Albert Beguin

"El acontecimiento del 15 de noviembre —"deseo a todo el mundo un 15 de noviembre"— abrió para Jean Paul el mundo de lo sobrenatural y de las consoladoras certidumbres. Y ahí encuentra la solución a sus ansiedades de siempre: al espanto y al asombro que sentía ante sí mismo, al terror de asomarse a su interior y de descubrirse solitario, infinitamente abandonado, insondable abismo ante sus propios ojos, y al mismo tiempo miserable cosa encerrada en estrechos límites, a todo ese horror mal disfrazado durante muchos años, viene a responder por fin la experiencia luminosa. Por haber encarado el pensamiento de la muerte y haberlo superado, Jean Paul se orientará desde entonces, en cada uno de sus pasos, lo mismo en su poesía que en su vida, hacia una promesa eterna. Transfigurado a su vez por haberse atrevido a ir hasta el extremo del temor, verá el mundo transfigurado, y su arte, en su culminación, expresará esa metamorfosis. Jean Paui no fue capaz de ver, de describir el mundo exterior en toda su magnificencia, sino desde el día en que "se despidió de él", y en que aprendió a considerarlo como simple lenguaje, como simple manifestación de otra realidad.
Los "altos hombres", los "hombres del domingo" que pueblan las novelas de Jean Paul son aquellos que, como él mismo, han llegado a considerar la muerte como el nacimiento a un mundo superior, y que, animados por esa certidumbre, pueden responder a los momentos de angustia o de recaída con exaltaciones líricas: entonces celebran la belleza de una tierra en que por todas partes se transparenta la presencia de la luz prometida. A raíz del año decisivo, en una fiebre poética extraordinaria, el genio de Jean Paul, por fin liberado, creará esas novelas únicas, La logia invisible, Hesperus, Siebenkaes, en las cuales brotarán, con toda la potencia explosiva de una fuerza contenida durante mucho tiempo, tantos himnos en honor de ese mundo que acaba de descubrir en sí mismo. Sin embargo, los idilios de Maria Wuz y de Quintus Fixlein cantarán la humildad de las existencias modestas e ingenuas, con la frescura de una reconciliación. La época de Titán constituirá una interrupción: Jean Paul tratará entonces de establecer en sí mismo, a través de sus éxtasis, una actitud más humana, más terrestre, que amalgame el mundo de las grandes efusiones con el de los idilios. Menos confiado en el éxtasis, parece también menos favorecido por su imaginación, de la cual había usado tan pródigamente."

Albert Beguin
El alma romántica y el sueño


"El poeta, que tiende a captar en el acto mismo de la creación poética fragmentos de su propio destino (o, lo que viene a ser lo mismo, partículas de la realidad invisible), no elegirá sus palabras y sus imágenes conformándose a alguna ley de inteligibilidad en que haya convenido con el común de los mortales: elige aquellas sonoridades y aquellas alusiones, intraducibles para él mismo, que despiertan en él las ondas infinitas de una emoción reveladora; una flor, un color, uno de los nombres de Dios, hasta una sílaba, serán las cosas que, a causa de una asociación con el recuerdo personalísimo de un instante favorecido, quedarán cargadas para él de un valor afectivo. Para él solo, según parece al principio; pero si es un verdadero mago y si sigue con toda sinceridad esos como choques interiores que ciertas imágenes producen en todos los hombres, el milagro se producirá y el lector sabrá que el poema le habla de una realidad profunda."

Albert Beguin
El alma romántica y el sueño


"Hay pues una analogía entre el universo sensible y el plan divino, o entre la vida ordinaria del hombre y su destino providencial, o aun entre los acontecimientos de la historia judía y los fines últimos asignados por Dios a su pueblo. Este nexo de parecido llega tan lejos, y se ramifica de tan compleja manera que la propia gracia, tomada aquí como la voluntad providencial en acción en la historia, es figura por su parte de aquello que es a la vez su origen y su promesa. Sobre estas múltiples analogías, Pascal edificará su fecunda teoría de los "figurativos”, teniendo cuidado de apartar un “espiritualismo” excesivo, que reduciría la creación, el hombre y la historia a no ser más que figuras de lo invisible, en sí mismas privadas de ser y de consistencia propia. Fiel al habitual itinerario de su espíritu, Pascal registra, aquí como en otros lados, el dato paradójico de lo real y, lejos de querer suprimir la contradicción, se dedica a mostrar que ésta es la verdad misma: ahondando en ella se alcanza el misterio que incluye necesariamente los términos "contrariados". Que lo visible sea imagen de lo invisible no empuja a decir que sea pura apariencia y sombra proyectada sobre el muro de la caverna; hay que afirmar, por el contrario, que sin dejar de prestar testimonio de lo invisible —que no lo suprime sino le añade una dimensión suplementaria—, lo visible conserva su ser propio."

Albert Beguin
Pascal



“La soledad de la poesía y de los sueños nos saca de nuestra soledad desolada.”

Albert Beguin


"Pero es tal el valor poético de esos elementos sacados del fondo de un pasado conmovedor, que lo que menos importa es conocer su origen exacto. Al entrar en el universo del poema, actúan por sí mismos y el análisis biográfico nada puede añadir a su virtud de hechicería."

Albert Beguin
El alma romántica y el sueño


"Quienes se aventuran a esas exploraciones interiores traen de ellas obras singulares y perdurables que conservan, de su autor, no su ser accidental y perecedero, sino su esencia y su figura mítica. Esos hombres procuran llegar al plano profundo, en el cual se desarrolla, no su propia historia terrestre, sino su destino eterno. A semejanza de los místicos, pagan con el anonadamiento de su persona la inmersión en la noche."

Albert Beguin
El alma romántica y el sueño


"¿Soy yo el que sueña en la noche? O bien, ¿me he convertido en un teatro en que alguien o algo presenta sus espectáculos ora ridículos, ora llenos de una inexplicable cordura? Cuando pierdo el gobierno de estas imágenes con que se teje la trama más secreta, la menos comunicable de mi vida, ¿tiene su unión imprevista alguna relación significativa con mi destino o con otros acontecimientos que se me escapan?"

Albert Beguin
El alma romántica y el sueño









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