Juan Ignacio Ferreras

"Amigo.- Tienes que decidirte y no te queda mucho tiempo; la guerra va a estallar.
HOmbre.- No quiero guerra, eso es, no quiero guerra.
Cura.- Nadie quiere, hijo, pero es necesaria.
Amigo.- Nos van a atacar, no habrá otro remedio.
Hombre.- Pero por qué demonios tengo que decidirme; odio la guerra, no quiero la guerra; yo quiero quedarme tranquilo, como estaba, odio la política, los políticos, la lucha, eso es, odio la lucha.
Director.- ¿No será usted un afeminado pacifista?
Hombre.- ¿Y aunque lo fuera, qué?
Director.- No puede ser.
Amigo.- No le des vueltas, decídete ya.
HOmbre.- No y no, dejadme tranquilo.
(El hombre sube y baja colgado de sus tirantes, cada vez que va a tocar el suelo, vuelve a subir.)
Señora gorda.- Pareces un mono, guapito mío.
Hombre.- Un intelectual ha dicho: hay que estar audessus de la melée, eso es.
Señora gorda.- ¿Y eso qué quiere decir?
Amigo.- Que hay que estar por encima de la lucha, una cosa así.
Cura.- Pero es imposible, cada hombre cuenta.
Compañero.- En eso estamos de acuerdo, ya ves.
Hombre.- Por encima de todos, eso es.
Amigo.- Hay momentos en que es imposible.
Commpañero.- Sí, por muy intelectual que seas, por muy liberal que seas, no puedes permanecer aislado.
Cura.- Desde luego que no, te lo pide Dios.
Amigo.- Te lo pide justicia.
Director.- Se lo pide el sentido común.
Compañero.- Te lo pide la fraternidad.
Señora gorda.- Te lo pide tu pichoncito.
Margarita. Te lo pide tu nena."

Juan Ignacio Ferreras
Un hombre en el alero o la síntesis de la historia



"Creo que (en París del 68) fue una ruptura radical. Desde el punto de vista político fue una ruptura contra la izquierda, no contra la derecha. No es que fuéramos de derechas: es que sabíamos que las soluciones de izquierda eran falsas. El Partido Comunista, que no ha sido nunca de izquierdas, se puso de parte del orden. Puedo decir que la Policía disolviendo una manifestación es una tontería al lado de los obreros de la CGT francesa disolviendo a los estudiantes.
Hubo una ruptura que hizo surgir una nueva visión del mundo. Allí escuché por primera vez, en la Sorbona, la palabra ecología. ¿De dónde salía tanto talento? De la relación entre los hombres: todo el mundo podía hablar: al hablar surgen cuestiones. Hoy en día nadie habla; se ve la televisión y nada más, y los demás hablan por ti.
Surgió una conciencia colectiva e individual que tardará en imponerse, pero que se impondrá."

Juan Ignacio Ferreras


"Creo que Hemingway no se dejó llevar nunca por ese querer significar del que hizo tan brillantemente gala Melville; y en este punto, y para cierta crítica, Hemingway es el novelista de la sencillez, sobre todo, de la falta de complicación. Pero ocurre en literatura y sobre todo en novela, que la desnudez completa puede encerrar la más ingeniosa de las complicaciones, puesto que para llegar a ella, a esta pura desnudez, el autor ha hecho un considerable trabajo de selección, de eliminación sobre todo."

Juan Ignacio Ferreras
Entre la nada y el estilo


"Cuando viene la transición, surge la libertad, pero claro, surge la libertad económica; lo que sucede con ésta es que hay empresarios españoles muy listos y muy rápidos. La concentración de los medios de comunicación obligatoriamente implica la decadencia de todo lo que traten. La frase "industria cultural" no tiene ningún sentido, son palabras antinómicas. No puede haber industria cultural: si es industria, ya sabemos lo que es. Si no se vende, se tira, y si hay que echar a los obreros a la calle, se les echa, se llamen novelistas o poetas a estos obreros.
¿A quién pertenece esto y esto y esto? A partir de ahí, te lo explicas todo. La concentración impide la variedad y te da una mercancía."

Juan Ignacio Ferreras




"Ninguna ilusión, asistimos a la derechización del mundo. El fracaso, tan merecido por otra parte, de los llamados regímenes socialistas, ha ensoberbecido el capitalismo mundial. De un fracaso económico se ha derivado, al parecer, el fracaso de todas las ideas de izquierda. Incluso hay más de un crítico que sostiene que el socialismo es un "fracaso intelectual". No hay remedio, siempre por ahora, asistimos al victorioso rito de una derecha mundial que busca entronizarse y perpetuarse en la dirección del universo.
Una derecha en el poder empezará, y ya lo está haciendo, por negar toda diferencia entre derecha e izquierda. Una derecha en el poder afirmará que el fracaso de una economía significa el fracaso de una ideología. Una derecha en el poder acabará por afirmar que no hay ideologías.
Queremos pensar, en primer lugar, que no podemos pensar como quieren que pensemos. Queremos pensar que no hay derrotas definitivas, como tampoco puede existir una victoria permanente. Queremos pensar, finalmente, que debemos seguir pensando.
Y pensamos que la izquierda no se derrumbó con el infamante muro de Berlín, porque el muro no lo había levantado la izquierda. Comprendemos los esfuerzos de los llamados países del este para hacerse capitalistas, y también comprendemos los esfuerzos de los llamados países occidentales por colonizar económicamente los países del este. Comprendemos que los organismos internacionales están en manos de la derecha y sabemos ya qué preparan los capitalistas contra los integrismos musulmanes. Comprendemos la colonización de las Américas iberohablantes, como comprendemos la muerte diaria de los palestinos a manos de sus ocupantes judíos. Comprendemos a qué llama nación la derecha europea y sus luchas contra los emigrantes del tercer mundo. Todo lo comprendemos, y en nuestra comprensión no hay ningún síntoma de acuerdo ni de aprobación.
La derechización del mundo no es el merecido triunfo de la derecha, sino el estrepitoso fracaso de las izquierdas europeas y mundiales."

Juan Ignacio Ferreras
Izquierda, laicismo y libertad


"Todo lo que sea atacar a la razón es una vuelta atrás. La historia de España está por hacer. No ha habido una teoría crítica sobre la historia española. Nuestro siglo XVIII es una pena, digan lo que digan. No se puede comparar al Padre Feijoo con Diderot. Diderot no ha nacido en Navarra.
La II República fue un momento abierto que resultó aplastado. Luego, cuarenta años de tiranía. ¿Lo que está ocurriendo ahora? Toros, lotería, fútbol, echar las cartas... Todo lo que sea irracional tiene sentido. Hay emisiones en la televisión hablando de estas estupideces.
El problema del laicismo no se ha resuelto. Estamos mucho peor que hace veinte o treinta años. Es decir, la Iglesia es el problema del dinero y el problema de la enseñanza. Hay un pequeño partido con el que colaboro, el partido fundado por Azaña: Izquierda Republicana. Publicamos una pequeña revista en la que denunciamos estas cuestiones.
Creo que estamos en la España negra. Y no sólo por el chapapote, que es un detalle más."

Juan Ignacio Ferreras








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