José Balza

"Cada sociedad ha atravesado violencias crecientes. Y períodos de estabilidad. Venezuela no es la excepción. En la actualidad, se nota que la democracia no educó a las masas para defenderla. Si hubiesen aprendido a razonar (ayer y hoy) la situación sería distinta. Pero todos cometimos errores. Ahora predomina la alarma ante eso.
A su manera, nuestras universidades, sus autoridades, estudiantes y profesores se defienden y tenemos jóvenes políticos lúcidos y valerosos. Tampoco la inteligencia verdadera cede su vigor: tanto en un humilde hogar como en aldeas o barrios, en escuelitas o instituciones superiores, hay independencia y creatividad. Eso contiene crítica y conciencia. Estamos aislados y desamparados en cuanto a fuerzas de acción, pero no ciegos ni sordos. La enfermiza clasificación política de derecha e izquierda destruye cualquier razonamiento justo. Atender las dificultades de la vida diaria, obviando esa imbecilidad, despierta a la gente.
Ya recuperaremos el adecuado nivel académico para las disciplinas mentales de gran calibre. Pero está más viva que nunca, aunque fragmentada, la aptitud individual para razonar, analizar, crear."

José Balza


"El aforismo es pensamiento, no ingenio u ocurrencia momentánea, aunque algo de esto hay en su aparición. Las redes coinciden, quizá sin saberlo, con los aforistas. Es natural. Pero reiterar o repetir una percepción no posee originalidad. El aforismo no puede carecer de vínculos duraderos con la inteligencia y el inconsciente, con lo inesperado. El tiempo retendrá frases valiosas del “ruido” social; de no convertirse en verdades, tendrán (ya ocurre así) cualidad de refranes, chistes o moralejas."

José Balza



"El mito era la continuidad de los gestos."

José Balza


“Eres otro en cada momento de la escritura, aunque el secreto resida en una humilde coma.”

José Balza



“Escribir es renacer siempre: sí, imitación y riesgo personal."

José Balza


"La sentencia moral solo busca dar ejemplo, puede estar cercana a lo religioso. El aforismo busca la libertad, es una súbita (por su hallazgo, por su brevedad) iluminación de algo que puede haber permanecido oculto en la humanidad o una propuesta novedosa. Incluye la ética, pero carece de límites conceptuales. De allí su irreverencia."

José Balza


"Me crié con pollos, cerdos, burros y toda clase de animalitos. Yo me asumía hermano de esos animales de manera natural. Pensaba que éramos familia, que yo era uno de ellos."

José Balza


"Nacer en el Delta es un privilegio. Qué decir del caudal de los ríos, de los pájaros, de los peces, de los indígenas, del verdor. [...] Tuve una infancia prodigiosa, plena de misterios de la noche, de las aguas. Dormíamos en chinchorros y sentíamos una profunda integración entre los animales, la naturaleza y nosotros. Nos desplazábamos libremente desnudos por doquier."

José Balza



"No todo me interesa en el mundo y en los seres. Pero cada vez abro más mis receptores.."

José Balza


"Nos cobija un pensamiento de futuro que no existe."

José Balza


"Se escribe por todo cuanto ha sido, también por lo que puede ser. Y esto último a veces me gusta más."

José Balza



"Todo ocurrió después de mediodía, cuando el grupo, elástico y feliz, invadió ciertos lugares poco conocidos. Idea del negrito, por supuesto. Llegaron a un bar, con audacia pidieron cervezas; su propio bullicio alejaba el ritmo de moda, en el equipo eléctrico. Bromear, reír, hasta el momento en que "Ochopán" descubrió que la extensa sala con mesas (y casi sin clientes a aquella hora) limitaba a su derecha con las habitaciones de los dueños y por el otro lado con una pared alta, tras la cual se escuchaban risas de muchachas y vuelos de gansos. Planteó en seguida el problema: ¿qué había al otro lado, quiénes se reían de ellos? En principio nadie le hizo caso, pero a la cuarta cerveza la cosa se había convertido en un problema fundamental. El sentimiento de la suspicacia -que desconocían hasta ese instante- se instaló en la mesa, obsesivamente.
"Ochopán", sin duda, tuvo la idea, la solución. Cuando el mesonero se alejara, cuando el dueño entrara a alguna parte de la casa, él acercaría rápidamente su silla a la pared, flexionaría con velocidad y tendría tiempo de observar el misterio. Así fue. Todos en guardia, y de pronto el negrito saltó sobre su silla, rumbo a la pared. El movimiento, veloz; apenas tuvieron tiempo de verlo ascender, apoyándose en la pared. Pero todos -incluso el empleado y el dueño, que acaba de aparecer- pudieron ver un encuentro jamás soñado: mientras "Ochopán" asoma su fea e interrogadora cabeza sobre la pared, mientras hace equilibrio para captar cada detalle, desde el otro lado (¿tal vez sostenida igualmente con una silla, por amigas?) se eleva también una figura oscura, de moñitos, de grandes labios; una cabeza negra que parece repetir a la de "Ochopán", pero que él nunca imaginó encontrar.
Un grito mutuo lanza al muchacho de este lado lejos de la pared, contra el piso, donde rueda la silla: "Ochopán" cae casi desmayado del susto: mientras la negrita Goya Pagola chilla, asustada por el rostro inesperado que acaba de ver en la otra casa.
Un desacostumbrado encuentro de adolescencia, que se convierte en fecha singular para las andanzas del grupo."

José Balza












No hay comentarios: