Charles Brockden Brown

"Cuán delgado es el alojamiento que la naturaleza ha provisto para el hombre."

Charles Brockden Brown


"El vestidor se hallaba cerca, y recordé los intrincados horrores de que había sido causa. Tal vez allí se ocultaba el origen del peligro y la satisfacción de mi curiosidad. ¿Me atrevería otra vez a explorar sus rincones? Me costaba tomar esta decisión. Estaba abstraída en mis pensamientos cuando, al posar los ojos sobre una mesa, vi un papel escrito. Reconocí inmediatamente la escritura de Carwin y leí lo siguiente:
Era absurdo confiar en que atendiera mi invitación. Imagine cuál no sería mi decepción al encontrar a otra en su lugar. La he esperado, pero esperar más tiempo hubiese sido imprudente. Intentaré volver a verla, pero eso ha de ser a otra hora y en otro lugar; hasta entonces, le dejo estas líneas… ¡Cómo podrá soportar…! ¡Cuán inexplicable habrá de resultarle! ¡Algo tan insólito… una visión tan horrible!
Esto decía aquella abrupta e insatisfactoria nota. La tinta todavía estaba húmeda; la escritura era la de Carwin. Lo que significaba, o bien que hacía un momento que había abandonado esta habitación, o que aún estaba aquí. Miré hacia atrás, con la súbita esperanza de verle a mis espaldas.
¿A qué otra mujer se refería? ¿Qué suceso contrario a mis expectativas se había producido? ¿Qué visión estaba a punto de contemplar? Volví a mirar en derredor y no vi nada extraño. Me acordé nuevamente del vestidor, y decidí buscar en él la clave de aquellos enigmas. Tal vez allí se ocultaba el cuadro que burlaría mis expectativas y desataría mis terrores.
He dicho ya que la puerta del vestidor se hallaba junto a la cabecera de mi cama, la cual, por ambos lados, estaba oculta por las cortinas del dosel. En el lado más próximo al vestidor la cortina estaba descorrida. Al pasar junto a ella, miré hacia el interior. Me sobresalté y volví a mirar. Llevaba una lámpara en la mano, y la acerqué a mis ojos con la intención de despejar las engañosas nieblas que pudieran flotar ante ellos. Volví a fijar la vista sobre la cama con la esperanza de que una contemplación más atenta haría desvanecerse lo que parecía ofrecerse a mi mirada."

Charles Brockden Brown
Wieland o la transformación



"Hay ideas en nuestras mentes que pueden ser explicadas por leyes no establecidas."

Charles Brockden Brown


"Me dije: Debemos morir. Tarde o temprano, debemos desaparecer para siempre de la faz de la tierra. Cualesquiera que sean los vínculos que nos mantienen con la vida, deben romperse. Esta escena de la existencia es, en todas sus partes, calamitosa."

Charles Brockden Brown


"No confíes en la firmeza de tus principios, ni en la firmeza de tu integridad. Sé siempre vigilante y temeroso. Nunca creas que tienes suficiente conocimiento, y no dejes que tu cautela se duerma por un momento, porque no sabes cuando el peligro está cerca."

Charles Brockden Brown


"Solía ​​suponer que ciertos males nunca podrían sobrevenir a un ser en posesión de una mente sana; que la verdadera virtud nos proporciona una energía que el vicio nunca puede resistir; que siempre ha estado en nuestro poder obstruir, por su propia muerte, el designios de un hombre enemigo que apuntaba a menos que nuestras vidas."

Charles Brockden Brown


"Todos los hombres se ven a veces influidos por sentimientos inexplicables. Las ideas los acosan a pesar de todos sus esfuerzos por desecharlas. Se entretienen los precios, por lo que su razón es incapaz de descubrir ninguna causa adecuada. La fuerza de una creencia, cuando está desprovista de cualquier fundamento racional, parece, por sí mismo, proporcionar un nuevo terreno para la credulidad. Admitimos primero una poderosa persuasión, y luego, al reflexionar sobre la insuficiencia del terreno sobre el cual se construye, en lugar de que se nos pida que prescindamos de él, nos convertimos en unida más a la fuerza a él."

Charles Brockden Brown











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