Fina García Marruz

Al despertar...

Al despertar 
uno se vuelve 
al que era 
al que tiene 
el nombre con que nos llaman, 
al despertar 
uno se vuelve 
seguro, 
sin pérdida, 
al uno mismo 
al uno solo 
recordando 
lo que olvidan 
el tigre 
la paloma 
en su dulce despertar.

Fina García Marruz



Ama la superficie casta y triste

"Sé el que eres" 
Píndaro

Ama la superficie casta y triste
Lo profundo es lo que se manifiesta
La playa lila, el traje aquel, la fiesta
pobre y dichosa de lo que ahora existe

Sé el que eres, que es ser el que tú eras,
al ayer, no al mañana, el tiempo insiste,
sé sabiendo que cuando nada seas
de ti se ha de quedar lo que quisiste.

No mira Dios al que tú sabes que eres
-la luz es ilusión, también locura-
sino la imagen tuya que prefieres,

que lo que amas torna valedera,
y puesto que es así, sólo procura
que tu máscara sea verdadera.

Fina García Marruz



Cine mudo

"No es que le falta
el sonido,
es que tiene
el silencio."

Fina García Marruz



Cómo ha cambiado el tiempo...

Amigo, el que yo más amaba, 
venid a la luz del alba 

Cómo ha cambiado el tiempo aquella fija 
mirada inteligente que una extraña 
ternura, como un sol, desdibujaba! 
La música de lo posible rodeaba tu rostro, 
como un ladrón el tiempo llevó sólo el despojo, 
en nuestra fiel ternura te cumplías 
como en lo ardido el fuego, y no en la lívida 
ceniza, acaba. Y donde ven los otros 
la arruga del escarnio, te tocamos 
el traje adolescente, casi nieve 
infantil a la mano, pues que sólo 
nuestro fue el privilegio de mirarte 
con el rostro de tu resurrección.

Fina García Marruz


Cuando el tiempo ya es ido, uno retorna...

"Cuando el tiempo ya es ido, uno retorna 
como a la casa de la infancia, a algunos 
días, rostros, sucesos que supieron 
recorrer el camino de nuestro corazón. 
Vuelven de nuevo los cansados pasos 
cada vez más sencillos y más lentos, 
al mismo día, el mismo amigo, el mismo 
viejo sol. Y queremos contar la maravilla 
ciega para los otros, a nuestros ojos clara, 
en donde la memoria ha detenido 
como un pintor, un gesto de la mano, 
una sonrisa, un modo breve de saludar. 
Pues poco a poco el mundo se vuelve impenetrable, 
los ojos no comprenden, la mano ya no toca 
el alimento innombrable, lo real."

Fina García Marruz


¿De qué silencio eres tú silencio?

"¿De qué silencio eres tú silencio?
¿De qué voz, qué clamor, qué quién responde?
Abismo del azul, ¿qué hacemos en tu seno,
hijos de la palabra como somos?
¿Qué tienes tú que ver, di, con nosotros?
¿Cómo si eres ajeno, así nos tientas?
¿Habría sed de no haber agua cierta?
¿O quién vistióme de piedad los ojos?
¿Puedo poseer, pequeña, don inmenso
que faltase a los cielos y a las aguas?
Y él ¿podría morir, sobreviviendo
menor que él, todo el fulgor del cielo,
quedar la tierna luz indiferente
al fuego que, irradiando, ha suscitado?"

Josefina García-Marruz Badía, conocida artísticamente como Fina García Marruz


Del tiempo largo

"A veces, en raros
instantes, se abre, talud
real y enorme, el tiempo
transcurrido.
Y no es entonces
breve el tiempo. Como el pájaro
al elevarse abarca con sus alas
un diminuto pueblo o costerío,
la inmensidad de lo vivido arrecia,
y se mira remoto el ayer próximo,
en que el pico ávido bajaba
en busca de alimento.
¡Qué eternidad
de soles ya vividos! ¡Y qué completa
ausencia de nostalgia! Para crecer
se vive. Para nacer de nuevo
y rehacer la mala copia original.
Para crecer, se sufre. No se quiere
volver atrás, ni tan siquiera al tiempo
rumoreante de la juventud.
Que no para que el rostro
luzca lozano y terso se ha vivido.
No para atraer por siempre con el fuego
de la mirada, no con el alma en vilo,
por siempre se ha de estar.
De cierto modo
la juventud es también como una cierta
decrepitud: un ser informe,
larva, debatíase, qué peligrosamente
amenazado. Se vivió. se salió,
quién sabe cómo, del hueco,
de la trampa:
valió el otro
del bosque de la vida, el pleno encanto
de los claros del sol entre lo umbrío
para pagar su precio: lo tanto
costó poco; poco el sufrir inmenso
para esta dádiva: al rostro
orne la arruga como el pecho la cinta coloreada
de un guerrero
o como al niño la medalla premia
por la humilde labor.
Como el avaro
el peso de un tesoro, encorva
la espalda anciana el peso
del vivir.
Mas ya, arriba,
a la salida, ya, se mira
hacia atrás sonriendo, renacido,
como agrietada cáscara el polluelo,
ya se van desligando las amarras,
del extraño navío, y como novio trémulo
locamente lo incierto hace señales.

costó dolor, muerte costó, la vida.
Y al tiempo, breve o largo, siempre corto,
como el relámpago del amor, se le mira
ya sin recelo ni amargura
como a las heridas de la mano, en el arduo
aprender de su oficio,
contempla el aprendiz.

