Olof Von Dalin

"Había una vez un caballo que recibió un disparo y fue seriamente dañado. Hablaré sin rodeos. Era nuestro caballo blanco que fue arrastrado a un largo viaje y maltratado. Un hombre honesto de Svedjenäs, en la parroquia de Överbors escuchó sus lamentos y lo reconoció. Había pertenecido a su familia y había sido el potro más honesto y noble del condado. ¿Ni siquiera podré gozar de un pajar donde librarme de esta peste bovina?-pregunté al anciano parroquiano- Es realmente inhumano este olor-prosiguió- El antiguo propietario del corcel herido, se sonrojó y tragó saliva ¿Acaso tengo yo la culpa de que ésta sea la única propiedad en varios kilómetros a la redonda? ¿Qué le sucedió a ese caballo? Me excusé diciendo que se había caído sobre una pata al cargar un saco de harina en un difícil vado y juré y perjuré a causa de mi malhadado destino. Cuando el honesto anciano llegó a la casa, la única en todo el distrito, se preguntó cuál sería la mejor forma de ayudar a una criatura tan hábil como su caballo. Debía admitir que no era rico, pero no podía dejar de suspirar ni morirse si ayudara al pobre animal."

Olof von Dalin

Cuento del caballo