Enrique Gaspar y Rimbau

"... aná que significa «hacia atrás», cronos «el tiempo» y petes «el que vuela», justificando de este modo su misión de volar hacia atrás en el tiempo porque, en efecto, merced a él puede uno desayunarse a las siete en París, en el siglo XIX; almorzar a las doce en Rusia con Pedro el Grande; comer a las cinco en Madrid con Miguel de Cervantes Saavedra –si tiene con qué aquel día– y, haciendo noche en el camino, desembarcar con Colón al amanecer en las playas de la virgen América."

Enrique Lucio Eugenio Gaspar y Rimbau
El anacronópete
Tomada del libro Viajes inexplicables de Chris Aubeck y Jesús Callejo, página 176



Don Sindulfo a Benjamín:

-De ningún modo. Nosotros podemos asistir como testigos presenciales a los hechos consumados en los siglos precedentes; pero nunca destruir su existencia. Más claro; nosotros desenvolvemos el tiempo, pero no lo sabemos anular. Si el hoy es una consecuencia del ayer y nosotros somos ejemplares vivos del presente, no podemos, sin suprimirnos, aniquilar una causa de que somos efectos reales (…). Figúrese que somos una tortilla hecha con huevos puestos en el siglo VIII. ¿No existiendo los árabes, que son las gallinas, existiríamos nosotros?

Benjamín recapacitó un momento, después de lo cual repuso:

-¿Y por qué no? Aun admitiendo la hipótesis de que ambos seamos descendientes del moro Muza, el evitar que éste y los suyos penetren en España no impide nuestra existencia. Yo no destruyo las gallinas; lo que hago es obligarlas a que sigan poniendo en África. (…)

Don Sindulfo se mordió los labios no encontrando refutación al argumento de su amigo que él calificó de paradójico (…).

Enrique Lucio Eugenio Gaspar y Rimbau
El anacronópete


"El mundo es la casa de la humanidad, cuyos habitantes al irse multiplicando, van añadiendo pisos a la fábrica con el fin de estar con más holgura; pero sin cuidarse de estudiar los cimientos del edificio, para cerciorarse de que podrá resistir el peso abrumador que le echan encima."

Enrique Lucio Eugenio Gaspar y Rimbau
El anacronópete



“Ha echado un puente entre el hombre de bien y el bribón para que todas puedan circular por él confundidos, mediante un derecho de portazgo de camisa limpia.”

Enrique Lucio Eugenio Gaspar y Rimbau



"–¡Maldición! –gritó mesándose los cabellos.

–¿Qué pasa? –interrogaron los excursionistas.

–¡Sí... eso es... día 8 de septiembre del año 79 de la era cristiana!... ¡La erupción del Vesubio!... ¡¡¡Nos hallamos en el último día de Pompeya!!!..."

Enrique Lucio Eugenio Gaspar y Rimbau
El anacronópete
Tomada del libro Viajes inexplicables de Chris Aubeck y Jesús Callejo, página 179


"–¡Jesús! Si esto es más soso que un cocido sin sal. Ni se ve un campanario, ni una lechuga, ni ná que le pueda alegrar a una el corazón. Prefiero el ordinario de mi pueblo. Vamos, don Sindulfo, soo... En llegando a los Inválidos pare usted.

La pobrecilla no calculaba que había empezado su frase en París el diez de julio de 1878 y que la estaba acabando el treinta y uno de diciembre del año anterior sobre la cordillera de los Andes."

Enrique Lucio Eugenio Gaspar y Rimbau
El anacronópete
Tomada del libro Viajes inexplicables de Chris Aubeck y Jesús Callejo, página 179



"(…). Mi propósito nadie lo ignora, es retroceder en el tiempo, no para detener el continuo movimiento de avance de la vida, sino para deshacer su obra y acercarnos más a Dios encaminándonos a los orígenes del planeta que habitamos."

Enrique Lucio Eugenio Gaspar y Rimbau
El anacronópete


"Seré breve, porque cuantas más horas consuma más alargo la distancia que me separa del ayer adonde me dirijo. Seré vulgar, porque, sancionadas mis teorías por el mundo sabio, sólo me resta hacerme comprender de todos. Ello no obstante contestaré a cuantas objeciones se me hagan. Mi propósito, nadie lo ignora, es retroceder en el tiempo, no para detener el continuo movimiento de avance de la vida, sino para deshacer su obra y acercarnos más a Dios, encaminándonos a los orígenes del planeta que habitamos. Pero para explicar cómo se deshace el tiempo, es preciso que antes sepamos de qué se compone éste. Procedamos con orden. Dios hizo el cielo y la tierra: aquél oscura; ésta en la forma caótica. Después dijo: «Sea hecha la luz», y la luz quedó hecha. Tenemos pues al sol flotando en la bóveda celeste y al orbe suspendido en el espacio por la atracción solar. Cualquiera sabe, desde que Galileo demostró el principio de la rotación de la esfera, que el mundo se mueve; pero lo que no ha dicho la ciencia todavía, es por qué la tierra al girar verifica su movimiento de occidente a oriente en vez de hacerlo a la inversa; y esto es lo que voy a exponer como base de mi sistema anacronopético."

Enrique Lucio Eugenio Gaspar y Rimbau
El anacronópete
Tomada del libro Viajes inexplicables de Chris Aubeck y Jesús Callejo, página 177








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