John Ford

"Crotolon. No más angustias, voy a acelerar mi viaje.
Orgilus. Razones puedo daros muchas para no hacerlo, mi señor.
Crotolon. Dame una buena, antes de que nos separemos debes decirla. ¡Atenas! ¿por qué a Atenas? Para dar coces contra el mundo estoico y cínico, o leer sobre la lógica, o convertirse en un areopagita. Nadie puede pronosticar el florecimiento de tan grave honor.
Orgilus. Admito todo esto.
Crotalon. Entonces, líbrame del conocimiento de los libros. Dispón un viaje a la bélica Esparta, donde pueda sentirme más libre.
Orgilus. No señor, no es adecuado.
Crotalon. Te ordeno que me digas la verdad.
Orgilus. ¿Así me obedeceríais, después de tantas peleas y disensiones, fallecido Thraso y estando nuestro actual soberano, Amyclas, tan ansioso de verter sangre? Preferiría una resolución más suave.
Crotalon. ¿Cuál?
Orgilus. Un beneficioso intercambio a favor de la libertad y de un amor puro, que edifique las almas con firmeza. La temprana muerte no puede prevenir ni saciar los dulces votos, en base únicamente al amargo triunfo.
Crotalon. Seguramente.
Orgilus. A partir de este instante, estableceremos las condiciones para una vida feliz, ahuyentando al venenoso fruto de la madurez así como el recuerdo orgulloso de la gloria y de la venganza, o incluso de las nobles riquezas."

John Ford
El corazón roto




"Frank. Ven, acércate. ¿Por qué no está a gusto tu corazón y el miedo de las habladurías lo atenaza? Quizás se pueda hablar en contra de tu fama, pero sabes a quién llamar padre ahora.
Winnifred. Ha hablado como un hombre honesto, pero yo no puedo satisfacer su solicitud, que libremente me ha concedido. No debemos vivir juntos en esta difícil situación, aunque sea lícito para un hombre y para una mujer.
Frank. Si hubiera faltado a la verdad de mi promesa, no podría tolerar tu compañía, sino sólo intentar ganar algo de tiempo para el heredero de nuestra causa sucesiva, para maldecir la hora de su nacimiento y la miseria de la necesidad. Dos demonios que nos abocan a un final vergonzoso.
Winnifred. ¿Y sería tan difícil preservar este estatus? ¿Estando casado podría confesar la verdad?
Frank. En realidad un padre es un maestro agraviado por la desobediencia filial que no tiene en cuenta las aflicciones filiales, sino la prosperidad de su alma.
Winnifred. No hay mérito alguno en conquistar a una doncella. ¿Debo tener prisa en marcharme?
Frank. Por favor no utilices una palabra tan inadecuada. Has de vivir cerca de Waltham Abbey con tu tío Selman. Yo ya le he informado debidamente. Él te tratará amablemente y se plegará a todos los deseos de tu corazón.
Winnifred. Mi corazón no late sin su compañía."

John Ford
La bruja de Edmonton