Florence Gauthier

"En Francia, fue Jaurès quien, en 1904, afirmó con fuerza esta nueva tesis en su Historia socialista de la Revolución francesa. ¡Los Montagnards, que hasta entonces habían sido percibidos como los defensores de la causa del pueblo y tachados de «anarquistas», de repente se vieron transformados en «pequeño-burgueses» de nariz empolvada y de mentalidad estrecha! De nuevo, Robespierre fue el primero pagar los platos rotos. Con esta operación, la «revolución burguesa» se convertía en un paso obligatorio de la historia del «progreso» y el capitalismo se transformaba en el instrumento de este «progreso». ¡ Para Jaurès, el héroe de la Revolución ya no estaba al lado del pueblo, sino al lado del «capitalismo» y Barnave se transformó, por necesidades del guión, en una prefiguración del propio Marx! ¡ Hay que leer las páginas asombrosas, en qué Jaurès compara a Barnave con Marx en el tema del carácter progresista atribuido al capitalismo y de un materialismo que les sería común! ¡ Estas dos afirmaciones merecerían ser revisadas en modo crítico! ¡Será bien difícil encontrar lo que Marx podía tener en común con un «liberal económico» y con un defensor del colonialismo esclavista y segregacionista! Pero aquí nos encontramos ante un nuevo capítulo de esas historias enmarañadas …"

Florence Gauthier



"... la Declaración de los derechos de hombre y del ciudadano merece un instante de atención. Pero antes, precisemos que el término «burguesía» es inadecuado para designar a la mayoría de la Asamblea Constituyente. No olvidemos que esta asamblea de los Estados generales, transformada en junio de 1789, en Asamblea constituyente, estaba formada por numerosos señores, nobles o plebeyos, algunos cultivadores acomodados y por una miríada de profesiones liberales. Es mejor hablar de «clase de los poseedores», en la que se mezclaban señores feudales y poseedores del capitalismo de esta época (negociantes, plantadores de las colonias, grandes granjeros). ¡ Esto es más preciso!

Volvamos a la Declaración de los derechos de hombre y del ciudadano. ¡ Este texto sintetiza la teoría de la revolución del período moderno, desde el siglo XVI! No fue solamente un texto circunstancial, sino una nueva tentativa para hacer reconocer, a escala de toda una sociedad, principios de derecho de las personas, los pueblos y de la humanidad que debían ser respetados por los poderes públicos. ¡Habían habido unas tentativas anteriores, en Inglaterra en el siglo XVII, con dos revoluciones sucesivas, luego en Holanda que desarrolló una guerra de independencia, contra un ocupante extranjero, que duró cerca de un siglo! En 1788, una revolución en las «provincias belgas», que intentaban seguir las huellas de Holanda, había precedido, en Europa, a la revolución francesa. De hecho, un ciclo inmenso de revoluciones había comenzado ya a sacudir el dominio colonial europeo, en América, luego había alcanzado Europa, para volver de nuevo a América a principios del siglo XIX.

El voto de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano fue uno de los primeros actos de la Revolución en Francia. Cuando los Estados generales se reunieron en mayo de 1789, la imprudencia del Rey le hizo creer que podría reprimir este «barullo», pero esa actitud tuvo consecuencias inversas, y los diputados tuvieron el coraje de arrebatarle la soberanía al Rey para reconocérsela al pueblo que acababa de elegirles. Este fue el sentido del Juramento del Jeu de Paume, el 20 de junio de 1789. En ese momento, los campesinos, que no veían mejorar su suerte, pasaron a la acción en julio siguiente y formularon claramente su voluntad de suprimir el régimen feudal y de repartir el dominio señorial en dos partes, quedando una mitad para los señores, y la otra mitad para los campesinos, que verían por fin sus tierras libres de toda renta.

Este gran levantamiento campesino, llamado Gran Miedo, obligó la Asamblea a legislar. Ésta reconoció, de una parte el principio de la supresión completa del régimen feudal, en el contrato social en Francia, y el de la declaración de los derechos de hombre y del ciudadano, como principios de carácter constituyente. En cuanto al régimen feudal, la Asamblea aceptó ese enunciado radical, rechazando posteriormente las medidas concretas. En cambio, la Declaración de los derechos fue votada el 26 de agosto de 1789."

