Édouard Levé

"A menudo creo que no sé nada de mí."

Édouard Levé


"A veces me digo que las cosas serían más fáciles si mintiera, y no sólo para mí."

Édouard Levé


"Creería más en Dios si fuese una Diosa."

Édouard Levé



"Demasiado ruido en un restaurante puede arruinarme la comida; Veo arte donde otros ven cosas; El cine narrativo me gusta tan poco como la novela; Cuando cuento los libros que he leído, hago trampa incluyendo los que dejé sin terminar; Al contradecirme, experimento dos placeres: traicionarme, y tener una opinión nueva; De adolescente, el nazismo me parecía pertenecer a otra época, pero a medida que envejezco, más cercana me parece esa época; Antes que Joyce, que escribe cosas banales con palabras extraordinarias, prefiero a Raymond Roussel, que escribe cosas inverosímiles con palabras comunes. Cuando quiero ver teatro voy a misa; Tengo otros temas de conversación aparte de mí mismo; Tengo un cuadro de Damien Hirst titulado Armaggedon, hecho con miles de moscas pegadas sobre un lienzo de varios metros cuadrados; El principio de placer guía más mi vida que el principio de realidad, aunque me enfrente más a menudo con la realidad que con el placer; No me gusta pero soy egoísta, ni siquiera se me cruza por la cabeza ser altruista. Creo más en la literatura, incluso la literatura menor, que en el cine, incluso el gran cine; A menudo pienso que no sé nada sobre mí mismo; Escribo fragmentos; He perdido todo contacto con amigos muy queridos, sin saber por qué, creo que ellos tampoco lo saben; He aprendido por mi cuenta todo lo que sé de arte. No me canso de sacar fotos. Prefiero la música de cámara a la música sinfónica; Soy más rápido al penetrar a una mujer que al sacársela; He ido a cuatro psiquiatras, un psicólogo, un psicoterapeuta y cinco psicoanalistas; Me gustan los clubs swingers, que llevan la lógica del club nocturno a su conclusión natural."

Édouard Levé
Autorretrato


"Desviar una imagen es cambiar su significado, por ejemplo, cambiando su leyenda, o adjuntándola a otra imagen que la contradiga. No cambio el significado de las imágenes, sino su función, que es excitar mostrando. Los efectos del enmascaramiento que opero son variables. Absurdo: los personajes intentan realizar un acto erótico imposible. Preocupación: la frialdad transforma el placer en una mecánica implacable. Excitación: para ciertos espectadores, el objeto oculto es más fantasmal que el objeto observado. Estética: al ocultar los sexos señalo el potencial coreográfico de la pornografía, que se convierte en una ecuación de gestos."

Édouard Levé




"Ejercí la pintura de 1991 a 1996. Pinté quinientos cuadros, vendí unos sesenta, tengo cien almacenados, y el resto lo quemé."

Édouard Levé




"En el reportaje, el fotógrafo no dirige a los sujetos. Ciertos gestos, ciertos personajes, son «inútiles»: alguien se esconde parcialmente, da la espalda, tiene un gesto desagradable o inexplicable. Sin embargo, cuando se publica la fotografía, los detalles parásitos se funden en el sentido general: el periódico muestra la realidad tal como sucede. El contexto de la publicación, el artículo, el título y la leyenda que acompañan a la imagen sitúan la escena y la hacen legible. Pero en una fotografía escenificada, se interpreta el significado de todos los detalles, ya que han sido elegidos por el autor. Sin embargo, en la serie Quotidien, el contexto se borra. No hay escenario, utilería, leyenda o título. Incluso el casting se neutraliza: los modelos no se parecen a los de la imagen inicial, no tienen ni sexo, ni edad, ni raza, ni estatus social, tienen entre veinticinco y treinta y cinco años, visten jeans, remera y zapatillas, la ropa promedio de los jóvenes occidentales. Son contemporáneos anónimos, intercambiables."

Édouard Levé




"En épocas de depresión me hago la imagen mental del entierro que sigue a mi suicidio, hay muchos amigos, tristeza y belleza, el acontecimiento es tan conmovedor que me entran ganas de vivirlo..."

Édouard Levé


"En verano, en la playa, salías a navegar tú solo en catamarán. Desplegabas las velas y remabas siempre recto. ¿Para qué hacer una bordada, si las olas eran las mismas? La línea recta te venía bien. No te preocupabas de itinerario alguno, dirigías la proa hacia el horizonte, de espaldas a la costa. Querías olvidar la tierra pero tus expediciones eran demasiado cortas para verte rodeado sólo de olas. Se te llenaban los pulmones de aire, el oleaje te inundaba los oídos, los movimientos del barco se apoderaban de tu cuerpo en busca de equilibrio. El balanceo de las olas te hipnotizaba mientras el viento, a su vez, te despertaba. Te gustaba esa somnolencia lúcida, semejante a la de un niño acunado por una nodriza que le canta con dulzura una melodía adormecedora. Luego había que volver. Dabas una bordada e intentabas regresar tan directo como habías ido, a pesar de que la dirección del viento te obligaba a virar. La vista de la tierra a lo lejos te devolvía a la realidad, que el mar te había hecho olvidar. Conforme se acercaba la playa, ibas abandonando el sueño en vela en el que te habían sumido las olas.
Una noche, en la ciudad de la Provenza, te paseaste sin rumbo por las calles durante tres horas. Llegaste a un barrio desprovisto de encanto, delimitado por dos grandes avenidas. Pisos baratos alternaban con viviendas de alquiler protegido, asilos, garajes, supermercados, tiendas de aspiradoras, varios comercios de productos para mascotas y peluquerías de señora. Un olor a fritanga y carne guisada se escapaba de un restaurante de cortinas sucias donde ofrecían un menú de bar de carretera. La iluminación naranja de la urbe fastidiaba el placer que te habría proporcionado contemplar algunos palacetes del siglo pasado, milagrosamente conservados entre el cemento. Llegaste a una pequeña iglesia que lindaba con un cementerio. Las tumbas blancas que se recortaban tras la verja de entrada adornada por un gran ciprés se te antojaron un oasis de belleza reposada. Nunca se te había pasado por la cabeza dar un paseo nocturno a solas por un cementerio. Una obsesión inconsciente con los fantasmas te habría disuadido. Un hueco en una piedra del muro y un apoyo en lo alto de la verja te decidieron. Sin pensar cómo saldrías de allí, te pusiste a escalar el muro."

Édouard Levé
Suicidio





"En un amigo busco un hermano No he encontrado un amigo en mi hermano, aunque me temo que tampoco es que yo haya hecho ningún esfuerzo por buscarlo."

Édouard Levé



"Estoy más guapo con bastón."

Édouard Levé



“He intentado suicidarme una vez, me he visto tentado de intentar suicidarme cuatro veces. Me cuesta tirar la basura.”

Édouard Levé


"Ignoro la prudencia. Veo arte donde otros ven cosas."

Édouard Levé



“La felicidad me precede, la tristeza me sigue, la muerte me espera.”

Édouard Levé


"Las historias de amor me aburren. No cuento mis historias de amor. Hablo poco de las mujeres con las que estoy, pero me gusta que mis amigos me hablen de las suyas. Una mujer vino a reencontrarse conmigo en un país lejano después de un mes y medio sin vernos, no la había echado de menos, en unos instantes comprendí que ya no la quería. En la India viajé una noche entera en un autocar con un suizo al que no conocía de nada, atravesamos las llanuras de Kerala, le conté más cosas por iniciativa propia en unas horas que a mis mejores amigos en años, sabía que no volvería a verlo, era una oreja sin consecuencias. Puedo ponerme suspicaz. Ver fotografías antiguas me convence de que el cuerpo evoluciona. Reprocho lo que me reprochan. No soy un rácano, admiro el gasto justo. Algunos uniformes me gustan, no por lo que encarnan sino por su sobriedad funcional. En una ocasión le anuncié una buena nueva que me concernía a una persona a la que quiero, y me di cuenta con estupor de que se había puesto celosa. No me gustaría que mis padres fuesen famosos. No soy guapo. No soy feo. Desde algunos ángulos, moreno y con camisa negra, puedo verme guapo. Me veo más a menudo feo que guapo. Los momentos en que me veo guapo no coinciden con aquellos en que quiero estarlo."

Édouard Levé
Autorretrato


“Lo que hay al final de la vida no me da miedo (…) En mis épocas de depresión me hago la imagen mental del entierro que sigue a mi suicidio, hay muchos amigos, hay tristeza y belleza, el acontecimiento es tan conmovedor que me entran ganas de vivirlo y, por ende, de vivir. No sé irme de un sitio con naturalidad.”

Édouard Levé


"Los únicos que tendrían que soportar el dolor de tu muerte serían los que te sobrevivieran. Ese egoísmo de tu suicidio te desagradaba. Pero, en la balanza, la serenidad de tu muerte pesaba más que la agitación dolorosa de tu vida."

Édouard Levé


“Más que a Joyce, que escribe cosas banales con palabras extraordinarias, prefiero a Raymond Roussel, que escribe cosas inverosímiles con palabras comunes.”

Édouard Levé



"Me pregunto si los antidisturbios sólo les gustan a los viejos."

Édouard Levé



"Mis conversaciones más preciosas se remontan a mi adolescencia, con un amigo con el que bebíamos cócteles que preparábamos mezclando al azar las bebidas alcohólicas de su madre, nos quedábamos hablando hasta que salía el sol en el salón de una casona que había frecuentado Mallarmé, durante el transcurso de esas noches formulé discursos sobre el amor, la política, Dios y la muerte, de los cuales no retiraría ni una palabra, incluso si a veces se me ocurrieron mientras me revolcaba en el piso de risa, años después, este amigo le dijo a su mujer que se había olvidado algo en la casa cuando estaban saliendo para jugar al tenis, bajó al sótano y se pegó un tiro en la cabeza con la escopeta que había preparado cuidadosamente."

Édouard Levé



"Mis fotografías son copias fieles de los dibujos, en las que se escoge cada detalle. Cuando se descontextualiza una escena y sólo quedan la ropa y algunos accesorios como signos de identificación de los personajes, sus poses y gestos se convierten en los elementos semiológicos esenciales. La posición de los cuerpos, su disposición en el espacio, la colocación de las manos y el juego de miradas funcionan como índices de la representación del poder."

Édouard Levé



 "Ni embellezco ni afeo las cosas."

Édouard Levé


"No me critico a mí mismo, no hago comentarios sobre mí mismo. En el mejor de los casos, describo lo que hago. En la autoentrevista que hice para el libro Reconstitutions, explico mi método de trabajo. Elegí este modo autista (el entrevistador es el entrevistado) para asegurarme de que podía decir todo lo que tenía que decir. Los entrevistadores nunca hacen las preguntas que uno quiere."

Édouard Levé



"No me pones triste, me pones serio. Dañas mi ligereza incurable. Cuando soy demasiado impulsivo y, por razones que ignoro, se me aparece tu cara, le vuelvo a dar importancia a la gente que me rodea. Las cosas adquieren un relieve que rara vez veo. Disfruto por ti de lo que ya no conoces. Muerto, me vuelves más vivo."

Édouard Levé



"No negaste la vida sino que afirmaste tu gusto por lo desconocido al apostar a que si en el otro lado había algo, sería mejor que esto."

Édouard Levé


"Olfateo el libro que me estoy leyendo."

Édouard Levé


"Parezco demasiado amable para gustarle a las chicas malas."

Édouard Levé


"Puedo hacer innumerables preguntas a la gente a la que creo que no voy a volver a ver."

Édouard Levé


"Sigo a los locos por la calle."

Édouard Levé



“Tu suicidio fue de una belleza escandalosa.”

Édouard Levé


"Un día le dije a mi psicoanalista: 'No disfruto de lo que poseo', y me eché a llorar."

Édouard Levé



"Yo diseño series, no secuencias: no hay ningún orden en el despliegue de las imágenes. Cada fotografía es autónoma. Sin embargo, en un libro, la sucesión de páginas anima al lector a reconstruir una historia. En la clasificación que hice evité construir una narración. El resultado no es una escena, sino una colección de imágenes sobre el mismo tema."

Édouard Levé







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