Walter Faila

Inocente Pecado

Esta noche, en que hay mas dudas de amor,
por tu grito mudo, absorto, y destrozado.
En que el herrumbre de ébano y madera
el no corresponder a mi amor ha confirmado.
Ésta noche en que mi talla se cincela
con masilla corroída en mis huesos destemplados.
Esta noche, es la noche, en que debo liberar a los esclavos,
que sean cimarrones en los montes de nativos,
perdidos entre brisas del eclipse libertario.

Tu silencio ha sido témpano, páramo de tu sexo,
que a mi alma va impidiendo sus orgasmos,
Lujuria muerta en los lirismos de unos versos
que había dejado reposando entre tus vados.

Censura de mis tiempos de anarquista.
Rebelado guerrillero de los sueños programados,
tu extremada quietud de campana enmudecida,
a mi templo ya vacío, sin dios ha consagrado,
el rezo que calla el rosario de tus huellas,
y las velas que iluminan mi inquietud de enamorado.

Íntima cumbre, de palabras de cordel y ligadura,
mística perla que pasaste rodando como un rastro,
a la pena de un poeta le tiraste una moneda,
y su ruido fue explosión en el fondo de su vaso.

Ninfa de aleluya débil, crisma vital de mi sagrario,
la luna se fue despotricando en mis oscuros iris,
en la tardé que perdí… la inocencia del pecado.

Walter Faila


La Guerra y la Trata

De eso se trata: obsesión desmedida
No importa la muerte y menos la herida
de quienes viviendo  pasaban su  vida
y hoy  el tirano, los mata o expulsa.
El aire con polvo, las calles convulsas
La sed de los locos con sangre se sacia
¿Adónde te llevan, adonde te esconden?
¿A cuantos mendigan, a cuantos  corrompen?
No hay sur si no hay norte, no hay risa sin llanto
No hay boca en el beso ni voz en el canto
Matar sin sentir que matas  hermanos
Matar sin sentir que se ensucian tus manos.
No es lucha ¡Canalla!,  hay niños y ancianos.
No importa si lusos, sirios o ucranios
Es sangre de todos, ni agua ni lodo
¡Maldito primate! homínido loco
¿No ves a los nenes en las calles solos?
¿Las jóvenes bellas vendidas con moños
a otros inmundos que hacen del mundo
secar de dolor  a esos tiernos retoños?
¿De eso se trata? ¿Llegar al otoño
con  puertos  y  tierras, sin culpa ni alma?
¿Entiendes acaso que es lo que pasa
con todos aquellos echados de casa?
La trata de niños, la trata de blancas
La trata de humanos, de eso se trata.
La guerra te vende, se adhiere en el alma
goteando la sangre de todas las penas
en cada paso de cada mañana.
La guerra te expulsa de tu propia vida
Te  sigue por siempre…no solo te mata.

Walter Faila


Niños y fronteras

Se deslizan por los ojos los escombros
llora el mundo, más allá de los gobiernos,
llora el pueblo del mundo,
llora y lucha, valiente y decidido
cada habitante de Ucrania.
Miro un par de niños caminando,
en un paisaje semejante a  The Book of Eli
Pero no es una película,
él no es Denzel  y ella no  es Milena,
( aunque también sea Ucraniana).
Es la guerra y no la entienden
Es la muerte incomprensible
Es la absurda ruptura de familias
Cargan libros en sus manos
pero esos libros no contienen
salmos ni secretos
Cada uno una mochila
Un camino que nunca caminaron
Un destino que no sabe de futuro
No hay abrazos que paren los cañones
Ni cañones que maten la esperanza.
Detrás retumba una granada
Adentro retumban mil tristezas
Esperan cien mil desconocidos
a que crucen finalmente  esa frontera
La frontera que marcan los países
Las fronteras que al mundo dividieron
Y nosotros…nosotros estaremos aliviados
Cuando crucen  esa línea tan siniestra
Y se sienten, se abriguen, se alimenten
en una carpa de lona sostenida
un refugio que ya los tiene condenados.
Actuamos a destiempo
ocho años después que haya empezado
la locura del tirano que asesina
sin medir la ambición de su reinado.
Ya los niños cruzaron la frontera
Ya podemos sentirnos aliviados
Nadie ve, que dentro de ellos
se formaron mil fronteras
de dolor, angustia y muerte
pesadillas de fronteras infranqueables.
Aun así
No hay abrazos que paren los cañones
Ni cañones que maten la esperanza.

Walter Faila


No hay abrazos que paren los cañones 
Ni cañones que maten la esperanza.

Walter Faila



Poema a Una Mujer sola

Quisiera que mis versos contengan la belleza
que a una mujer sola llene al fin de amor,
nenúfares que pueblen su pecho de jardines
y en las alas del viento se trepe a mi calor.
Quisiera que llegara mi canto peregrino,
como arrebato de un justo desatino
quitando la sentencia del hombre juzgador.
Nadie sabe de tus camas ni tus vicios,
nadie, que no sea un cuerpo de amador.
Quisiera libertarte de la culpa y de la pena,
que somete la pluma del ingenuo acusador.
Quisiera que estés en mis ventanas,
sosteniendo tu velamen de nítido esplendor.
Que estés en los rincones que guarda mi osadía
como símbolo y emblema de lunas y de sol,
Que todo mi universo se aposente en tus entrañas,
cantando tu silencio de amoroso ruiseñor.
Quisiera que todas las memorias se callasen,
si el silencio es la escena del lírico fragor,
en que husmeas guardando tu cordura,
para entregarte a la hora precisa del amor.
Quisiera que las placas de tu cuerpo se colgaran,
logrando el epitafio de mi cuerpo de varón,
saciado en las hogueras que guarda tu destino,
a todo el camposanto de mi gran ensoñación.
No se acaben en la historia de los cuerpos,
este canto indomable que os doy,
mas simple , mas dulce, y mas sencillo,
que aquél que recibes como puño de un adiós.
Pues quisiera que sepa el mundo entero,
que eres reina vestida con rayo de la luna,
y diosa de tu reino encantado de clamor,
Que no hay espejos que reflejen tu hermosura,
porque el alma no se ve
con un vidrio reflejándolo hacia el sol,
ni se presienten del espíritu sus besos,
mirando un par de senos en ropa de interior.
Quisieran que comprendan los hombres vulnerados,
las trágicas cegueras que marcan un reloj,
cuando el tiempo ya ha acabado con el tiempo
y son escombros de despechos… los cantos de su voz.

Walter Faila










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