Francisco Carrasquer

“Con Ascaso vivo habría cambiado el curso de la Guerra Civil.” 

Francisco Carrasquer



"Estos cantos de los pueblos ibéricos, y muy en especial el romance, han sido cultivados simultáneamente por nuestros grandes poetas, y la maravilla es que lo hayan hecho hasta los más exquisitos y sofisticados, o los más graves y altivos y hasta los más agrios y acerbos.
Porque si no hay cultistas en el mundo iguales a nuestros Quevedo y Góngora, es prodigio que hasta ellos hayan bebido -y no poco- en el abrevadero lírico popular. Pero lo más genuino y sin par de la fuente de este abrevadero es el romance, no hay duda: el romance es un fenómeno único. Su caudal épico-lírico viene sin cesar alimentado por el sempiterno intercambio creador entre el hombre-poeta y el poeta-pueblo. O así parece.
El romance es por sí solo un obelisco que se yergue intermitentemente por todo lo alto de nuestra historia literaria y la sostiene a veces casi solo como una columna salomónica con su espiral de alternas asonancias reiteradas. Hay más: ¿qué decir a este respecto del teatro, de nuestro teatro? ¿Ha habido en el mundo otro caso de simbiosis parecido? Hasta el extremo de que, más de una vez, está uno viendo lo que pone Lope -en este caso, el más vasto de nuestros «Fénices de los Ingenios»- y le suena a uno a pueblo. O al revés: cuando oyes hablar al pueblo nos suena su gracejo al de Lope de Vega."

Francisco Carrasquer
Ascaso y Zaragoza, dos pérdidas: la pérdida



“Estoy en contra de la revolución cruenta. Así no se gana nada. Ahora ya no soy anarcosindicalista. He expresado mi idea de una sociedad nueva en ‘El grito del sentido común’ (Libertarias), donde defiendo una nueva manera de pensar: la calidad de la vida debe estar fundada no en el poseer mucho, sino en poseer lo menos posible con la máxima eficacia, evitando ser esclavos de las cosas.”

Francisco Carrasquer


I

Frío puro del alba.
Entre el impuro frío de la noche
y el diurno calor del corazón
hay un filo de hora
que corta en dos la lente de razón:
medio disco de Dios, medio del hombre. 

Medios discos no ruedan.
O son cálices, o lámparas, o barcas;
o son cuernos, o son hachas, o son balas. 

Todo es posible en el alba:
esa hora del blanco frío,
en que el sonrojo aún no asalta
y se ha retirado el luto. 

El fofo algodón del alba
embebe el cruento escándalo,
languidece el ojo horrible
y ensordece los disparos.


Parece hora de sonámbulos
y es la hora en que más despiertos
se crispan los sentenciados.
Luego, les llega el dormir
con los trigales por manta
y una amapola en los labios. 

Los aullidos de Caín
los despiertan de alba en alba.

Francisco Carrasquer



II

Millares de pies desbotados
se acercaban por los corredores
y se calzaban para dar el puntapié
a las pesadas puertas descorrido el cerrojo 

millares de manos impacientes
por agarrar el manojo de alambres
tensados por el miedo
y galvanizados por la rabia 

millares de alambres esperando el corte
de la tenaza que va a apretar el alba 

no más voz ni temblores
la mano del alba y su tenaza 

un insípido vaho en la bocaza
un olor nauseabundo en los calzones
una siniestra gota irónica de semen
un crujido de tablas
un chasquido de botas
un clic de algún resorte
un saco que se aplasta sordamente
y un choque seco de una calabaza 

y con los alambres
sueltos van a hacer nido las garzas 

y todos los pajarillos
se ponen a alborotar
contra las máscaras que andan
hacia el día hacia la luz
que les va a volver la cara.

Francisco Carrasquer


III

Saldrá el sol
y será demasiado tarde
porque habrá pasado ya
el cuarto de hora secante
que enjugará la tinta
y copiará la palabra del revés
y para leerla
habrá que echarse boca arriba

a menos que no se tenga un cuerpo
duro frío y bruñido
contra un alma de azogue

saldrá el sol
y será demasiado tarde
porque la luna ya se habrá fundido
como un helado de nata en esa mano
del asesino que habrá ya blanqueado
el escenario la cruz y los sepulcros

saldrá el sol
y será demasiado tarde
porque su heraldo pálido
lo habrá pasado ya a cuchillo
y en todo el horizonte chorreando
se habrán perdido ya sus huellas dactilares

y el inspector y el juez dormidos.

Francisco Carrasquer Launed



“La importancia de los anarquistas es absoluta. Total. Sin ellos no se hubiera controlado Barcelona. Estábamos preparados desde hacía una semana. Yo estaba en el Ateneo de Las Corts. Salimos a la calle armados y eso sorprendió al ejército nacional. Nosotros salimos a la calle zumbando, pegando tiros y les hicimos correr, justo lo que no pasó en Zaragoza porque Durruti, cosa que no hubiera hecho Ascaso, insisto, se detuvo en Bujaraloz en vez de partir hacia Zaragoza.”

Francisco Carrasquer


“Mi inclinación por el seminario, creo que vino por no ir con los hijos de los ricos del pueblo, que iban a estudiar bachillerato a Barbastro y a Huesca. Me gustaba ir con los chavales pobres”. Cuatro años más tarde, perdida la fe, opta por colgar la sotana y “ganarse la vida sin deber a nadie su sustento.”

Francisco Carrasquer


"Solo soy un émulo de los más grandes."

Francisco Carrasquer













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