Alice B. Toklas

A Carl y Fania van Vechten, Nueva York /MS Yale.
31 de julio de 1946. Miercoles. 5 rue Christine, París VI.
Querida Fania y querido Papa Woojums-
Cuando regresé el sábado por la noche, envié un cable y dispuse sobre y papel y ahora intento contaros todo. Para aquéllos que amamos tan profundamente a nuestra Baby Woojums sería fácil hablar-aunque el vacío es tan grande- y más intensamente estando con vosotros. Pero hay muchos detalles que vosotros debéis conocer y gradualmente trataré de referíroslos. Baby me contó hace ahora una semana que vosotros habíais sido amigos leales desde un principio y qué maravilloso era que hubierais hecho una perfecta introducción. Me atrevo a decir que fue uno de los últimos placeres que ella tuvo-ése y las dos primeras copias de Brewsie and Willie y el telegrama de Montie diciendo que la obra continuaba. Fue un milagro que todo sucediera precisamente en ese tiempo. No debo esperar demasiado para intentar contaros de una vez por todas lo que sucedió. Después del viaje a Bélgica justo antes de Navidad, baby se quejó de cierto cansancio y acordamos que no veríamos a mucha gente-había sido tan agotador- la ocupación y ver de cerca al ejército americano. Pero en abril el doctor dijo que ella necesitaba ser intervenida. Y Baby dijo que ella añoraba sentirse fuerte de nuevo, pero rechazó ser operada-se sintió mejor, pero fue adelgazando- Consintió ahuyentarse de Paris a la casa que nos prestaba un amigo en Sarthe. Pero un día después de nuestra llegada, sufrió un corto pero doloroso ataque y cuando remitió, Baby se sintió mejor y decidimos quedarnos hasta el martes siguiente, cuando finalmente ella consintió regresar a París-Nosotras acudimos al hospital americano en Neuilly, ambas llenas de esperanza, planeando regresar a Sarthe en el mes de septiembre. Todos los especialistas coincidieron en prescribirle a Baby un severo tratamiento durante varios días para asegurar el éxito del mismo, pero el pasado viernes por la mañana decidieron no continuar. Cansada y doliente, Baby los despidió a ellos y dijo que no quería verlos nunca más. Se sentía furiosa y molesta e impresionada.

Alice B. Toklas
Viviendo en soledad




"Cuando llegué a París por vez primera, una amiga que me acompañaba y yo nos alojamos en un hotelito del Boulevard Saint-Michel, y luego alquilamos una vivienda en la rue Notre-Dame des Champs, y luego mi amiga regresó a California, y yo fui a vivir con Gertrude Stein en la rue de Fleurus."

Alice B. Toklas o Alice Babette Toklas



"El carácter español, ritual y abstracto de la pintura de Picasso se incrementó al pintar el retrato de Gertrude Stein. Miss Stein sentía en aquel entonces, y siempre, una clara inclinación hacia las abstracciones básicas, elementales."

Alice B. Toklas


"En mi vida, tan sólo he conocido a tres genios, y en las tres ocasiones he oído el sonido de una campanilla dentro de mi cerebro. Y la campanilla nunca me engañó. Y puedo decir que en cada uno de estos tres casos, las personas que suscitaron el sonido de la campanilla todavía no habían conseguido la general consideración de genios. Los tres genios de quienes quiero hablarles son Gertrude Stein, Pablo Picasso y Alfred Whitehead."

Alice B. Toklas


"Gertrude Stein siempre dijo que el cubismo es una concepción puramente española, y que sólo los españoles pueden ser cubistas, y que el único cubismo verdadero es el de Picasso y el de Juan Gris."

Alice B. Toklas


"Nosotros, los extranjeros que vivimos en Francia respetamos y apreciamos este punto de vista, pero deploramos una observancia demasiado estricta de una tradición que no admite la más ligera desviación en un condimento o la supresión de un simple ingrediente. Por ejemplo, un plato tan simple como una ensalada de patatas debe ser servida rodeada de achicoria. Servirla con cualquier otra verdura es inconcebible. Conservar a lo largo de los años esta actitud tan estricta ha derivado en una serie de principios esenciales que han contribuido a renombrar la gastronomía francesa.
Los supermercados franceses sin productos congelados se limitan a productos de temporada, normalmente de excelente calidad, si exceptuamos la carne de res, la leche y la fruta. Incluso los habituales tubérculos, zanahorias, nabos y puerros (Los espárragos de los pobres) son tiernos y sabrosos, el aceite de oliva y la mantequilla son abundantes y el pan es nutritivo y delicioso.
Las guerras cambiaron el modo de vida, los hábitos, los mercados y eventualmente la manera de cocinar. Durante más de cinco años los franceses carecieron de la mayoría de sus productos alimenticios y estuvieron obligados a usar sustitutos inferiores cuando podían encontrarlos. Tras la liberación, los mercados fueron muy lentamente reabastecidos con una cantidad muy limitada de viandas. La población había sufrido penurias demasiado tiempo, había perdido la antigua disciplina para apreciar los alimentos y había olvidado o ignoraban los juicios críticos de antaño. Así que la cocina francesa ya no retornó a su viejo estándar."

Alice B. Toklas
El libro de cocina










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