Karl Wolfe

“Me pidieron que fuese a aquella instalación en la Base Aérea de Langley, donde la NSA estaba capitalizando la información del Lunar Orbiter. Según iba entrando, había gente de otros países, un montón de gente extranjera vestidos de civiles, con intérpretes a su lado, con pases de seguridad colgando del cuello… Estaban muy callados, eran muy reservados, y tenían una peculiar palidez en sus rostros. Se comportaban como si estuvieran preocupados… Caminamos juntos hasta un lado del laboratorio y uno de ellos me dijo:’ Por cierto, hemos descubierto una base en la cara oculta de la Luna’. Y le respondí: ‘¿de quién?’ ¿Qué quieres decir, de quién?’ Y me dijo: ‘sí, hemos descubierto una base en la cara oculta de la Luna’. En ese momento me asusté; estaba un poco aterrorizado, pensando para mí mismo que si alguien entraba en la sala en ese momento, sabía que estaría en peligro, porque él no debería estar dándome esa información. Estaba fascinado por ello, pero también sabía que se estaba saltando una barrera que no debía. Entonces cogió uno de esos mosaicos y me mostró esa base en la Luna, que tenía formas geométricas; había torres, había construcciones esféricas, había torres muy altas y cosas que parecían algo así como antenas de radar, pero eran estructuras grandes… Este hombre y yo éramos del mismo rango; yo creo que tenía mucho estrés. Tenía la misma palidez y las mismas maneras que los científicos de fuera de la sala; estaban igual de preocupados que él. Y tal vez necesitaba hablarlo con alguien… Algunas de las estructuras eran del tamaño de media milla. Es decir, eran estructuras gigantescas. Y eran estructuras diferentes, en distintas fotografías. Algunos de los edificios eran muy altos y estrechos. No sé cuánto de alto, pero debían ser muy altas. Eran fotografías en ángulo, con sombras. Había edificaciones esféricas y con forma de domo que eran muy grandes. Se veían claramente, eran objetos grandes. Es interesante porque traté de compararlas mentalmente con estructuras de la Tierra, y no eran comparables a nada que yo haya visto aquí en cuanto a tamaño y forma… No quise seguir mirando durante más tiempo, porque sentía que mi vida estaba en peligro. ¿Entiendes lo que quiero decir? Me hubiese encantado haberlas visto más tiempo y haber hecho copias. Me hubiese encantado haber hablado más de ellas, discutir más sobre ellas, pero sabía que no podía. Sabía que el joven que estaba compartiendo esto estaba sobrepasando con creces sus límites en ese momento. Sentía que él necesitaba a alguien con quien hablar. No discutió sobre ello, no podía hacerlo, y el único motivo por el que lo estaba haciendo era porque creo que tenía todo el peso de ese asunto y eso le estaba estresando… Una vez que abandoné el ejército, yo sabía que no podía ir a ningún lado durante al menos cinco años sin decirle al Departamento de Estado dónde estaba,. Cada vez que viajaba tenía que notificarlo y obtener permiso, incluso dentro de los Estados Unidos. Tenían que saber en todo momento dónde me encontraba. Como ejemplo, si íbamos a Vietnam siempre había alguien con nosotros, con un arma, dispuesto básicamente a eliminarnos si caíamos en manos del enemigo. No querían que el enemigo nos cogiese; habríamos muerto instantáneamente. Así que sabíamos que estábamos trabajando con ese tipo de condiciones. Tu vida estaba en peligro todo el tiempo, si caías en las manos equivocadas. Estábamos al corriente de eso. Cuando abandoné el ejército, me comunicaron que sería investigado de una manera regular para estar seguros de que no me veía envuelto en cualquier actividad peculiar que no se ajustase a las necesidades del Gobierno…”

Karl Wolfe
Sobre las fotos de estructuras alienígenas en la Luna
Tomada del libro Extraterrestres: el Secreto Mejor Guardado de Rafael Palacios, página 166








No hay comentarios: