Barbu Delavrancea




"Stefan. ¿Por qué preservar ese tórrido silencio, chicas? Si en el fondo no sois más que venado que va y viene, una fluctuante bandada de gorriones cautiva en un estanque congelado que prorrumpe en continuos gritos y lamentos... ¿Acaso unas tiernas y humildes flores sobre un prado asolado por el mecenazgo del viento? Deploro a la gente humilde... Venid y recibid mis bendiciones.
[...]
¿Querrías? Yo creo que... Nuestro Señor... ¿Acaso no puede el Todopoderoso decidir el quebranto de nuestra salud cuando lo estime oportuno?... ¿Acaso los tímidos ojos virginales no tiemblan cada vez que el ánima se siente amada?... ¿De quién has aprendido a fijar de esa manera la vista posada en el suelo? ¿De mí o de tus extraños padres?
[...]
Efectivamente, se decidió por Deres, lo ensilló y ajustó convenientemente la montura. Sus... (Se escuchaba un sonido similar al de un trompo calcificado). Lo cierto es que nunca había visto a un caballo recorrer tales distancias... pero sin duda disfrutaba de muy buena salud aquel corcel. Perdonad las disquisiciones caprichosas de una pobre anciana que tras aquel prolapso parezca ocultarse tras la colina, pero podéis verla. Vedla mientras su inquieta sangre hierve en aquella altiplanicie, antes de que acontezca el asueto de los nobles boyardos. Bogdan así lo desea, pero en vano será complacido por el príncipe Stefan."

Barbu Delavrancea seudónimo de Barbu Stefanescu
Atardecer


"Tras un mes había llegado a comprender la naturaleza de Vucea. Había incursionado incólume en las lindes de un sempiterno sueño. En ese instante aquel onirismo se hallaba ante sus asombrados ojos. Bajo, obeso y de grisáceos cabellos, con su poblada barba y sus enarcadas cejas, que ya habían cedido poco a poco a la encaneciente y lisa tersura del tiempo. Unos ojos verdes, que captaban el mundo de forma súbita, inyectados en la candidez de una pureza ocre y sanguinolenta, una piel que parecía capaz de apaciguar las intemperancias del más cruel de los inviernos, una quietud y mansedumbre estival en la lánguida mirada, además del boato de un abrigo azulado, un pantalón de color negro, un chaleco cabalmente pulido y planchado y una cadena de oro que aprisionara uno de sus gruesos apéndices intermedios."

Barbu Ştefănescu Delavrancea seudónimo de Barbu Ștefan
El Sr. Vucea











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