Antoni Comellas i Cluet

"En el misterio de la Santísima Trinidad, el Padre contempla su esencia infinita, y la expresa produciendo el Verbo divino: tiene una fecundidad infinita, porque el Verbo engendrado es infinito como la esencia contemplada, infinito como la fuerza generadora del Padre, infinito como la inteligencia en la cual debe quedar inmanente. El Padre con el acto de contemplación y de locución ve el ser en toda su latitud y en toda su profundidad, lo ve en un objeto simplísimo, lo ve con un solo acto fulgurante con claridad inefable. Ese acto de contemplación y de locución, y el Verbo engendrado no han tenido la sucesión á que está sujeta en sus actos la inteligencia humana; existen de toda eternidad. Y no están inherentes á una fuerza que los haya de sostener: son contemplación, locución y Verbo intelectual sustanciales, subsistentes por sí con plena independencia. Y el Verbo que expresa la esencia infinita está identificado con esta esencia, y permanece con la plenitud de su ser en lo íntimo de la mente que lo ha engendrado."

Antoni Comellas i Cluet
Demostración de la armonía entre la religión católica y la ciencia


"La aspiración ideal, semejante á la lanza de Aquiles, que podía curar las heridas que hubiese hecho, es potente y fecunda para remediar muchas veces este mal de la duda que accidentalmente ha producido.
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En el primer momento alcanzamos el objeto en su conjunto; en el segundo lo consideramos bajo un aspecto no más, y en el tercero empleamos los otros dos juntamente para descubrir alguna propiedad ó condición del hecho experimental: el primero es sintético, el segundo analítico y el tercero una unión de las dos. De ahí proviene que se les pueda designar con los nombres de tesis, antítesis y síntesis, y que resulte una ley triádica en el procedimiento científico.
[...]
Esta afección es cosa subjetiva, es propia del ser sensitivo, y no se halla en el objeto que hace impresión en el sentido. La afección deleitosa que un objeto sonoro produce en nosotros, no está en el objeto mismo, como tampoco está en los alimentos el deleite que sentimos al tomarlos. Pero si el objeto no tiene la afección, la determina en el sujeto; así el cuerpo sonoro determina la afección del sonido, conmoviendo el aire y excitando en él unas vibraciones que llegan hasta el órgano del oído."

Antoni Comellas y Cluet
Introducción a la Filosofía









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