Daniel-Rops

"En el punto esencial en que se aprecia verdaderamente una forma de civilización, es decir, en la concepción que tiene de la vida, los Romanos fueron sólo unos seguidores. Y eso, que explica ampliamente la facilidad, con que aceptaron otra "Weltanschauung" -la concepción del mundo de los Cristianos-, esterilizó también sus mayores éxitos.
En medio de las innumerables aportaciones de ideas y de doctrinas que atraía la gloria de Roma, era menester un enorme esfuerzo para mantener -o tratar de mantener- una dirección latina. Ese esfuerzo lo intentó Augusto ayudado por algunos amigos, como Mecenas. Virgilio quiso hacer de la Eneida la suma de las ideas, de las creencias y de las tradiciones de su país. Tito Livio describió, desde sus orígenes hasta el reinado de Augusto, el grandioso desarrollo de las glorias nacionales. Hubo una gran floración literaria: Tíbulo, Propercio, Ovidio. Pero ¿existió ahí verdaderamente una espontánea producción del genio romano o encontramos la influencia griega en la base de absolutamente toda su literatura, teatro, poesía y también en la de su arte? Salvo en el terreno jurídico, ¿qué ha creado Roma? Aparte de que ¿representan de veras, estas grandes obras que veneramos, el pensamiento medio en tiempos del Imperio? Quienes formaban los espíritus no eran Virgilio y Tito Livio, sino los retóricos, cuyas múltiples escuelas estaban llenas y que habituaban a sus alumnos a controversias, análisis y argumentaciones tan sutiles como poco formativas. La materia misma de la inteligencia se achaparró, lo prueba la pobreza del teatro y también la multiplicación de esos extractos, repertorios o florilegios cuyos compiladores fueron Higinio, bajo Augusto, y Valerio Máximo, bajo Tiberio, y a los que el mismo Séneca en sus Cuestiones naturales, y Plinio el Viejo, en su Historia Natural, se acercaron peligrosamente. Esta crisis del espíritu romano puede parecer de poca importancia respecto a otras crisis morales, sociales y religiosas más patentes. Pero cuando la inteligencia se debilita es cuando las sociedades se doblegan, y para que revivan es precisa una aportación de nueva fuerza creadora."

Daniel-Rops
Jesús en su tiempo


"En un pabellón situado detrás de un patio, tal como hay en tantas casas de Ámsterdam, se instalaron como ratas en un orificio. Había que adoptar mil precauciones: no dejarse ver, no hacer ruido. Es de imaginar qué problemas de todo orden se les presentaban a estos prisioneros voluntarios: los menores no eran, indudablemente, aquellos cuyos términos renovaría diariamente la intolerable cohabitación de ocho seres. Fue allí, en el ambiente paradójico, donde Ana descubrió a la vez su propia existencia y la de otros. A la hora en que una criatura comienza a enfrentarse con el mundo exterior y saca de los múltiples contactos un enriquecimiento infinito, esta muchachita no tuvo ante ella sino el espectáculo del abrigo húmedo, del patio y de los siete locatarios -parientes, amigos, relaciones- con quienes tenía que compartir su suerte. Lo asombroso es que su sensibilidad no se haya, en poco tiempo, falseado, que haya sabido conservar su libertad, su fantasía y la alegría que, hasta en los peores peligros, flota y resuena, a lo largo de su Diario, con el son mismo de la virtud de la infancia."

