Kamel Daoud

"Al leer un sólo libro, el hombre se convierte en un fanático; al leer varios, se hace más libre."

Kamel Daoud



"Cada vez que el dogma se impone como una utopía y que el colectivo se erige como una ley, el hombre siente la necesidad de su particularidad, se siente extranjero y busca lo que puede liberarle o defenderle. Me siento extranjero, pero como todos los demás argelinos."

Kamel Daoud



"Desde el momento en que matamos en nombre de una verdad, de un dogma, caemos en el absurdo. El absurdo moderno va del culto a los selfies, a la explicación de la violencia en nombre de un Dios o de la democracia. El absurdo da sentido a la vida, pero la verdad intolerante se lo quita. Si hoy en día los dogmas y las religiones regresan con violencia es porque tenemos miedo de las evidencias y también tenemos miedo de nuestra incomprensible presencia en el mundo. El absurdo no está en el hecho de que el mundo sea inexplicable, sino en el hecho de creer que tenemos la explicación definitiva, que no es negociable y que se impone a la fuerza."

Kamel Daoud


"Dios o la religión son interrogaciones íntimas, me niego a que sea objeto de inquisiciones. Vivimos períodos en los que parece que regresa la Inquisición en nombre de Dios, de Alá o de otras utopías. La Inquisición ve brujas en todas partes y las queman."

Kamel Daoud


"El fanatismo es una religión en sí misma, que saca sus argumentos de las religiones. En la geografía dicha del Islam, vivimos esta horrible crisis que amenaza el mundo y a los seres humanos. Además, es importante subrayar que, en número, los yihadistas matan a muchos más musulmanes, en el nombre del Islam, que a los no-musulmanes."

Kamel Daoud


"El islamismo radical es una cuestión de poder y de dominación en el nombre de valores y de religión. Como todo fascismo."

Kamel Daoud



"¡El misterio femenino! En cierta forma determinó la concomitancia de su existencia. Sólo me consta cuál es su primer nombre, al menos, me imagino que se trataba de ella misma. Mi hermano se había referido a ello en medio de su ensoñación, justo la noche antes de su muerte. Zubida. ¿Podría ser una señal? Es posible, no obstante el día que mamá y yo decidimos dejar el barrio para siempre, mamá había tomado la seria determinación de alejarse de Argelia y del mar. Estoy completamente seguro de que vi una mujer contemplándonos con curiosidad. Llevaba una falda corta y desaliñadas medias y me dio la impresión de que se peinaba a la moda de las estrellas de cine en aquellos días. Aunque fuera morena, se había teñido el pelo de rubio. Siempre Zubida. Quizás mi hermano tenía tatuadas estas palabras en algún lugar recóndito de su cuerpo. No lo sé con certeza. Pero si estoy seguro de que era ella ese día. Era por la mañana temprano. Nos disponíamos a marcharnos. Mamá y yo dejábamos nuestra casa por nuestro bien. Y allí estaba ella. Con un pequeño bolso de color rojo en sus manos, contemplándonos desde la lejana distancia. Aún permanecen en mi memoria sus turgentes labios y sus enormes ojos, que parecieran cautivados por la urgencia de una pregunta. Estoy prácticamente seguro de que era ella. Soy consciente de que en esa ocasión yo quería, necesitaba, que fuera ella y decidí que lo fuera, siendo todo un consuelo debido a la reciente pérdida de mi hermano. Tenía una excusa y una razón para convocar a mi musa. Sin ser plenamente consciente de ello y años antes de que aprendiera a leer, ya había rechazado en mi interior la absurdidad de su muerte. Y necesitaba la fuerza de un relato para envolver su hálito en el sudario. Luego me apresté a empujar a mamá por su jaique. Ella no la vio. Pero debió sentir algo, porque su rostro dibujó una horrible mueca y sus labios insinuaron un terrible insulto. Entonces me giré, pero la mujer había desaparecido. Seguidamente nos marchamos. Recuerdo perfectamente el camino a Hadjout, bordeado de campos y simientes cuyos cultivos nos estaban de algún modo destinados. También recuerdo el sol desnudo y a otros viajeros en torno al polvoriento autocar. Los efluvios del vaporoso aceite hicieron que sintiera náuseas, pero amaba el viril y reconfortante sonido del motor, como si fuera un padre que nos animara a continuar, a mi madre y a mí, por un inmerso laberinto lleno de edificios, gente oprimida, signos de chabolismo, niños sucios, agresivos policías, y playas fatales para los árabes. Para dos de nosotros, la ciudad siempre sería un espejo que reflejara el crimen, un lugar donde la pureza y la más vetusta tradición se ha perdido. Sí, en mi memoria Argelia permanece como una criatura sucia, corrompida, como si se tratara de un oscuro latrocinio."

Kamel Daoud
Mersault, caso revisado


"Hay falta de libertad para pensar el Islam, reformarlo, repensarlo y liberarlo de su toma de rehenes. No somos libres, lo somos sólo algunas veces, y casi siempre con riesgo."

Kamel Daoud


"He estado amenazado de muerte, sí, pero la humanidad también."

