Bernard Bosanquet

"Cuando, por ejemplo, leemos la historia de las ciencias inductivas en relación con el crecimiento de la lógica teórica, es posible que no despierten excesivo interés las fases pretéritas de determinadas ramas del conocimiento, excepto en la medida que nos ayuden a entender que el desarrollo de la mente humana, que es actualmente el objeto de nuestro estudio. La química o la astronomía de la antigüedad concitan mayor atención para nosotros que un palafito o un hacha de pedernal para un estudiante de antropología. Lo mismo podría decirse con respecto a otros elementos de la civilización, como los detalles alusivos a la forma política o a las costumbres sociales, las sutilezas del lenguaje o los pormenores del dogma religioso. Todos estos aspectos de la vida, si bien es cierto que haber descifrado el pasado es una gran ayuda en la compresión del presente, sin embargo, en general, exceptuando la investigación científica o la concreción histórica, estamos habituados a olvidarlos como parte del pasado. De hecho, las ideas morales y religiosas, omnipotentes en el pasado remoto, por lo general conservan una capacidad innata para despertar nuestro interés actual, tan profunda es la identidad de la naturaleza moral del hombre en todas sus manifestaciones. Pero no hay nada en este sentido a la altura de las mayores creaciones del arte, incluyendo la noble literatura. Su relevancia se incrementa a medida que envejecen, en lugar de disminuir. Y de ese modo, al intentar trazar la conciencia estética a través de las diversas etapas de su desarrollo, nos encontramos ante un material concreto interesante no sólo por su carácter antiguo, sino que constituye una gran parte de lo que se valora por sí mismo en relación a nuestro presente devenir. La historia de las bellas artes es la historia de la conciencia estética actual, como un fenómeno concreto; la teoría estética es el análisis filosófico de esta conciencia, por lo que el conocimiento de su historia es una condición esencial. La historia de la teoría estética es un relato que recorre la conciencia estética en su forma intelectual de teoría estética, pero no olvidando nunca que el asunto central a dilucidar es el valor de la belleza para la vida humana, no menos implícito en su práctica que explícitamente reconocido en cuanto a su reflexión. A pesar de la repugnancia natural que puede sentirse a la hora de analizar la belleza que nos conturba, hay que tener en cuenta la ventaja de esta rama de la historia de la filosofía que nos promete no sólo una interpretación teórica del pasado fenecido sino ser elemento coadyuvante a la hora de apreciar las realidades heredadas."

Bernard Bosanquet
Una historia de la estética


"El estado es el individuo real y que las personas son irreales en comparación con él."

Bernard Bosanquet


"Hablando en líneas generales, tengo la firme convicción de que confundir las ideas acerca de la moralidad con las ideas morales es algo muy pernicioso. Por ejemplo, nunca le diría a la gente que hay una norma que debe seguir o una sanción que han de afrontar. Como regla general, las perplejidades de la conciencia son evitadas para vivir la propia vida, tratando siempre de ampliar un punto de vista que varía caprichosamente.
Por lo tanto, asumiendo las ideas éticas en el sentido de ideas sobre la moral y las ideas morales como adalides de la vida, trato directamente por lo general con ideas morales y no con ideas acerca de la moralidad.
Soy plenamente consciente de que en una época intelectual esta distinción no es absoluta, pero la naturaleza de la ciencia da por cierto que la distinción siempre va a existir.
La idea, por ejemplo, que es especialmente deseable para sentirse bien o sentirse mal es una idea acerca de la moral; la idea de algo bueno en particular que ha de ser hecho es una idea moral. Cualquier fórmula de la justicia, como la igualdad, el mérito o la necesidad, es, por sí misma, una idea acerca de la moral; la concepción de algo definitivamente posible para llevar una buena vida es una idea moral. La idea de que el sacrificio es virtuoso es una idea acerca de la moral; la concepción particular por la que un hombre desprecia los placeres y se deleita en torno a una vida laboriosa es una idea moral. La idea de que la voluntad es libre cuando el hombre es bueno es una idea acerca de la moral; pero la voluntad sólo puede ser liberada por la aprehensión de determinadas ideas morales."

Bernard Bosanquet
La civilización de la cristiandad



"La Libertad del hombre, en el sentido así contemplado, reside en el mundo espiritual o suprasensual en el que se realiza su humanidad y en el que se realiza su voluntad. La familia, por ejemplo, la propiedad y la ley son los primeros pasos de la libertad del hombre. En ellos, la voluntad del individuo obtiene y confiere reconocimiento como agente en una sociedad cuyo vínculo de unión es ideal, es decir, que existe sólo en la conciencia; y este reconocimiento se convierte en deberes y derechos. Es en ellos donde el hombre encuentra algo por lo que vivir, algo en lo que y por lo que afirmarse. A medida que la sociedad se desarrolla, vive más en el mundo civilizado o espiritual, y menos en el mundo salvaje o puramente natural. Su voluntad, que es él mismo, se expande con las instituciones e ideas que forman su propósito,y la historia de esta expansión es la historia de la libertad humana. Nada es más superficial, más bárbaramente irracional, que considerar el progreso de la civilización como la acumulación de restricciones. Las leyes y reglas son un aspecto necesario de las capacidades ampliadas."

Bernard Bosanquet
En el prefacio a La introducción a la filosofía de las bellas artes de Hegel 



"Por Lógica entendemos, con Platón y Hegel, la ley suprema o naturaleza de la experiencia, el impulso hacia la unidad y la coherencia […] por el cual cada fragmento anhela el todo al que pertenece…"

Bernard Bosanquet


"Si la sociedad es orgánica e individual, entonces sus elementos podían cooperar fuera de un organismo centralizado de control, cuya necesidad presupone que la armonía debe ser impuesta sobre algo naturalmente inarmonioso."

Bernard Bosanquet



"Toda existencia finita trasciende necesariamente a sí misma y toca otras existencias y finalmente al conjunto."

Bernard Bosanquet














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