Edwidge Danticat

"Crear peligrosamente, hoy, es simplemente crear. Estamos en un entorno en el que potencialmente nos ponemos en riesgo cuando salimos. El aire es una amenaza y, en el caso de George Floyd, quien luego se descubrió que tenía el virus, aquellos que representan al Estado también lo pueden ser. Es un momento complejo en el que uno puede pensar que el trabajo de un artista es inútil. No es así. Siempre recuerdo lo que Toni Morrison dijo alguna vez: “Este es precisamente el momento en que los artistas deben trabajar. No hay tiempo para desesperarse, no hay lugar para la autocompasión, no hay necesidad de silencio, no hay espacio para el miedo. Hablemos, escribamos, creemos lenguajes. Así es como las civilizaciones se sanan”. Esa es una buena definición de crear peligrosamente en estos días."

Edwidge Danticat


"Debemos recordar que las personas migran desde el principio de los tiempos. Los seres humanos siempre han viajado en búsqueda de mejores condiciones y oportunidades. Obviamente la migración es más armónica para gente con medios que para los que no los tienen. Debido al racismo y la xenofobia algunos migrantes son más bienvenidos que otros. De acuerdo a Naciones Unidas, para 2050 más de un cuarto de un billón de personas serán gente desplazada. Esa población migrante, incluidos los que se desplazan por eventos climáticos extremos, formarán el quinto país más grande del mundo, una nación migrante sin territorio ni fronteras. A medida que haya más desastres climáticos y de otros órdenes la masa migrante en el mundo irá creciendo como algo normal y a contramano de lo que hoy es percibido como una crisis circunstancial."

Edwidge Danticat



"Diría que los libros más “peligrosos” en mi estante son los de Marie Vieux Chauvet, a quien, por ejemplo, se le dijo que toda su familia sería asesinada si su libro Amour, Colère, Folie se publicaba en Haití durante la dictadura. Jacques Stephen Alexis fue asesinado y desapareció después de regresar de un viaje al extranjero también durante la dictadura. Su novela, Compère General Soleil, inspiró en parte mi novela Cosecha de huesos. Esos escritores siempre están conmigo."

Edwidge Danticat


"Escribir es como trenzarse el pelo. Tomar un montón de mechones desordenados y ásperos e intentar darles unidad. Tus dedos aún no han perfeccionado la labor. Algunas trenzas te quedan largas, otras cortas. Algunas son gruesas, otras finas. Algunas pesadas. Otras ligeras. Como las distintas mujeres de tu familia. Esas cuyas fábulas y metáforas, cuyos símiles y soliloquios, cuya dicción y je en sais quoi, por obra de sus dedos, se deslizan día a día en tu sopa de subsistencia."

Edwidge Danticat
Krik? Krak!


