es la explicación de la naturaleza, no un Dios fuera de la naturaleza, sino en la naturaleza, que se manifiesta a través y en todos los objetos, movimientos y fenómenos variados del universo... El árbol no se crea a sí mismo; un poder creativo avanza constantemente en él. Los brotes y las hojas brotan del interior del árbol... Así que hay en el árbol un poder que lo crea y lo mantiene, un hacedor de árboles en el árbol, un creador de flores en la flor, un arquitecto divino que comprende cada ley de la proporción, un artista infinito que posee un poder de expresión ilimitado en el color y la forma; Hay, en todo el mundo que nos rodea, una Presencia infinita, divina, aunque invisible, a la que los no iluminados pueden estar ciegos, pero que siempre se declara por su incesante y benéfica actividad."

John Harvey Kellogg



“Nada, ni la guerra, ni una plaga, ni la viruela, ni ninguna otra enfermedad, nada es tan dañino ni tan desastroso para la humanidad como el pernicioso hábito de la masturbación.”

John Harvey Kellogg



















No hay comentarios: