"A primera hora de la tarde, siguiendo su costumbre, Graziano se encaminó hacia la redacción. Era el mejor momento para ir: hasta las seis no llegaba nadie, y en la sección de crónica todo estaba en orden, sumido en una penumbra agradable. Las máquinas de escribir, dentro de sus fundas, tenían ese aire adusto que la soledad confiere a los objetos de ocasión; las sillas estaban en su sitio, el suelo bien barrido, y un rayo de luz iluminaba de lleno una estantería repleta de viejos libros, enviados para su reseña, que nadie se llevaba y que daban al lugar esa dignidad propia de las bibliotecas. Eran antologías de poesía lírica, anuarios, ensayos de economía, novelas impresas por cuenta del autor, y el polvo ya se había incrustado en los cantos como la caspa.
Levantando la mirada hacia el techo, Graziano saludaba al fresco de la Industria y del Comercio, dos mujeres compuestas y desnudas de cintura para arriba, con esos ojos redondos de las modelos bucólicas de Ciociaria, sentadas entre los atributos de sus actividades: ruedas dentadas, martillos pilones, diplomas y fardos de mercancía. Hacia la ventana, bajo el pergamino con la fecha 1889, un joven Mercurio, completamente desnudo y a la espera de órdenes, colocaba un pie alado fuera del marco y parecía a punto de descender para realizar algún encargo.
Podía sentirse el silencio de aquel cielo afable, rosa y turquesa, que había sobre su cabeza. Con el paso del autobús, temblaba la madera de las paredes y el pavimento, del mismo material: era un escalofrío intenso que sacudía las ventanas y desplazaba los tinteros; después, todo volvía a la calma.
Graziano se sentó al escritorio del redactor jefe, situado, como el de un profesor, frente al resto de mesas; encendió la lámpara con la pantalla verde y comenzó a hojear una pila de periódicos aún frescos, procurando no arrugarlos, abriendo apenas las páginas, como quien abre las puertas de un pasillo en busca de su habitación, pues el redactor jefe ya le había advertido una vez: «Jovencito, yo sólo creo en la virginidad de los periódicos: para mí, un periódico hojeado es ya un periódico viejo, sin noticias». Aquellas hojas olían a petróleo, y la obstinación de los acontecimientos que suceden en el mundo, ese repetirse de los mismos nombres en los titulares, no tardaba en cansar a Graziano. Entonces llamaba al bar y pedía un café y un bocadillo para merendar, y mientras se los tomaba sentía que aquéllos eran los únicos momentos felices en la redacción, protegidos por el silencio, la soledad y la conciencia de una ociosidad inocente."
Ennio Flaiano
Dos noches
"Afectado por un complejo de paridad. No se siente inferior a nadie."
Ennio Flaiano
"Con los pies firmemente apoyados en las nubes."
Ennio Flaiano
"Condenado a la pena de vivir. La gracia, rechazada."
Ennio Flaiano
"Cuando el hombre ya no tiene frío, hambre y miedo está descontento."
Ennio Flaiano
“Decidió cambiar de vida, aprovechar la mañana. Se levantó a las seis, se duchó, se afeitó, se vistió, disfrutó el desayuno, fumó un par de cigarrillos, se sentó en la mesa de trabajo y se despertó al mediodía.”
Ennio Flaiano
"Dentro de 30 años Italia no será como la habrán hecho los gobiernos, sino como la habrá hecho la televisión."
Ennio Flaiano
“Desde que el hombre ya no cree en el infierno ha transformado su vida en algo que se parece al infierno. ¡No puede prescindir de él!”
Ennio Flaiano
"El italiano tiene un solo verdadero enemigo: el árbitro de los partidos de fútbol, porque emite un juicio."
Ennio Flaiano
“El psicoanálisis, querida señora, es una pseudo-ciencia inventada por un judío para convencer a los protestantes de que se comportaran como católicos.”
Ennio Flaiano
"El viejo S. quiere comprar muebles nuevos para su comedor. «¿Justo ahora que está a punto de morirse?», observa la criada."
Ennio Flaiano
"En amor es preciso ser inescrupulosos, no respetar a nadie. Si fuera necesario, ser capaces de irse a la cama con la propia esposa."
Ennio Flaiano
"En cada minoría inteligente hay una mayoría de imbéciles."
Ennio Flaiano
"En el amor debe carecerse de escrúpulos, no se debe respetar nada: si es necesario, hay que acostarse incluso con la propia esposa."
Ennio Flaiano
“En Nueva York todos sienten la necesidad de ser iguales, porque la igualdad es una seguridad que excluye la fraternidad y la libertad.”
Ennio Flaiano
"Entender China no solamente es imposible sino también inútil."
Ennio Flaiano
“Hoy he dejado mi familia porque estaba cansado de sentirme solo.”
Ennio Flaiano
“Hoy los cretinos están especializados.”
Ennio Flaiano
"La civilización es una cuestión de pies calientes. Donde los pies están bien tratados, el resto va bien."
Ennio Flaiano
”La estupidez de los demás me fascina, pero prefiero la mía.”
Ennio Flaiano
"La felicidad consiste en no desear más de lo que se posee."
Ennio Flaiano
“La homosexualidad para la clase pobre no es un vicio sino un modo de acceder a las clases superiores.”
Ennio Flaiano
"La pornografía es aburrida. Cotillea sobre un misterio."
Ennio Flaiano
"La seriedad es apreciable solamente en los niños. En los hombres sabios, es el reflejo de la renuncia."
Ennio Flaiano
"La situación es grave, pero no seria."
Ennio Flaiano
"La vida en una serie ininterrumpida de errores, cada uno de los cuales sustenta al que le precede y se apoya en el siguiente."
Ennio Flaiano
"Las obras de arte de hoy día tienen los minutos contados."
Ennio Flaiano
"Lo peor que le puede ocurrir a un genio es ser comprendido."
Ennio Flaiano
"Los días inolvidables de la vida de un hombre son cinco o seis en total, los demás hacen volumen."
Ennio Flaiano
“Los italianos siempre acuden en auxilio del vencedor.”
Ennio Flaiano
"Luchan por las Ideas, aun sin tenerlas."
Ennio Flaiano
"Me preguntan por qué escribo tan poco. Yo he respondido: Si un escritor es prolífico, echad un vistazo a su esposa. Casi siempre es fea. ¿Y qué queréis que haga el pobrecillo? ¡Escribe!"
Ennio Flaiano
"Mi gato hace lo que yo quisiera hacer, con menos literatura."
Ennio Flaiano
"Quien renuncia al sueño, se masturba con la realidad."
Ennio Flaiano
“Si los pueblos se conocieran mejor se odiarían más.”
Ennio Flaiano
"Vivo un día a la vez. No consigo reunir dos días."
Ennio Flaiano
"Y pensar que esta farsa durará todavía miles de millones de años, según dicen."
Ennio Flaiano
“Ya sé que cada ciudad tiene sus barrios y sus esquinas que el viajero jamás descubrirá. Yo prefiero ignorarlas, son sitios y sensaciones que necesitan ser ganados con una estancia prolongada. Por eso en Madrid apenas me alejo de la Gran Vía.”
Ennio Flaiano
"Yo creo solamente en la palabra. La palabra hiere, la palabra convence, la palabra calma. Este, por mí, es el sentido del escribir."
Ennio Flaiano
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