Daniel-Rops
Prólogo al Diario de Ana Frank


"Los sodomitas y gomorranos habían recibido realmente un castigo terrible. "La lluvia caía entre densas llamas con violencia siempre renovada. Fueron calcinados campos, prados y altísimos bosques. Se quemaron hasta las raíces de los troncos. Todos los graneros, casas, castillos y edificios públicos. Dos de las ciudades más populosas se convirtieron en lápidas devoradas por las llamas, que alcanzaban el mismo suelo esterilizándolo en contra de la vida."
Así dice el historiador y filósofo Filón de Alejandría. ¿Hay evidencias de este drama en otros documentos que no sean la Biblia?
¿Ha sido sugerido por la contemplación del escabroso paisaje del Mar Muerto, extendiendo el agua salada sus pulidos reflejos metálicos a lo largo de los acantilados de color púrpura de Moab?
Es cierto que hay una fuerte tendencia en el país al vulcanismo. En este contexto, el olor del mineral flota impeliendo acciones.
La primera señal de la protección de Dios a Esaú es manifiesta. Los hermanos se reconcilian y el clan de Jacob mantiene su rutina habitual, desarrollada entre los Terahítas durante dos generaciones. Por primera vez en la llanura de Siquem se planta una tienda, pero un incidente brutal con la gente de la ciudad le obliga a abandonarla.
El hijo del soberano local desea agasajar a la hija de Jacob, Dina, ofreciendo muchos aguinaldos para la boda, pero los hermanos del santo consideran que dicho matrimonio sería una afrenta, una mácula contraria a la equidad.
Astutamente invadieron la ciudad, donde tuvo lugar una carnicería. El clan debe retirarse.
Nómadas en Betel y en las colinas del sur de Israel, donde más tarde se levantaría la ciudad de Belén, Raquel, de nuevo embarazada, dio a luz un hijo.
El fundador de la décimo segunda tribu, pero este nacimiento le costó la vida, y llamó con antelación al niño, Ben-oni, que significa "hijo de mi aflicción".
¡Nombre que evoca la fatalidad! Jacob quiso cambiarlo por Benjamín, "hijo de la rectitud", un nombre lleno de dicha.
Benjamín, "hijo de la rectitud" es pues nombre dichoso. A continuación, el clan regresó al valle del Hebrón, al encinar de Mambré, donde Isaac aguardaba el momento de su muerte.
Betel y Mambré, los dos lugares de la promesa, visitados por el espíritu. La vida del patriarca estuvo marcada por los mismos.
En Betel, hizo voto de fidelidad, en una especie de conversión religiosa durante la estancia de su pueblo en Harrán, donde varios miembros del clan habían adoptado diversas costumbres mesopotámicas, como el culto seráfico, llevando amuletos en los oídos. La purificación era necesaria. Los objetos idólatras fueron enterrados al pie de un roble, porque sólo hay un único Dios."

Daniel-Rops su verdadero nombre era Henri Petiot
El pueblo de la Biblia


"Yo hacía el mal, pero ni lo aprobaba ni lo amaba... Tú, Dios mío, me dejabas sentir un vacío doloroso, una tristeza que sólo entonces experimentaba. ¡Era un don tuyo, Dios mío, que me alejaba de la duda! (Charles de Foucauld)
Hace más de tres semanas que abandoné estos cuadernos. Los chicos llegaron, la casa se animó y yo, olvidando un poco mis meditaciones, he paseado con los dos pequeños por todos los caminos del valle. Rafael me ha sorprendido con aire preocupado, y sobre todo por el cuidado torpe que pone en disimularlo. Cuando le pregunté los motivos me contestó con desenvoltura:
-No creerás, mamita Laura, que estoy inquieto por el Bachillerato.
Al día siguiente le sorprendí sentado cerca del río sobre un viejo tronco, con el rostro hinchado como si acabara de llorar. Estuve a punto de hablarle y tratar de obtener de él una confesión. Es la segunda vez que le he visto así. Sin saber por qué, el dolor taciturno de este niño me hace pensar en los míos. Espera de la vida lo que esperaba yo a su edad. Es débil, demasiado sensible y fácilmente impresionable. Su hermano mayor -al que admira en secreto- se divierte- estoy segura- en herir su sensibilidad en carne viva, sin que yo pueda impedirlo.
Ayer se marcharon. Un poco antes de que el coche de alquiler llegara de San Pedro, Rafael aprovechó el momento en que Alicia había ido a despedirse de los conejillos recién nacidos para decirme:
-¡Qué suerte tienes, mamá Laura, de poder quedarte aquí sola!
-¿Por qué?
-Siempre es bonito estar solo.
-Hizo una pausa:
-Lo desagradable de la vida es el contacto forzoso con los demás seres; mezclarse con la muchedumbre, en la que todos -incluso quienes nos quieren bien- nos rozan y nos hieren. Quizá no todo el mundo participe de esta sensación de sentirse diferente de los demás, de no poder participar en su vida... Es una cosa muy triste.
Aquellas palabras me conmovieron, y no supe encontrar la réplica que me hubiera gustado."

Daniel-Rops
Muerte, ¿dónde está tu victoria?








No hay comentarios: