Corsino Fortes

Cuando rompe el alba

Cuando rompe el alba y oscurece
la noche, cuando rompe el alba
con sus pies en el suelo y la
tierra en su corazón, cuando la
sangre fluye desde el cuerpo
como un árbol con los brazos
abiertos y la semilla grita
desde la roca como un tambor
verde, y a partir de ese sonido
sangra el guerrero, las bocas
nacen en la rueda del sol
que rota. Cuando rompe el alba
sin colgar su desesperación
en el pabellón sin antorchas
e iluminación, en las colas
de los burros para llevar
naufragios, en la lengua
de la gente, entonces el mar,
desesperado, vendrá a romper
en Praia Grande sus brazos
pecaminosos, el mar vendrá
en su lujo, en su grandeza,
mostrando su mástil en los
mares agitados del corazón,su
mapa en blanco dibujado en el alma,
vendrá a beber en mi lengua colonizada
toda la historia de mi sangre ultramarina.
Cuando rompe el alba y Cristo desciende
de su morada con el mango de la azada
sobre su brazo derecho, pantalones cortos
deshilachados, descalzo, se sienta en
nuestra cocina redonda de piedra,
sin lluvia en la mano, sin debilidad
en la sangre, ni cuervo en el corazón.

Corsino Fortes


Emigrante 

Todas las tardes el poniente dobla
tu pulgar sobre la isla
Y del poniente al pulgar
crece
un progreso de piedra muerta
Que la península
Todavía bebe
Por la copa de la colonia
Toda la sangre de tu cuerpo peregrino 

Pero cuando tu voz
sea ola en el violón de la playa
Y la tierra del rostro Y el rostro de la tierra
Te tiendan la palma de la mano
De la orla marítima de la isla
De pan & pan hecha
Juntarás tu última hambre
a tu hambre primera 

De lo alto vendrán
rostros-y-proas-del-no-viaje
Así hierba así mercurio
A arrancarte las cruces del cuerpo 

El grito de las madres te lleva

ahora
A la séptima esquina
donde la isla naufraga
donde la isla festeja
Su dolor de hija
Y tu dolor de parturienta
Que toda la partida Es potencia en la muerte
todo el regreso Es infancia que deletrea 

Ya no esperamos el metabolismo
Pulpa de buena fruta fruta de buena pulpa
La tierra
aspira 
tu falo verde
Y antes que tu pie
sea
árbol en la colina
Y tu mano
cante
luna nueva en mi vientre 

Va Y planta
En la boca de Amílcar muerto
Este puñado de berros
Y sorbe trago a trago
Una fonética de frescura
Y con las comas de la calle
Y las sílabas de puerta en
 puerta
Barrerás antes de la noche
Los caminos que van
hasta las escuelas nocturnas
Que toda la partida es alfabeto que nace
todo el regreso es nación que deletrea 

Te aguardan
los perros y los lechones
de la casa de Chota
que en el solar enflaquecen de delicadeza 

Te aguardan
los vasos Y la semántica de las tabernas 

Te aguardan
las cabalgaduras
amordazadas de aplauso y caña de azúcar 

Te aguardan
los rostros que explotan
en la sangre de las hormigas
nuevos campos de pastoreo 

Pero
cuando tu cuerpo
sangre & carbón de puro celo
Alce
Sobre el sembrado
Tu dolor
Y tu orgasmo
Quién no supo
Quién no sabe
Emigrante
Que toda la partida Es potencia en la muerte
Y todo el regreso Es infancia que deletrea

Corsino Fortes



La cesárea de tres continentes

Antes el cuerpo era moneda y el alma
capital, antes de que la luz, en el mar
recordada, erosionara la cara de la piedra
y el viento viviera en el interior del verano
de la tierra, antes de que la semilla no tuviera
primavera, fuimos exclamación a distancia, dimos
piernas a las colinas y brazos a las montañas,
un rostro y un significado para las dunas de
alta mar, exhalamos muslos y senos en el sexo
del Sahel. Me acuerdo de ti, vientre de África,
istmo del propio destino, península, poste, maremoto
arrancado en la vorágine de la vida, en la fractura
y cesárea de los tres continentes. Nos convertimos
en ombligos pétreos y giratorios entre la piel
y los huesos de las estaciones, nos convertimos
en islas más allá del viento en un archipiélago
evasivo y así se pronunció la crónica escisión
antes y después del día primero, escrita en la
boca de la piedra.

