Lorenzo Scupoli

"Cuando se sienta ofendido o enojado con los demás, no permita que sus pensamientos se detengan en ellos o en cualquier cosa relacionada con ellos. Por ejemplo, no creas que no deberían haberte tratado, siendo quienes son, o lo que piensan de sí mismos, o algo similar. Todo esto es combustible y encendido de rabia, ira y odio."

Lorenzo Scupoli
El Combate Espiritual


"... Debes apresurarte a oponerse al pernicioso orgullo de la mente, antes de que penetre en la médula de tus huesos. Resista, contenga la velocidad de su mente y socave su opinión ante las opiniones de los demás. Sea un necio por el amor de Dios, si desea ser más sabio que Salomón: 'Si alguno de ustedes parece ser sabio en este mundo, sea necio, porque puede ser sabio' (1 Corintios 3:18)."

Lorenzo Scupoli
El Combate Espiritual


"Hay dos grandes vicios que pervierten, hacen mucho daño al entendimiento y son la ignorancia y la vana curiosidad. (Entendimiento es la facultad o aptitud o capacidad que tenemos de comparar, juzgar, razonar o sacar conclusiones).

El primer defecto: la ignorancia. Ésta consiste en no saber lo que deberíamos saber, lo que nos convendría saber. La ignorancia impide al entendimiento poseer y conocer la verdad, la cual es el objeto para el cual fue hecha la inteligencia. Es de primerísima necesidad que el alma que desea llegar a la perfección se esfuerce por ir adquiriendo cada día más y más conocimientos espirituales y tratar de conocer cada vez mejor lo que debe hacer para llegar a la perfección y para adquirir las virtudes, y lo que se debe evitar para lograr vencer las pasiones...

La segunda luz para alejar la ignorancia es dedicarse continuamente a considerar, analizar las situaciones que se presentan y las cosas que queremos decir o hacer, para examinar si son buenas y nos convienen o son malas y nos pueden perjudicar, calificando lo que valen, no por las apariencias ni según la opinión del mundo, pues la Escritura dice: "Dios no se fija en lo que aparece al exterior sino en la santidad del corazón y en el valor interior" (1S 16, 7) y valorarlas según la idea que nos inspira el Espíritu Santo. Este modo de analizar y valorar las cosas y las situaciones, nos hará conocer con evidencia que lo que el mundo ama y busca con tanto ardor es ilusión y mentiras; que los honores y placeres de la tierra no son sino aflicción y humo que se lleva el viento, como dice el Eclesiastés: "Vanidad de vanidades, todo vaciedad y aflicción de espíritu" (Ecl 1)."

Lorenzo Scupoli
El Combate Espiritual


"Los sentimientos que buscan expresión en palabras son en su mayoría egoístas, ya que buscan expresar lo que adula nuestro amor propio y nos puede mostrar, como imaginamos, de la mejor manera."

Lorenzo Scupoli
El Combate Espiritual


"Mírate con toda diligencia, para que el enemigo te acerque y te robe, privándote de ese gran tesoro, que es la paz interior y la quietud del alma. El enemigo se esfuerza por destruir la paz del alma, porque sabe que cuando el alma está en confusión, es más fácil llevarla al mal. Pero debes mantener la paz."

Lorenzo Scupoli
El Combate Espiritual


"... No escuches las charlas vanas y vacías, en las que la mayoría de las personas que aman el mundo dedican su tiempo y no se complacen en él. Porque la ley dice: "No debes presentar informes falsos" (por ejemplo, 23: 1). Salomón dice: "Aparta de mí la vanidad y la mentira" (Prov. 30: 8). El Señor dijo: "Pero yo os digo que todas las palabras ociosas que los hombres hablen, darán cuenta de ellas en el día del juicio" (Mat. 12:36)."

Lorenzo Scupoli
El Combate Espiritual


"¡Oh, cuántos generosos soldados, y grandes siervos de Dios, después de las victorias insignes de muchos años, han perecido en el escollo de la soberbia espiritual, y de hijos de Dios se han hecho esclavos de Lucifer! El modo de librarnos de este tremendo golpe, y oculto lazo de Satanás, es temblar siempre, y ejercitar las virtudes y buenas obras con temor y temblor, para que no se engendre en ellas el gusano oculto del amor propio y la soberbia, que tan odiosa es a Dios; y por eso, humillándonos en ellas, debemos procurar cada día hacerlas mejores, como si nada bueno hubiéramos obrado bien hasta el presente; y cuando nos pareciere (que jamás debemos pensarlo) que hemos obrado alguna cosa bien, y con perfección, debemos de todo corazón decir a Dios: Servi inutiles sumus: Somos siervos inútiles y de ningún provecho (Luc. XVII, 10)."

Lorenzo Scupoli su nombre «Franciscus de Hydrunto»
El Combate Espiritual



"... Si un hombre ora a Dios por alguna virtud, y al mismo tiempo se entrega a la negligencia, sin adquirir ningún medio definido para obtener esa virtud, y no se esfuerza por alcanzarla, ese hombre verdaderamente tienta a Dios en lugar de orar. Así, el Divino Santiago dice: 'La oración eficaz del justo vale mucho' (Santiago 5:16). ¿Qué sucede para que la oración sea efectiva? Es cuando, además de rogar a un santo que ore por él por algo, el hombre también reza por ello y con toda diligencia es todo lo necesario para obtener su pedido."

Lorenzo Scupoli
El Combate Espiritual


"¿Y si nos prodigan honores? Puede suceder a veces que la gente nos felicite y diga alabanzas en nuestro favor. En esos casos debemos repetir la frase del salmista: "No a nosotros, Señor, no a nosotros, sino a tu nombre, sea la gloria" (Sal 115, 1). O lo que repetía el profeta Daniel: "El Señor Dios se merece todo el honor, y nosotros la confusión y humillación". Y volviendo nuestro pensamiento hacia la persona que nos alaba y felicita repitamos interiormente lo que decía Jesús: "Sólo Dios es bueno" (Lc 18, 19) y pensemos: "Esta gente me alaba porque sólo conoce externamente mis apariencias de bondad, pero si me conocieran como soy en verdad, seguramente no hablarían así en mi favor. Puedo repetir con san Bernardo: "Estoy especializado en disfrazarme de persona buena, y por eso me alaban. Las alabanzas que me prodigan se deben a que no me conocen tal cual como en realidad soy"."

Lorenzo Scupoli
El Combate Espiritual








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