Florence Gauthier




"Marianne, la denominación dada en Francia a la República, procede del nombre del jesuita español Juan de Mariana, ilustre miembro de la Escuela de Salamanca."

Florence Gauthier


"La humanidad pasó a ser entendida de una forma “moderna”: la conforman todos los seres humanos que habitan cualquier parte de la tierra. Este derecho natural a nacer libres pasaba a convertirse en algo consubstancial al ser humano."

Florence Gauthier


"La Revolución, en Francia, fue un movimiento profundamente anticapitalista, en todos los planos. Destruyendo realmente el régimen feudal, no solamente frenó un movimiento de concentración de la propiedad de la tierra en las manos de una clase de rentistas, sino que también realizó una reforma agraria redistribuyendo la mitad de las tierras de cultivo, gratuitamente, a los campesinos explotadores, ya fuesen ricos o pobres. También reconoció los bienes comunales como propiedad colectiva de los municipios, en Francia aún lo son. En el fondo, la revolución francesa fue realmente una revolución campesina. Además abolió la esclavitud en las colonias y ayudó a la crítica radical del colonialismo: cuando la Declaración de los derechos de hombre y del ciudadano penetró, por primera vez en suelo americano en 1793 se produjo una apertura extraordinaria que permitió realizar la primera independencia negra de este continente. Contribuyó, en fin a elaborar un programa de sociedad democrática, fundando el derecho a la existencia, oponiéndose a todas las formas capitalistas: la reforma agraria frenó el éxodo rural en Francia durante más de 50 años, pero también contribuyó a frenar la concentración de la gran explotación agrícola capitalista. En Francia, el comercio de los granos nunca ha sido abandonado a los comerciantes y el precio del pan ha sido «tasado» hasta… muy avanzado en el siglo XX.
Por eso la interpretación «marxista» que quiso transformar la revolución francesa en una «revolución burguesa» se convirtió en un verdadero rompecabezas para la izquierda, no sólo en Francia, sino en el mundo, si tenemos en cuenta que constituye un contrasentido asombroso. Digo «marxista» y no «marxiana», porque el pobre Karl Marx jamás tuvo la pretensión de ser un historiador de este acontecimiento y sus conocimientos sobre este tema evolucionaron con sus lecturas, lo que es muy normal. ¡ Qué sepa, Marx no era en absoluto un Dios todopoderoso y sabelotodo! Esto forma parte de un curioso capítulo de manipulaciones de las ideas y de montajes, a veces calumniosos y muy sabios. Ahora asistimos, a una ofensiva también asombrosa, que consiste en utilizar «ideas» atribuidas a Marx o a un «marxismo» ambiente, y en oponerlas abiertamente a acontecimientos de la Revolución.
¡François Furet se había prestado a este juego curioso en Pensar en la Revolución francesa, en 1979, cuando no vaciló en adelantar la tesis absurda de la Revolución francesa, «matriz de los totalitarismos» del siglo 20! ¡Él también levantaba un Marx defensor encarnizado del capitalismo qué reenviaba desdeñosamente la Revolución francesa a la utopía!
El filósofo Jean-Pierre Faye respondió luminosamente a Furet con su Diccionario político portátil en cinco palabras: demagogia, terror, tolerancia, represión, violencia14, que retomaba la historia política de la Revolución de los derechos de hombre y del ciudadano hasta hoy, pasando por la Revolución rusa, el estalinismo, los fascismos. ¡Faye recordaba que » el estado totalitario » de Mussolini pretendía ser una inversión de la teoría política de los derechos del hombre, elaborada por la Ilustración! Gracias a esta interesante aportación, Furet llegó a renunciar a su filiación de una Revolución francesa matriz de los totalitarismos. ¡No se puede decir lo mismo de tantos de sus perezosos turiferarios, que aún no han comprendido lo que le había ocurrido a Furet, y que continúan vulgarizando temas a los cuales él mismo había renunciado antes de morir!"

Florence Gauthier



"Para Robespierre, «la economía política popular» significa que el poder económico debe ser reglamentado por la política y la política es la «propiedad» común del pueblo."

Florence Gauthier


"¡Si conociéramos mejor la historia, podríamos protegernos mejor y prevenir su repetición! ¡La ignorancia siempre fue grata al despotismo y a las dictaduras, sean militares o económicas, cuando no a ambas!"

Florence Gauthier










No hay comentarios: