Alphonse de Châteaubriant

"Era alrededor de las ocho cuando llegaron a Poitiers. La feria estaba en pleno apogeo y el señor de Lourdines sentía que no podía vivir sin la ansiedad propia de aquel ambiente. La marea siempre retorna de nuevo.
El camino no era lo suficientemente amplio para desenganchar los carros repletos de piezas de cerámica. Los cerdos se debatían entre las piernas de los agricultores y los paraguas que éstos llevaban bajo el brazo.
Nosotros avanzábamos con mayor lentitud, la yegua erguía su cuello entre el tambaleante bullicio de pieles de conejo y grandes sombrillas rojas desplegadas.
Frédéric tenía muchos amigos que estrechaban su mano al pasar, por lo que el Sr. de Lourdines, al no reconocerlos, tomaba la precaución de desoír la voz de la multitud y refugiar su mirada al abrigo del ala de su sombrero. Había que cruzar gran parte de la ciudad para llegar a Plat d´Etain, descendiendo entre burgueses y comerciantes.
En el patio, un montón de carruajes ya estaban enfilados.
-No logramos avanzar nada, dijo Frédéric, tirando de las riendas.
Un mozo nos ofreció unas mantas y cepillar la cabeza del caballo, pero rechazamos su propuesta.
El señor de Lourdines muy deprimido, desorientado y sintiendo un enorme cansancio en sus piernas, desmontó. Una voz alegre estalló detrás de él:
-¡No es posible! ¡El señor de Lourdines! ¡El señor de Lourdines aquí en Poitiers! ¿Cómo está usted, señor?
El que hablaba así era el señor Bricart, ataviado con un traje color vino tinto, rizado de lana. Se trataba de un experto jinete, amigo de los señores.
-Le saludo señor Bricart... me pregunto si habrá alguna habitación libre donde podamos pasar la noche."

Alphonse Van Bredenbeck de Châteaubriant también de Brédenbec
Monsieur des Lourdines



"Hitler es ante todo un poeta, un gran corazón, y es sobre el hombre de todas las naciones que reflexionó. Valor para comprenderlo, es un hombre excepcional cuyo espíritu extrae sus ideas, no de las regiones glaciales de la ambiciosa habilidad política, sino de un profundo amor y autodisciplina del que los profesionales de la estafa y el fraude no tienen ni idea."

Alphonse de Châteaubriant
La Gerbe des Forces


"Por la gracia de Dios, yo Rey de Francia y de Navarra, habiendo escuchado a mis dignos asesores en el Parlamento de Bretaña, me dirijo a vosotros, gente de Brière, que humildemente suplicáis que se os conceda la potestad de disfrutar de las propiedades que conforman la parroquia de Brière. Por la presente os concedo la potestad de cultivar gratis las tierras y posesiones en torno a dicha parroquia y de erigir las construcciones que consideréis oportunas para el cultivo y el tratamiento más óptimo del ganado, así como la prevención de cualquier daño futuro...
Para asegurar la preservación del buen estado de las sendas y caminos de la Brière instamos así mismo a la realización de las obras que se estimen oportunas, en detrimento de cualquier controversia que pudiera haberse formulado al respecto...
Dado en Versalles, el día veintiocho de enero del año de Nuestro Señor en mil setecientos ochenta y cuatro, décimo de nuestro reinado."

Alphonse de Châteaubriant
La Brière







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