Carolin Emcke

"A veces me pregunto si debería envidiarlos. A veces me pregunto cómo son capaces de algo así: de sentir ese odio. Cómo pueden estar tan seguros. Porque quienes odian deben sentir eso: seguridad. De lo contrario, no hablarían así, no harían tanto daño, no matarían de esa manera. De lo contrario, no podrían humillar, despreciar ni atacar a otros de ese modo. Tienen que estar seguros. No albergar la más mínima duda. Si se duda del odio, no es posible odiar. Si dudaran, no podrían estar tan furiosos. Odiar requiere de una certeza absoluta. El más mínimo «tal vez» sería molesto. Cualquier «puede que» socavaría el odio y consumiría una energía que lo que pretende es, precisamente, ser canalizada.
El odio es siempre difuso. Con exactitud no se odia bien. La precisión traería consigo la sutileza, la mirada o la escucha atentas; la precisión traería consigo esa diferenciación que reconoce a cada persona como un ser humano con todas sus características e inclinaciones diversas y contradictorias. Sin embargo, una vez limados los bordes y convertidos los individuos, como tales, en algo irreconocible, solo quedan unos colectivos desdibujados como receptores del odio, y entonces se difama, se desprecia, se grita y se alborota a discreción: contra los judíos, las mujeres, los infieles, los negros, las lesbianas, los refugiados, los musulmanes, pero también contra los Estados Unidos, los políticos, los países occidentales, los policías, los medios de comunicación, los intelectuales. El odio se fabrica su propio objeto. Y lo hace a medida.
El odio se mueve hacia arriba o hacia abajo, su perspectiva es siempre vertical y se dirige contra «los de allí arriba» o «los de allí abajo»; siempre es la categoría de lo «otro» la que oprime o amenaza lo «propio»; lo «otro» se concibe como la fantasía de un poder supuestamente peligroso o de algo supuestamente inferior. Así, el posterior abuso o erradicación del otro no solo se reivindican como medidas excusables, sino necesarias. El otro es aquel a quien cualquiera puede denunciar o despreciar, herir o matar impunemente.
Quienes sufren este odio en su propia carne; quienes están expuestos a él, ya sea en la calle o en internet, por la noche o a pleno día; quienes deben soportar el uso de términos que encierran toda una historia de desprecio y de maltrato; quienes reciben esos mensajes en los que se desea su muerte o que sean víctimas de la violencia sexual o quienes directamente reciben ese tipo de amenazas; aquellos a quienes no se les conceden más que algunos derechos, cuyos cuerpos o cuyo tocado se denigran; quienes deben ir ocultos por miedo a ser agredidos; quienes no pueden salir de casa porque en la puerta los espera una multitud embrutecida y violenta; aquellos cuyas escuelas o sinagogas necesitan protección policial, todos los que son objeto del odio no pueden ni quieren acostumbrarse a él."

Carolin Emcke
Contra el odio


 “El narcisismo es extremo, es como si nada importara. A la vez hay un problema de expectativas y de tiempos. La gente quiere resultados inmediatos. Se ha perdido el respeto a los tiempos, a las negociaciones, a los procesos, pero las democracias son procesos muy lentos. Tenemos que aprender a ser lentos y sabios. Puede que no sea muy sexi, pero es lo que hay.”

Carolin Emcke


"Es un fenómeno muy narcisista. Me sorprende lo inseguras que se han vuelto nuestras sociedades respecto a su identidad. Ahora hace falta que todo sea muy homogéneo.
Vivimos en sociedades hipocondriacas, que temen contaminarse constantemente con lo diferente. Los extranjeros, los homosexuales, los de otras religiones. Hay que mantener la pureza ¿Cómo es posible que alguien se sienta amenazado por la opción sexual de otra persona?"

Carolin Emcke



“La ilusión de que la Red es un lugar de emancipación y solidaridad se ha acabado. No puede ser una zona extraterritorial donde la gente pueda hacer lo que le de la gana.”

Carolin Emcke


“Legitimamos las emociones como si fueran argumentos racionales. Los políticos dicen ‘oh, la gente tiene miedo’ y reaccionan. Es un tipo de infantilización. Los políticos tienen que ser conscientes de que los niños pronto aprenden que el miedo se cuestiona. Ante la inseguridad, se tiende a reducir la complejidad y a resignarse a los mensajes simples.”

Carolin Emcke



"Necesitamos un lenguaje de la utopía para acompañar el descontento."

Carolin Emcke


“No podemos tener miedo de hablar en defensa de los que se sienten atacados. Yo no quiero una sociedad en la que solo los judíos defiendan los derechos de su comunidad o solo los gais luchen contra la homofobia. Tenemos que restablecer la universalidad del discurso de los derechos civiles.”

Carolin Emcke



“Se ha abierto la veda. Ahora la gente exhibe con orgullo su rechazo a los extranjeros. En la televisión y en la calle, el racismo ha llegado al centro de la sociedad. Se ha roto el tabú.”

Carolin Emcke


“Toda mi vida he tratado de comprender la génesis de la violencia, porque solo así, yendo para atrás te das cuenta de que había otras opciones, de que se podían elegir otros caminos. Hay que deconstruir el odio y la violencia. Porque no es la expresión de un sentimiento individual, no es espontáneo, es fabricado y requiere cierto marco ideológico. Normalmente nos fijamos en el final, cuando ya han quemado un centro de refugiados, pero hay que mirar qué hace posible que haya gente que siente que pertenece a un lugar y otras que no.”

Carolin Emcke



“Vemos que hay conexiones entre Rusia, Estados Unidos, Holanda y Alemania. Vemos que los mismos vídeos de odio y los mismos discursos se repiten en distintos países. El marco ideológico que alimenta el odio es multinacional.”

Carolin Emcke


"Vivimos tiempos oscuros."

Carolin Emcke


"Y nosotros, los que queremos combatir la represión; nosotros, los que queremos revertir las desigualdades; nosotros, los que defendemos formas distintas de expresar la sexualidad y el deseo… ¿también nosotros reproducimos identidades esencialistas, resentimiento o dogmatismo, que es justo lo que queremos subvertir? La lucha para lograr sociedades más libres y formas más deseables de vivir conjuntamente no debería reproducir la ortodoxia. Nosotros queremos subvertir la ortodoxia, queremos subvertir los dogmas de la pureza."

Carolin Emcke




No hay comentarios: