Sofía Behrs

"Amo a mis hijos con pasión, con desgarro: cualquier sufrimiento, por pequeño que sea, me lleva a la desesperación; una sonrisa, una mirada, me hacen llorar de alegría. Iliusha no se encuentra bien. Estoy esperando a los Diákov, a Tania, a Máshenka (hermana de Tostoi), que vienen con las niñas. Hoy se han instalado en su nueva residencia. Dar el pecho supone un gran esfuerzo, y a menudo me siento débil. Si no quisiera tanto a los niños, todo resultaría más fácil. [...] Me encuentro en un terrible estado de perplejidad, de angustiosa urgencia, como si pronto debiera acabarse algo. Muchas son las cosas que en breve van a llegar a su fin, y eso me asusta. Los niños han estado continuamente enfermos, y con la inglesa (la institutriz) todo es triste e incómodo. Sigue sin entusiasmarme. Dicen que cuando uno está a punto de morir siente ansiedad. Y yo experimento tal ansiedad que siempre estoy corriendo de acá para allá, y hay tantas cosas que atender. Lióvochka (su marido) ha estado escribiendo frenéticamente todo el invierno, lleno de emoción y con lágrimas en los ojos. 1. En mi opinión su novela debe ser soberbia. Todo lo que me lee me emociona también tanto que casi se me saltan las lágrimas, y no sé si eso se debe a que soy su mujer –es decir, obedece a mi simpatía- , o a que es realmente bueno. Creo que más bien a esto último. A nosotros, a la familia, lo único que nos reporta son les fatigues du travail, a mi me muestra una impaciente irritación, y últimamente he empezado a sentirme muy sola."

Sofia Andréyevna Tolstáya nacida como Sofia Behrs
Diarios


“El 23 de septiembre se cumplieron exactamente 25 años de nuestra boda. Dimitry Diacov, el mejor amigo de León, llegó. Cuando Diacov nos felicitó y dijo que nos felicitaba sinceramente por tener un matrimonio feliz, León agregó sus palabras, palabras que me causaron dolor: ‘¡Pudo haber sido mejor!’. Estas cortas palabras de manera clara describieron estas eternas exigencias abrumadoras, impuestas por mi esposo, que yo, a pesar de un esfuerzo extremo en mi labor, nunca logré satisfacer.”

Sofía Behrs



“Él esperaba todo de mí, mi pobre, mi querido esposo, aquella unión espiritual que era casi imposible con mi vida material y preocupaciones, de las cuales era imposible huir a alguna parte. No habría podido compartir su vida espiritual en palabras y llevarlas a cabo en la vida, romperla, arrastrando a una gran familia, es inconcebible y además, inmensurable.”

Sofía Behrs


"¿Es este el destino de la mujer?, pensaba Anna. ¿Poner el cuerpo a disposición de un niño de pecho y luego del marido? Uno detrás de otro, ¡siempre! Pero, ¿dónde está mi vida? ¿Dónde está mi yo?». ¿De quién es la culpa?"

Sofía Behrs


"Me deja sola por la mañana, la tarde y la noche. Tengo que gratificar su placer y dar de mamar a su hijo, soy un mueble de la casa. Soy una mujer. Intento suprimir todo sentimiento humano. Cuando la máquina funciona bien; calienta la leche, teje una manta, exige poco y trajina intentando no pensar —y la vida es tolerable. Pero en cuanto me quedo sola y me permito pensar, todo me parece insufrible."

Sofía Behrs



"Mientras copio experimento un nuevo mundo de emociones, pensamientos e impresiones. Nada me conmueve tan profundamente como sus ideas, su genialidad."

Sofía Behrs



“Sollogub me ha dicho que soy la mujer ideal para un escritor; según él, esta tiene que ser la niñera del talento.”

Sofía Behrs
Diarios


“Soy la que satisface sus deseos, soy la niñera, soy un mueble más, soy una mujer.”

Sofía Behrs
Diarios

“Soy libre de comer, dormir, callar y someterme. Pero no soy libre de pensar a mi manera, de amar a quienes he optado por hacerlo, ir a donde me parezca interesante y a donde me sienta bien mentalmente...”

Sofía Behrs






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