Eduard Bernstein

"Arquímedes, dijo: Dadme un punto de apoyo y levantaré el mundo. De igual modo puedo decir, también, a la clase obrera: Dadme el sufragio universal e igualitario y se habrá conseguido el principio social que es requisito fundamental de la liberación."

Eduard Bernstein


“El desarrollo económico ha llegado al punto en que una crisis podría ser inminente. Por consiguiente, el Congreso hace un llamamiento a los trabajadores del mundo para aprender a dirigir la producción, de modo que estén en condiciones de hacerse cargo de la gestión de la producción en tanto que trabajadores con conciencia de clase con el objetivo del bien común.” 

Eduard Bernstein



"La interpretación económica de la Historia no significa necesariamente que todos los acontecimientos son determinados de manera exclusiva por las fuerzas económicas. Significa tan sólo que los hechos económicos son las fuerzas decisivas que siempre reaparecen, los puntos principales en el proceso de la Historia."

Eduard Bernstein




“La palabra revisionismo, que en el fondo sólo tiene sentido para cuestiones teóricas, traducida a lo político significa reformismo, política del trabajo sistemático de reformas en contraposición con la política que pronostica una catástrofe revolucionaria como estadio del movimiento deseado o reconocido como inevitable.”

Eduard Bernstein


"Los principios que entonces se erigieron como bandera de la socialdemocracia fueron: la organización de los obreros en un partido político; la coalición política, sindical y gremial para resistir las tendencias capitalistas; la defensa de los derechos políticos y la generalización de la condición de ciudadano; la aceptación de la responsabilidad económica individual y; el desarrollo de la democracia. “La socialdemocracia lucha por la realización de la democracia en el estado, la provincia, la comunidad, como un medio para la efectivización de la igualdad política y como una palanca para la socialización del suelo y de las explotaciones capitalistas. Ella no es partido de los obreros en el sentido de que sólo acepta obreros en sus filas, sino que pertenece a sus filas aquel que admite y defiende sus principios, que frente a las cuestiones de la vida económica toma posición a favor del trabajo creador contra la propiedad explotadora. Pero ella se dirige fundamentalmente a los obreros; pues la liberación de los trabajadores tiene que ser ante todo obra de los trabajadores mismos. La principal misión de la socialdemocracia es inculcar esta idea en los obreros, y organizarlos política y económicamente para la lucha."

Eduard Bernstein
Postulados del socialismo y lecciones de socialdemocracia



"Tal como yo lo veo, hay que concluir que el socialismo llega, está en camino, pero no como desenlace de una colosal batalla política decisiva, sino como fruto de toda una serie de victorias económicas y políticas del movimiento obrero en sus distintos campos de actuación; no como consecuencia de un aumento cada vez más considerable de la opresión, de la miseria, de la humillación de los obreros, sino como efecto de su creciente influjo social y de las relativas mejoras conquistadas por ellos de índole económica, política y ética. No es del caos de donde veo surgir la sociedad socialista, sino de las realizaciones de tipo organizativo de los obreros en el terreno de la economía libre, unidas a las instituciones y a los logros a nivel estatal y comunal de la democracia militante. Tras todas las convulsiones y todos los golpes de las fuerzas reaccionarias, a pesar de ellos, descubro cómo la misma lucha de clases adopta formas más civilizadas; y precisamente en ese ir civilizándose de las luchas políticas y económicas veo la mejor garantía de realización del socialismo."

Eduard Bernstein



“Toda la actividad práctica de la socialdemocracia está encaminada a la creación de las situaciones y requisitos que hagan posible y garanticen el tránsito sin rupturas violentas del moderno orden social a un orden superior. La socialdemocracia lucha por la realización de la democracia en el estado, la provincia, la comunidad, como un medio para la efectividad de la igualdad política y como una palanca para la socialización de la tierra y de las explotaciones capitalistas. Ella no es un partido de los obreros en el sentido de que sólo acepta obreros en sus filas, sino que pertenece a sus filas aquel que admite y defiende sus principios, que frente a las cuestiones de la vida económica y social toma posición a favor del trabajo creador contra la propiedad explotadora.”

Eduard Bernstein
Tesis sobre la parte teórica de un programa partidario socialdemócrata




"Zúrich en el año que llegué allí -en 1879- era tan diferente al Zúrich de hoy en día, como el Lugano de ese período con respecto a los días presentes. En sus ocho o nueve suburbios independientes contenía poco más de la mitad de habitantes de los que puede presumir la actual ciudad. Faltaba, por supuesto, una proporción considerable de los espléndidos edificios que la adornan hoy en día y la mayor parte de sus viviendas y distritos financieras mostraba ya una especie de colorido local. En la parte sur de la ciudad, existía ya la calle Bahnhof, en torno a la cual se erigía toda una arquitectura de estilo moderno o pseudo-clásico. Y en los suburbios, así como en las alturas aledañas, no eran necesarias las villas palaciegas, de hecho, la gran mayoría de viviendas y casas comerciales se encontraban por igual en medio de las estrechas calles de la vieja ciudad montañosa, donde podían apreciarse monumentos de una civilización pretérita, o en las nuevas calles, sólo entonces parcialmente construidas, en cuyo caso se trataba de una especie de cruce entre las viviendas de una ciudad moderna y las propias de las zonas rurales.
El Zúrich de esos días conformaba en gran medida una combinación de ciudad, mercado y capital. En algunos lugares los prados y viñedos se extendían casi hasta los límites de la ciudad vieja y cualquiera que visitara la tumba del talentoso Georg Büchner, situada en una colina una vez pasado el barrio de Fluntern, podría admirar aún casas de auténtico tipo suizo. Parte de la colina que se encuentra sobre la tumba de Büchner y que en aquellos días era un desierto se cubre con villas entre las que un camino conduce más allá de sus hermosos jardines, ofreciendo un agradable paseo en verano.
Pero si logramos escapar de esta confusión de villas para buscar la tumba, es difícil recuperar el estado de ánimo que éste evocó otrora, en medio de la soledad del viajero que llega desde Fluntern o Oberstrass por laderas cubiertas de brezo. Para él era un lugar de reposo mientras que el caminante de hoy apenas tiene ocasión para detenerse siquiera un momento y dirigir una mirada al poeta que escribió la tragedia La muerte de Dantón así como al revolucionario Landbote Hessische, a quien Georg Herwegh dedicó el noble poema que comienza con estas palabras:

El esplendor queda abatido de nuevo,
el aura nos es sustraída;
la víbora mortal puede irse sin daño;
El águila muere bajo mis pies.

De este poema se tomaron también las líneas grabadas en la lápida:

La tumba acoge una canción inconclusa,
sus poemas más nobles no son los que deja.

Herwegh también encontró un segundo hogar en Zúrich. La casa, que finalmente habitó se hallaba al borde superior de una verde ladera frente a la escuela del Cantón y en mi tiempo era como asomarte a la vida del gran hijo de Suabia. Hoy está rodeada de edificios de la Universidad."

Eduard Bernstein
Mis años de exilio









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