Patricia Ariza

"Con las mujeres aprendí cómo convertir en el teatro el dolor en fuerza."

Patricia Ariza


CONQUISTADOR.
Se han encendido las luces, muero... deliro, estoy solo ante ustedes adiós mundo... adiós España. Barcos enfermos a la deriva, estoy solo ante ustedes quizá no esté tan solo, hay alguien cercano a mi existencia, siento su presencia, descastado, liberto cuadrerizo... extraño conocido, pequeño rebelde. Mezcla de criollo, negro, mestizo y zahorí.
Señala a un mestizo vestido de siervo.
INDIANO.
Usted vino a las Indias. . . yo sé lo que se esconde en ese cuerpo cuya poquedad tanto lo desvela. Caballero andante, conquistador, caudillo, todas esas cosas usted habrá de ser.
El conquistador se viste. Se prepara.
SACERDOTE.
Vete a las Indias. Cristianizarás un mundo desconocido donde nacen y mueren millones de seres extraños, nubes de indios bárbaros que aún no se sabe por cierto si tienen almas.
INDIANO.
Venga a las Indias y reclame su parte que a nuestra raza le trazó su historia. Sombra que acecha todos los instantes de mis días. Mi presencia se abre paso entre las enmohecidas memorias de su mundo senil.
CONQUISTADOR.
(Al Indiano). ¿Quién eres?
INDIANO.
Me llamo Pedro. Me dicen el Indiano. Sus cenizas me persiguen hostiles, esperando los restos del tiempo. Ángel sonámbulo lo busco en mis memorias. Señor, vengo a hacerle compañía.
CONQUISTADOR.
Está bien... Prepárame... Ponme esto... (Le alcanza unas ropas). ¿Sabes leer?
INDIANO.
Sí señor.
CONQUISTADOR.
¿Tienes hambre?
INDIANO.
Sí señor.
(Se escucha un coro de ancianos. Van saliendo y componen un cuadro. Una especie de tintorería. Telas, barriles y humo).
CONQUISTADOR.
Mirad. Esta era España. Escuchad a los marañones. Viejos conquistadores reducidos a cenizas, regresaron sin gloria, descastados. Escuchad sus chasquidos y ronquidos. Aquí estoy de nuevo vieja madre patria.
(Adelante una anciana, la madre del conquistador y la novia - traje de novia - sumergen telas.)
ANCIANO 1.
¡Mirad es uno de los nuestros!
CONQUISTADOR.
Mirad, ese que habla mandó cortar las manos de seiscientos naturales, dejando seiscientos mancos enemigos de su majestad.
ANCIANO 2.
Contará sus historias una y otra vez.
CONQUISTADOR.
Viejos marañones soy yo he vuelto.
ANCIANO 3.
¿Lo encontrasteis?
CONQUISTADOR.
Está intacto.
INDIANO.
¿Qué hacen?
CONQUISTADOR.
Viven de la gloria. Esperan la gratificación a sus hazañas mientras mueren, mirad aquél convivió con los indios doscientos días y cuando fueron a rescatarlo se negó a volver. Por eso su majestad mandó a que le cortaran parte de su lengua.
(El Indiano mira aterrado). (El anciano 4 se adelanta y acusa al conquistador. No se le entiende).
CONQUISTADOR.
Esa que veis allí es mi madre. Escuchad. Soy yo madre. He vuelto...
(La anciana tiñendo telas. Las extiende).
CONQUISTADOR.
Soy yo madre. He vuelto. Estoy viejo y cojo. Mi cuerpo se ha empequeñecido. Dénos usted algo de beber.
MADRE.
Todo se derrumbó como un castillo de naipes. Los jardines se secaron. Les traeré agua, agua fresca… Debe quedar un poco en la tinaja...
(Los ancianos componen un cuadro y saludan)...
ANCIANOS.
Somos los viejos marañones. Escoria del mundo gloria del pasado. Saludamos al conquistador recién llegado y le hacemos venias y alabanzas mientras esperamos la muerte.

Patricia Ariza
El viento y la ceniza




"El arte busca lo particular y la política busca lo colectivo y el consenso, el arte indaga en lo singular de una persona, de un tema, de una situación. El arte y la política son prácticas distintas pero pueden llegar a ser muy solidarias."

Patricia Ariza



"El arte puede desarmar el imaginario de la población colombiana."

Patricia Ariza



"En mi vida siempre han estado esas dos partes, una profunda sensibilidad artística y el activismo político."

Patricia Ariza



La vida

El chaleco antibalas no sirve
la pistola nueve milímetros no sirve
el colt caballito 48 no sirve
la miniuzi es chatarra vieja
lo único que sirve es la vida, hermano

Patricia Ariza



Limpieza

Por si se te ocurre lavarme
No me vayas a quitar el barro
Del que estoy hecha

Patricia Ariza


Mi casa

Sólo hay una casa
Pequeña, primigenia
Y queda en una esquina.

Allí dentro, reposan todavía
algunos gestos que recorro minuciosamente.
En el segundo piso
está intacto el modo
de mi padre empuñar
el martillo.

Más cerca, en la cocina
la gracia con que
mi mamá picaba
la cebolla.

En el comedor y
la escalera
los pasos en la noche
de mi tío que estaba loco.

Cerca de mi cama
la llave del baúl que
guardaba los vestidos
doblados de mi hermana.

Y en el vidrio de la
ventana, los ojos de una
niña con el miedo intacto
de salir.

Patricia Ariza



"No podemos dejar que se levanten de la mesa por nada del mundo. Tengo dos preocupaciones, la ambivalencia del presidente que no es claro, creo que es un poco prisionero de los militares. El establecimiento quiere una paz gratis, exprés, quiere un proceso de paz con solución militar. La solución política es entender cuáles son los orígenes, que el Estado de conflicto es un estado alterado, resolverlo jurídica y políticamente. Este país está muy enfermo porque a diferencia de los del Cono Sur, ha habido muchos muertos, desaparecidos, pero no ha habido una dictadura. Aquí hay más muertos, más desaparecidos, pero en una democracia perfecta, con unos presidentes muy cultos, que van a la Ópera… Un día hacen una declaración incluso humanista, otro día levantan una mano cortada de un guerrillero como los deportistas cuando ganan una copa. Uno dice en qué país estoy viviendo, con qué clase de élite estoy conviviendo. La paz no es lo que sucede en La Habana, la paz es solucionar lo que ocurre en el Catatumbo, lo que ocurre en el territorio. Y me parece muy triste que no estén ni la cultura y ni las mujeres en La Habana. Si la sociedad no interviene no hay nada que hacer. La participación política aquí se confunde con participar en elecciones. Se trata de que yo pueda participar en los presupuestos de la cultura, y estoy hablando dentro del capitalismo. Aquí es una democracia tan restringida, no hay esa posibilidad. Yo no creo en la paz exprés, tiene que haber un pensamiento de fondo, porque aquí la insurgencia es silvestre y después pueden aparecer montones de guerrillas otra vez. Porque la situación en el campo no tiene salida, no hay carreteras, no hay nada. Trabajar honradamente, sembrar yuca y sacarla, es imposible. Entonces, resolver eso es la paz."

Patricia Ariza

















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