Bella es toda partida."

Josefina García-Marruz Badía


La noble Habana

"¿Por qué, Señora, 
el aire, el desafío,
pierna y botín robustos
y pecho de paloma?

¿Por qué, conquistadora,
sobre los raros farallones
de desiguales ángulos
te empinas, desdeñando
abajo el foso oscuro de las aguas?

Castillo de la Fuerza,
Giraldilla,
tu donaire y victoria.

¿Será por eso el acierto
de la profunda gracia del tamaño,
torneado y breve, combado
como jarra, hospedera?

¿Qué sabes tú, Señora
de la Gran Llave,
apoyada en tu propia apertura
a los golfos abiertos?

¿Será lo abierto tu secreto,
noble Habana, Señora,
tu breve corpulencia,
tan graciosa,

tendrá por eso ese perfil de ave
-el pie bien afincado-
y ese ligero aire
fanfarrón?"

Fina García Marruz



Los extraños retratos

"Ahora que estamos solos,
infancia mía,
hablemos,

olvidando un momento
los extraños retratos
que nos hicieron.

Hablemos de lo que tú y yo,
por no tener ya nada,
sabemos.

Que esta solitaria noche mía
no ha tenido la gracia
del comienzo,

y entré en la danza oscura de mi estirpe
como un joven tristísimo
en un lienzo.

Mi imagen sucesiva no me habita
sino como un oscuro
remordimiento,

sin poder distinguir siquiera
qué de mi pan o de mi vino
invento.

En el oscuro cuarto en que levanto
la mano con un gesto
polvoriento,

donde no puedo entrar, allí me miras
con tu traje y tu terco
fundamento,

y no sé si me llamas o qué quieres
en este mutuo, extraño
desencuentro.

Y a veces me parece que me pides
para que yo te saque
del silencio,

me buscas en los árboles de oro
y en el perdido parque
del recuerdo,

y a veces me parece que te busco
a tu tranquila fuerza
y tu sombrero,

para que tú me enseñes el camino
de mi perdido nombre
verdadero.

De tu estrella distante, aparecida,
no quiero más la luz tan triste
sino el Cuerpo.

Ahonda en mí. Encuéntrame.
Y que tu pan sea el día
nuestro."

Josefina García-Marruz Badía


"No hay nada más parecido al Apocalipsis que los titulares de la prensa de hoy: inundaciones nunca vistas, terremotos, guerras, la miseria apoderada de medio planeta; los cuatro Jinetes, en fin… Pero no te olvides de que el Apocalipsis termina bien. Cristo dijo: “cuando vean que suceden estas cosas, sepan que el reino de Dios está cerca.” Reino que habría de empezar en la tierra, no extraña a ella, ya que enseñó el “Venga a nosotros tu Reino”. Ya en nuestra América empiezan a surgir fuerzas que están tratando de encontrar una solución a la ambición imperial, y aun en los propios Estados Unidos -antes de que se acabe el mundo. La catástrofe ecológica alcanzaría por igual a todos."

Fina García Marruz



No, no, memoria del pasado día...

"No, no, memoria del pasado día
vengas sobre este sol y césped santo.
No vuelva yo a invocar refugio tanto
de lo que así se crece en despedida.


Quédeme tu intemperie y mi porfía
de caer, de volver de nuevo a alzarme,
no la raída pasamanería
que alza mi polvo y que tu luz deshace.


No me hartes de mí que hartazgo tanto
no soporta mi poca luz vencida.
Mas mi ayer fue tu hoy: no halle quebranto.


Volver a lo pasado no es mi ruego…
¿Pero y aquel aroma de la vida?
Retenga su promesa, no su fuego."

Josefina García-Marruz Badía



Nociones elementales y algunas elegías

"Ah, sabias cucharas,
tenedores de madera, nobles jarros,
aprenda vuestras texturas,
vuestras fieles y viejas amistades
con el fuego de la tarde
y los aposentos más íntimos de la casa,
ah, mis sobrevivientes,
os miro, extrañamente consolada
por esa fidelidad que nos olvida."

Fina García Marruz


"[…] poeta mayor es aquel que tiene ojos para ver la gloria. Es esto lo que rinde la final superioridad de un Darío frente a un Neruda, no obstante ser él a su vez un gran poeta. La superioridad de un Rimbaud vidente frente a un Baudelaire amargo o un Nerval secreto. Es quizá lo único que echamos de menos en el amadísimo Vallejo. La sospecha de que el sufrimiento no sea, quizá, lo más profundo, no obstante su atronadora evidencia rodeándonos."

Fina García Marruz



Sarcófago de los esposos

Sosteniendo las copas
invisibles,
familiarmente, eternamente juntos
en el lecho
de la fecundación y de la muerte,
serenamente lúcidos
y sonreídos
(con un "sorriso triste", como dijo
el niño a la maestra que indicaba
con tímida dulzura tanta gloria),
vosotros lo afirmáis hermosamente:
No sólo el imposible
amor,
también las nupcias consagradas
vencerán a la muerte.

Gracias,
esposos grávidos, etruscos no,
celestes,
brindando por nosotros.

Fina García Marruz



Toma mi mano

"Toma mi mano,
hazme sentir que estás cerca
en la novedad de esta hora
en que mi mano es nueva en tu mano,
y es mi mano porque tú la tomas
y mi pecho ha quedado silencioso como ella, anhelante,
en el banco arrobado, suspendido por todas las estrellas."

Fina García Marruz






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