"Ésta es la manera de demostrar tu amor por mí: En cualquier lugar al que vayamos, dirás de mí que soy tu hermano. Génesis 20:13
Mi padre de vez en cuando citaba el libro del Génesis, parafraseando sus líneas favoritas de la historia de José, el joven que fue refutado y vendido en tierra hostil por sus hermanos.
Mi tío Joseph fue nombrado después de que el arco iris quedara recubierto, pero yo nunca me tomaría en serio los paralelismos entre la vida de mi tío y el relato bíblico anterior.
-El tío permanece en su propio Egipto esta mañana, en su particular tierra de aflicciones, dijo mi padre, cuando hablamos en torno a las nueve de la mañana.
-Estará bien, respondí yo. Tú sólo concéntrate en la Columbia presbiteriana.
Mientras hablaba con mi padre, mi tío estaba esperando con John Pratt fuera de la oficina de remolque del asilo en Krome. Inclinado sobre una de las tres personas detenidas, aguardaba su audiencia. Mi tío hablaba en inglés con un haitiano, haciéndole saber que le habían quitado a John su medicación. Antes de que Pratt pudiera responder, él y mi tío fueron llamados por la oficial Castro, una mujer que debería rondar los cuarenta y cinco años. La entrevista del asilo estaba a punto de dar comienzo.
Mi tío y Pratt se sentaron en un escritorio cercano a la pared trasera, frente a Castro. Se requería un traductor con certificado para los procedimientos. Y allí no había nadie que cumpliera con esa premisa. Llamaron al servicio de traducción telefónica y un intérprete se puso al otro lado del aparato. El teléfono estaba en el escritorio, justo en frente de mi tío, cerca de los libros legales, cuadernos y otro tipo de materiales de Pratt.
El intérprete tenía problemas para entender lo que decía mi tío, así que la oficial Castro le pidió que acercara su boca más al teléfono. Cuando mi tío se inclinó hacia delante, su mano se escurrió de su cuello y la dejó caer sobre el aparato.
La grabación indicaba que mi tío parecía estar sufriendo un ataque. Su cuerpo se volvió rígido. Sus piernas se sacudieron hacia delante. Su silla se deslizó hacia atrás, golpeando la parte posterior de su cabeza contra la pared. Comenzó a vomitar.
El vómito bullía fuera de su boca, de su nariz, como si le estuvieran practicando una traqueotomía en su cuello. El vómito se extendió por todo su rostro, desde la frente a la barbilla, sobre la parte delantera de su oscuro mono azul. Había también vómito sobre sus muslos, donde una gran mancha húmeda indicaba que él tambien se había orinado.
-Llamad a alguien para que nos ayude. Pratt saltó de su silla y apartó sus papeles del vómito circundante.
La oficial Castro corrió hacia el escritorio y agarró a mi tío por las mangas del uniforme, tiró de su cuerpo hacia delante, enderezándole la cabeza, asiendo una papelera cercana, la puso frente a mi tío. Mi tío siguió vomitando en su interior, mientras abría y cerraba sus ojos, que vagaban errabundos en sus órbitas."

Edwidge Danticat
Hermano, me estoy muriendo


"Hay gente que todavía espera ese momento de Ave Fénix, en que la sociedad haitiana pueda resurgir de sus cenizas. Y hay gente que se pregunta qué más nos puede pasar.."

Edwidge Danticat


“La inmigración está en el centro de todo lo que escribo, ya sea ficción o no ficción, porque en muchos sentidos supone el centro de mi vida –dice la autora por mail, que además de cuentos ha publicado novelas, libros de viaje, memorias y ensayos–. Mi padre se fue de Haití a los Estados Unidos cuando yo tenía dos años. Mi madre se unió a él cuando tenía cuatro. Crecí con mi tía y tío en una casa llena de chicos como yo, cuyos padres estaban trabajando y viviendo en el extranjero, sobre todo en República Dominicana, los Estados Unidos y Canadá. Siempre supimos que nuestros padres vendrían a por nosotros algún día, así que vivíamos en una especie de limbo sabiendo que en cualquier momento podíamos viajar para reunirnos con ellos. Por eso la migración ha sido un tema personal y amplio para mí, escribir del tema es un acto tan adrede como inevitable.”

Edwidge Danticat


"La mayoría de norteamericanos que comentan literatura dirían que mi trabajo pertenece a la tradición de ficción inmigrante estadounidense. Yo sin embargo suscribo a lo que dijo la escritora Jhumpa Lahiri: “Dada la historia de los Estados Unidos, toda la ficción estadounidense podría ser calificada como ficción inmigrante”. Ese es nuestro legado natural. También me concibo escritora de las Américas, la descendencia africana y el Caribe. Lo que valoro de la escritura estadounidense, sobre todo de la que me siento parte, es la pluralidad de voces y lenguajes que se hacen presentes incluso cuando el escritor escribe solo en inglés. Hay tantas historias de inmigración complejas y de capas múltiples siendo narradas, mezcladas con temas de raza, clase, religión, género y sexualidad. La propia noción de ser un “buen inmigrante” está también siendo discutida. Hay una parte mía que siempre será una extraña a donde sea que vaya. Incluso si regresara a Haití seguiría siendo extraña en cierta categoría. Una parte mía explorará siempre esa sensación de extranjería en profundidad de niveles y detalles, ya que cada texto implica un terreno nuevo y un mundo a explorar. Cada texto es una migración por sí misma."