Kamel Daoud



"Imaginad un hombre de rostro que tiende a lo moreno, quizás al moreno oscuro. Imaginad que desnudarais su imagen en la barbarie de antiguas geografías peatonales -un hombre con gotas de sudor perladas en su frente y en su nariz-que de repente tornaran a precipitarse en un oscuro agujero de la creación donde la abundancia y la futilidad pretérita anteceden al comienzo de este nuevo universo que ahora existe. Ante los hombres se postra la historia y las huellas de las ancestrales tumbas.
El salvaje tiende a pugnar en todos los sentidos, como si sus pies fueran sables arrastrados desde las arenas, cae, se levanta, y dirige hacia vosotros su mirada, sin apenas veros, distorsionado su rostro por el miedo, abierta su boca como si fuera a esbozar un chirrido apenas audible, más bien propio de un insecto que de un ser humano. Seguramente esto os sorprenda un poco e incluso os haga retroceder en el nicho de vuestra mortal invisibilidad. De pronto, como ya os he dicho mil veces, comprenderéis que al pobre animal le estremece la idea de morir a causa de un obús dispuesto por sus propios hermanos, devoradores de carne humana durante el tiempo de los ritos y de las aciagas cosechas. La pequeña escena se despliega ante sus ojos como un libro para idiotas y vosotros la contempláis desde la celeste cima y en todos los rincones posibles de la geometría del orbe, detrás incluso de vosotros mismos ya que todo forma parte del decurso de la historia, y aunque manifiestamente no sea del todo visible sin duda es necesario para aleccionar al espectador mientras la oscilación del eje de las grandes rotaciones cósmicas continúa su curso.
Pocos minutos después, apenas pasadas unas líneas, los tintes de la escena giran alrededor de vuestro propio ombligo. El salvaje tiende a buscar refugio tras unos altos arbustos, mientras unos toscos sosías le buscan provistos de rudimentarios machetes, profiriendo alaridos en un lenguaje tan pobre y tan ignoto que morirá un día sin que nadie se dé cuenta. Los salvajes escudriñan la arena en busca de las huellas de su anhelada presa, gruñen, gritan y giran sus cabezas en pos del pobre fugitivo que se sentía seguro al arbitrio de su frágil camuflaje. Es entonces cuando se desencadena la sed de apresar su blanca piel y la divina ley incrementa en vosotros la certeza de que vosotros sois los responsables, el eje central de este universo, el límite de sus lindes y el sentido de su oclusión. Estáis obligados a intervenir. O bien con la intención de salvar al pobre negro o bien para mostraros indiferentes y continuar hollando la senda infinita de vuestra propia gloria, hacia el occidente de todos los amargos sabores y hacia lugares geográficos que aún permanecen innombrables y vírgenes de registros cartográficos."

Kamel Daoud
El árabe y el vasto país de Ô


"Los radicales que leen el Corán, el Libro Rojo, la Biblia o la Torá. La biblioteca es el politeísmo del pensamiento, la variedad del mundo, la riqueza del cosmos. Un libro único reduce el mundo a una idea y reduce al hombre a la soledad del asesino o del náufrago. Un sólo libro no puede contener el mundo, lleva hasta el fanatismo y, de ahí, hasta la violencia y el asesinato. Me gustan los libros dispersos, que pueblan el mundo de lenguas y de variaciones."

Kamel Daoud



"Los yihadistas reclaman el mundo como Califato de Dios, no sólo Al-Andalus que es el núcleo de una nostalgia diversa: para los iluminados, es un reino perdido de Dios; para nosotros, es el antiguo mito de una posibilidad de un Islam abierto y tolerante. Al-Andalus no es una tierra sino un sueño. Los fascismos funcionan siempre, sorprendentemente, con el mito de una Tierra robada que les debemos devolver: los nazis también lo hicieron."

Kamel Daoud



"No me gusta la palabra "mensaje". Eso me recuerda a los cánones de la literatura utilitaria comunista o socialista. La novela (Mersault) es una visión, un mito revisitado, una historia. Es como la vida de un ser: cuenta, narra, no se resume únicamente a un sólo mensaje. He querido contar la vida de un hombre que se defiende contra la memoria colectiva, contra el dogma religioso, contra la muerte, contra su propia madre."

Kamel Daoud


"¿Nos corresponde juzgar nosotros, sentados de este lado de nuestras televisiones, sobre la forma en que ha sido muerto el loco de Trípoli?
¿Hemos sufrido las bombas y a sus hijos para declararnos especialistas en piedad, en indignación demasiado confortables? ¿Por qué nos damos el derecho a insultarles, a tratarles como a mercenarios de la OTAN cuando se trata de su decisión, su país, su tierra y sus muertos?” Y añade: “La OTAN les ayuda y ellos le dan petróleo, ¿y qué?”."

Kamel Daoud


"Nunca estamos siempre y totalmente condenados, excepto por la muerte. Vendrán las próximas generaciones. Nosotros participamos en la solución intentando resolver el problema y ahí está nuestra dignidad. El terrorismo se alimenta de los fracasos, de las injusticias internacionales, de la falta de cultura... Pero podremos vencerlo. El Wahabismo alimenta la ideología de este terrorismo, por ejemplo, con el dinero del petróleo que Occidente compra. La cadena alimentaria es una cadena caníbal. Hay que empezar por cada uno de nuestros países y sus debilidades. El terrorismo es una consecuencia, no una causa. Eso es lo que tenemos que asumir para poder derrotarlo."

Kamel Daoud



"Soy un hombre que defiende su libertad."

Kamel Daoud





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