Corsino Fortes


Pascua de piedra

I

¡Así! nazco & voy
En los pies de las piedras que nos persiguen
                                             el rostro la órbita el movimiento
¡Deambulaban! cerca
Los acróbatas de la "Piedra Rodada"
Y el desierto bebía por las dunas
Las olas del crepúsculo
Y las ruinas de la catedral

 

¡Así! naciste & estás
En las manos de las piedras que nos proyectan
                                             el cuerpo la decisión el deseo
¿Y si preguntamos? a las piedras
Uterinas & consanguíneas
                                             De la fortuna del mar
En la boca de las piedras: la pedagogía de las olas
¡De las olas al dolor! de la erosión al amor

II

¿Pero dónde? dónde encontrar
En el desierto del habla
La piedra sonora
La lengua de piedra
Que salpica de verde
La lucidez de nuestra locura
¿Pero dónde? ¡dónde encontrar
La piedra madre! la piedra amante
La primavera de piedra
En el verano que nos devora
La subiente de la infancia
La bajante de la vejez
               es decir
La piedra de la cicatriz
La piedra de la primera memoria
La levedad
               que yergue en el corazón
               esta lluvia de piedra
La piedra que huye
                de la mano del ingeniero
                               Y
               del pie del arquitecto
Y construye
               en la terraza del alma
                              la ojiva
                De una salva de aplausos

Corsino Fortes



Piedra de identidad

I

TODAS LAS NOCHES

Las piedras levitan en nuestros sueños
¡La balanza del profeta! cuando
El sismo de la esperanza
Alcanza
               4.033 km² de terremoto
Y los oídos iluminan
               en los corredores del miedo
               en los corredores de la vida
El trueno de nuestras sienes
Y saltan islas
               Hacia afuera de las ruinas
Como ostras
               Hacia adentro de las perlas
Y saltan rocas
               Que se cruzan
Con el archipiélago de los sentidos + la
Felina coreografía de las planicies
¡Magras & mágicas! de huesos & símbolos
¡Y tan vírgenes! de ser movimiento
¡Como! la luz del útero
               Que las desnuda
¡Si aquí! en el aire
               en los pies del archipiélago
Las islas paran
               Para ver pasar las rocas
Del desierto de las piedras a la deserción de la pobreza

II

TODAS LAS MAÑANAS

-La isla levanta la corola de la saya-
Para que el mar nos proteja
De las piedras que llevan & traen
               el archipiélago a remolque
Entre la sístole y la diástole
               del valle del amanecer
¡Y como páginas! son
               Cabezas que abren
Así bibliotecas
                De olvidadas memorias
Y con la música de milenios
               gota a gota en los oídos
Las piedras se miran grávidas
Del desierto rojo de las palabras
Hay fuego en las piedras nuevas
Hay luz en las piedras remotas
Y amor & odio
               En el codo de su abrazo
¡Como! si no fuera lar
               el lugar del viento
               el lugar de la isla
¡Donde! el desespero de la pasión rejuvenece

III

TODAS LAS TARDES

Las piedras ennoblecen nuestras raíces
Y tejen en nuestros pies
               su imperio de espejismos
¡Entonces! El desierto encuentra en las dunas
La palabra del señor + la mano del viento
Que nos bautiza
Con el sol rojo de la eucaristía
¡Y si en la oración! La morna es
                              suelo y mar de toda la ópera
Las dunas descienden por la carne del atardecer
               con senos de marea alta
               con ancas de marea baja
Y llevan al baile "te frío"
                              el truculento pie de la mazurka
                              la lejanía erótica del landum
                              el amor / desamor de la contradanza