Edwidge Danticat



"Los haitianos son grandes narradores. Contamos historias, no solo en libros, sino también a través de bromas y canciones. Y estas historias son necesarias en los lugares donde terminamos viviendo. Esto para que nuestros anfitriones sepan quiénes somos. Estoy muy interesada, por ejemplo, en ver el tipo de arte florecerá en la comunidad haitiana que vive en Chile. ¿Qué tipo de creaciones artísticas surgirán de la fusión de estas dos culturas? Por mucho tiempo los haitianos han migrado debido a las dificultades en nuestro país. Algunas de las mismas cosas que llevaron a mis padres a emigrar son las que hoy están llevando a algunos haitianos a Chile: pobreza, inestabilidad política, etc. Todo aquel que abandona su hogar y trata de inventarse una nueva vida es alguien extremadamente valiente. Los inmigrantes no son solo soñadores sino también creadores. No solo se están cuidando a sí mismos, sino también a las personas que dejaron en casa. Por eso mi mensaje es que se mantengan esperanzados y que sigan construyendo una vida. Al principio las cosas pueden ser difíciles, pero hay que tener esperanza de que mejorarán."

Edwidge Danticat



“Los inmigrantes no son solo soñadores sino también creadores.”

Edwidge Danticat


"Mi prima me solía decir: 'No llores, así es la vida...'. Creo que la gente en Haití ha sufrido tanto, ha pasado por tantas penurias en su infancia, que de alguna maneras están vacunados contra el sufrimiento. La resistencia de los haitianos tiene su raíz en la Historia. Fuimos la primera república independiente negra de nuestro hemisferio, pero los países vecinos no la reconocieron. Francia impuso su deuda y los americanos, su presencia. Ese miedo está muy arraigado en la gente: si nos portamos mal, nos invadirán los americanos... Los hatianos, por naturaleza, desconfían del Gobierno. Por si quedaba alguna duda, las limitaciones de nuestros políticos han quedado a la vista tras el terromoto. Pese a la ayuda internacional prometida, la gente sabe que no harán nada por ayudarles. La actitud es la de seguir tirando y montar todos los días el tenderete... La fe y la dignidad de mi gente son realmente encomiables: basta con mirarle a los ojos para entender por lo que han pasado y lo que están sufriendo, aunque se lo callen."

Edwidge Danticat



"Papá siempre empieza sus grabaciones de la misma manera.
"Aló, Aline" (o sea, Manman).
Y luego "Aló, Moy; aló, Celiane".
Papá sigue: ¿Cómo están, mis queridos? Trato de imaginármelos a los tres mientras estoy aquí. Aline, veo que acercas la cara a la grabadora como si quisieras tocar mi voz. Celiane, te veo jugando con un mechoncito de pelo del lado izquierdo de tu cara mientras aguardas a que Papá diga tu nombre".
Papá nos conoce bien. Es cierto que Manman estaba inclinada hacia la grabadora como si quisiera besar la voz de Papá, y yo también, sólo que yo además jugaba con un mechón de pelo. Moy estaba en su silla, tal como Papá dijo. Hacía esfuerzos por verse tranquilo e indiferente (me pregunto si Manman le cuenta a Papá en secreto que eso es lo que hacemos mientras oímos sus casetes).
Todos los meses, cuando Papá nos manda cada casete, me angustia que se vaya a olvidar de mencionar mi nombre, o que no se acuerde de hablar de las pocas cosas que le dije en el último casete que le grabamos entre todos.
"Moy, espero que tus clases vayan progresando", dice Papá.
Moy sonríe, y pierde algo de su indiferencia.
Papá le dice a Moy: "Manman me cuenta que todavía sacas tiempo para trabajar la tierra como Papá te enseñó y eso hace que me sienta orgulloso. A lo mejor no te parece que sea una actividad muy moderna pero, Moy, recuerda que cualquier cosa que aprendas ahora te será útil en el futuro."

Edwidge Danticat
Tras las montañas












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