Bjørn Lomborg

"Creo que es un engaño hablar del covid-19 sin tener en cuenta las consecuencias económicas. No se puede negar que esta enfermedad puede ser muy letal, pero tenemos que hablar de cómo mitigar esos fallecimientos o, en general, los contagios. Quizá los países desarrollados se pudieron permitir un primer confinamiento, pero lamentablemente vemos que de nuevo están volviendo a aplicar medidas similares, de manera que la rentabilidad de una respuesta tan drástica se puede llegar a esfumar y la cura puede terminar siendo peor que la enfermedad. En el Consenso de Copenhague hemos hecho estudios en países emergentes como Malawi, Ghana o Nigeria hemos concluido que no tiene sentido aprobar un confinamiento, porque los costes se sitúan por encima de los beneficios. De hecho, los costes llegan a ser mucho más elevados que los beneficios."

Bjørn Lomborg



"Después del huracán Katrina, que arrasó Nueva Orleáns, todo el mundo se encolumnó detrás de Al Gore y comenzó a afirmar que había que reducir las emisiones de CO2 para ayudar a los afectados. Pues no, lo que ellos necesitaban en forma más urgente era que se construyeran diques más altos para contener las inundaciones.
Hay mucha gente en los países emergentes que se ve sacudida por huracanes y no nos enteramos. Gente de Bangladesh o de Myanmar, por citar algunos ejemplos. Pero ahí la solución que se propone no es cortar las emisiones de carbono, sino mejorar la infraestructura o los sistemas de alerta temprana. De todas formas, el principal factor que te puede ayudar a hacerle frente a un huracán es contar con la mayor cantidad de recursos posible. Un huracán que mate a cinco o diez personas en la costa de Florida, mata a diez mil en Guatemala.
 "Somos una agrupación que trata de defender estos argumentos en discusiones públicas. Eso no quiere decir que tengamos mucho poder. Diría que el único poder que tenemos es el de convencer. Y tratamos de hacerlo para que se invierta de manera más inteligente. Es frecuente que se gaste dinero tratando de hacer un bien, pero no que se analice a fondo la eficiencia de ese gasto. Nos motivamos porque pensamos que estamos haciendo algo bueno, pero no medimos las consecuencias reales de ello...
Hay mucha gente que entiende nuestros argumentos. Hay mucha materia gris capaz de pensar en esta línea. Pero es frecuente que esa materia gris tenga que batallar contra intereses económicos. Gente que quiere conseguir subsidios para paneles solares o biocombustibles, por ejemplo. Y cada quien cuida su quinta."

Bjørn Lomborg



"El calentamiento global es real, es creado por la humanidad y es un problema importante. Pero no es el fin del mundo."

Bjørn Lomborg



"En los noventa yo era el prototipo perfecto del activista urbano. No salía pintado de cebra a ningún lado, pero escribía cartas a los diarios alertando que el mundo estaba al borde del desastre y, por supuesto, tenía pegado en mi cuarto un póster con la frase: «Solamente cuando se haya talado el último árbol, contaminado el último río y pescado el último pez, el hombre se dará cuenta de que no se puede comer el dinero»."

Bjørn Lomborg


"Hay que empezar a hablar con mayor seriedad, con datos en la mano, sobre el medio ambiente, sin perder de vista que somos buenos solucionando los problemas."

Bjørn Lomborg



"Invertimos mucho para cumplir con las exigencias del Protocolo de Kyoto. En un año, con todos los recursos que destinamos ahí, podríamos darle agua potable a toda la población del mundo. Y, disculpen, pero yo creo que darle agua potable a todo el mundo es más prioritario que cumplir con el Protocolo de Kyoto. Eso es justamente lo que falta: ordenar los problemas en una lista de prioridades."

Bjørn Lomborg



"Llevamos treinta años comprometiéndonos a cumplir grandes acuerdos climáticos internacionales. En 1992 se hizo una cumbre de países ricos, en 1997 se firmó el Protocolo de Kyoto, en 2015 se celebró la Cumbre de París… Sin embargo, estos pactos nunca se cumplen e, incluso si se llevan a cabo, mi estimación para la Cumbre de París apunta que la reducción de la temperatura global sería de apenas 0,2 grados centígrados a final de siglo. Entonces, ¿cómo se soluciona el cambio climático? La clave está en la tecnología."

Bjørn Lomborg


"Me defino como un realista en materia de cambio climático. Coincido con la tesis central de los informes de la ONU, porque sí creo que las temperaturas están tendiendo a subir, que la actividad económica del hombre exacerba ese aumento y que todo ello puede tener consecuencias negativas. Pero, de igual manera, pienso que es fundamental decir que no podemos tratar este asunto como si fuese más grave de lo que realmente es. Los datos demuestran que hay demasiado alarmismo en los grandes debates medioambientales.
A menudo vemos que los políticos exageran la gravedad de determinados problemas para atraer un mayor apoyo hacia sus causas. No ocurre solo con el cambio climático. Pero no tenemos que basar el debate sobre estas cuestiones en el miedo, generando un alarmismo excesivo porque, si tomamos soluciones de esa forma, acabamos apostando por políticas que son muy costosas y que no son muy eficientes.
Pensemos, por ejemplo, en el coche eléctrico. Se ofrecen muchas ayudas a esta tecnología, con subsidios de 5.000 euros o más en muchos países europeos, pero la caída de emisiones equivalente es muy pequeña, se compra a 300 euros en los mercados de emisiones. Por lo tanto, no hay que destinar mucho dinero a financiar programas que nos hacen sentir bien, pero que no tienen un impacto notable. Hay que ser eficientes."

Bjørn Lomborg



"No hay que asustar a los niños: el mundo no se va a acabar con el cambio climático."

Bjørn Lomborg


"Todos los escenarios que se plantean a futuro parten de que el mundo será mucho más rico en el año 2120 que en 2020. Mucho más rico. Nadie duda de eso. Al contrario, se asume que habrá una clase media más grande a nivel global, que la pobreza seguirá bajando de forma significativa, que viviremos más y más años, que tendremos mejor salud, etc. En 2075, por ejemplo, se estima que el ciudadano medio del mundo será tres veces más rico que hoy.
Partiendo de esa base, el cambio climático va a golpear el nivel de vida de los ciudadanos. Nordhaus y otros economistas han calculado cuál será el impacto que va a tener el cambio climático en nuestro bienestar. Y, cuando cruzamos unos cálculos con otros, encontramos que todas estas estimaciones significan que seremos solo un poco menos prósperos si se dan los supuestos más pesimistas. En el peor de los casos, nuestro nivel de vida se reducirá un 2%. No vamos, pues, a una distopia digna de Hollywood en la que todos nos arruinamos, sino a un mundo más rico."

Bjørn Lomborg
















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