Conrad Detrez

"Durante y después de mis viajes, he regresado a mi universo interior, desde las escabrosas ruinas de mi personalidad. No hallaba salida para aquella insalubre contemplación. Tempus currit. El tiempo pasa. Y se pierde. Y continúo vagando entre las ruinas de mis viejas creencias, del sexo, de la política decembrista. Tuve que apostar. ¿Sería justo el resultado? Entonces la enfermedad llegó a mi casa. Ahora, derrotado, y más cerca de la muerte, finalmente he encontrado mi camino. Entreveo una senda que debe conducirme a un nuevo lugar, una nueva geografía, que ostenta su propia belleza, más pronunciada en los aledaños de la muerte."

Conrad Detrez
La melancolía del voyeur


"El barco se remonta desde el muelle, custodiado por piquetes, en medio de un tórrido calor. Los parientes y los amigos de los pasajeros aguardan, agitan sus pañuelos y sobre la cubierta del ferry, una larga y acrónima crépide oxidada reclama el cese de los trabajos preparativos. Apretado entre el cúmulo de pasajeros, me acodé en la barandilla y busqué con la mirada a Rodrigo. Una multitud de hombres vestidos con harapos empujaba la rejilla de la estación, con la intención vana de desalojar el barco. Algunos, incluso, intentaron escalar la valla, y fueron cruelmente apaleados. La tripulación de la nave, pronto empezó a correr en todas direcciones, provocando el pánico entre los pasajeros. Los estibadores y el personal portuario estaban en huelga hasta la mañana siguiente, y cada cual tuvo que afrontarlo como pudo."

Conrad Detrez
Rastrojos para quemar

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