¡Mientras! las salinas advierten a los transeúntes
¡Sobre el mar! hay piedras en romería
               Y con la fuerza del oleaje + la
               Contienda de los océanos
                              Día & diálogo en los oídos
Las piedras fermentan
                              hueso a hueso
El alborozo de la fanfarria
Y de las piedras nacen proas
                              De falo & grano
¡Así! Mástiles & anclas
                              De tierra arable
Todos
               De la misma raza & pueblo de Año nuevo
Todas
               Del mismo pueblo & nación de Manuel d´Novas
Falos de sangre & granos de piedra
Que llevan & traen
                              en la encoladora de la vida
                                             Y
                              En el batuque del alma
¡El himno! ¡Como morna
¡Y el funaná! como bandera
Y de las trovas de Eugenio
Y de las historias de Aurelio
Piedras caían
Piedras batían en la B. Lleza de la patria

                              ¡como! presentes natalicios

Corsino Fortes




Postales desde alta mar

I. Yo, criollo, diré a la noche
con mi pequeña guitarra del alba
que erees una novia morena en Rotterdam,
que nunca vas a vender alrededor de la
ciudad, de puerta en puerta, la
sed de agua dulce."

II. Por la mañana nevó en los
templos de Europa y la lámpara
de mi mano es una carabela
entre los fiordos de Noruega.
Desde ayer ha estado lloviendo
en la proa lluvia de acero que
adormece nuestros huesos
abandonados, gnomon de silencio
sin memoria. Desde ayer el barco
es el paisaje del alma ciega
y tu nombre sobre el océano
el sol en la boca de un árbol
frutal.

III. Yo vendía kamoca en las
calles neoyorquinas, he jugado
ourin entre las vigas de los
rascacielos incipientes. En un
edificio en Belfast perseveran
los cráneos y huesos de mis
ancestros, la sangre sigue
insuflando vida en las fosas
nasales de los auriculares."

IV. Las orejas del isleño,
bañadas por el sol olímpico,
ven patricios vestidos con togas,
hablando criollo. Más allá de
los Pirineos hay mulatos que
emigran a Europa.

V. Los domingos por la noche, el sol
creole se presenta a los rostros afables
y los nombres de Djone, Bana, Morais, Goy,
Djosa, Franco, Morgoda, Paliba y Salibana
son sellos blancos, pasaportes a las puertas
de las embajadas.

VI. Nuestras bocas testifican que la tierra y la
historia emigran y acogen conflictos y normas
culturales en la noche de la locura, en la colonia
de Sacassenje. Hemos dividido la tierra entre
los árboles frutales y las semillas, entre la
sangre y las cicatrices, tras haberlo previsto
nos alojamos en la cerrada frontera.

VII. Atisbo desde la carretera el nacimiento
de la primavera que vela, de la sombra
de los omóplatos del mundo, del temblor
de la sangre africana vertida sobre los
huesos de Europa. Todas las noches mi pulgar
regresa a la desembocadura del río, desde
Addis Abeba bebí en las cataratas de Ruacana.

Corsino Fortes


Puerta de sol

I

De las colinas de paja
con puertas de sol
Descienden niños
desnudos y flacos
como violas
Las costillas dentro de las cuerdas
Todos
Primogénitos
del mismo vientre
E hijas
Del mismo volcán Y de la misma viola
De la misma roca Y del mismo grito

II

La isla rueda en el rostro del niño
con la “varilla presa” en la rueda del viento

III

No siempre
El niño respira
Un pulmón
roto de mapas

Y así
Como las islas
Al ponerse el Sol
Se alimentan
de fonemas
Cada niño
Es diptongo de leche
con sangre en las vocales

Corsino Fortes






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