Alphonse Boudard

“Cuando escribo un libro, sobre todo quiero que el lector se divierta. Tengo una carta de Jean Anouilh que me dice: "¡Me reí mientras leía tu libro!". ¡Eso me hace feliz! Este tipo de literatura está mal vista, porque la literatura "tiene que ser seria". Oh bueno que mal. La alegría es lo más importante en la vida. Puedes contar las peores historias de esta manera…”

Alphonse Boudard


"Cuando estaba en la celda, por la noche, había toque de queda. A las seis de la tarde hay sopa, ¡y luego se acaba! Existe lo que se llama “cierre”. Se corta la electricidad. Más luz. En verano, podía trabajar hasta el atardecer, alrededor de las nueve o las diez. Pero en invierno era más difícil. Se fabricaban pequeñas lámparas, con el fondo de una lata o caja de betún. Le pusimos aceite que habíamos comprado en la cantina, luego una mecha de algodón y la encendimos... Era como la vieja lámpara de aceite de nuestras abuelas. De todos modos presentaba algunas dificultades, porque si el guardia era un cabrón, podría ponerte en fila y darte un informe. La sanción era la privación del correo, o la mitarda, posiblemente."

Alphonse Boudard


"El decurso de la vida se adapta a los olores de a bordo. Años después aún siento en mi nariz el aroma a estiércol de caballo, el olor a humedad de los purines... A lo largo de la fosa en el jardín se hallaban las dalias de Mamá Blanche. Las cuidaba como si fueran niños, estaba orgullosa y se lamentaba de que algunas fueran vendidas en el mercado. Aún puedo ver las dalias blancas, azules, violetas, pero con una salvedad, ellas jamás me recordarán. También había en el jardín claveles, rosas, gladiolos...crisantemos que florecían para nuestros seres queridos, los santos. Así ha sido el camino que he seguido.
¿Cuál? Comencé a vivir bien sin apenas darme cuenta... Lloraba, bebía, robaba, manoseaba, berreaba, me reía. Hice muchas cosas para llenar páginas enteras, para liberarme de la nada. ¿Cuándo fue el momento exacto en que todo comenzó? Es agradable torturar mi cabeza tratando de encontrar una solución engañosa...en relación a lo uno o a lo otro, volviendo la vista atrás. ¿Es lo mismo? Diría que vivimos varias vidas que se superponen, asidas en continuo movimiento. Nacemos con el instinto animal que nos lleva a comportarnos como meros perros callejeros, respirando los olores y deseando más."

Alphonse Boudard  también escribió una novela bajo el nombre de Laurent Savani
La muerte de un infante












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