Renato Fucini

"El día del Juicio Universal, para los amalfitanos que suban al Paraíso será un día como todos los otros."


LA TIERRA Y EL HOMBRE

El hombre de la tierra: - ¡Oh madre, oh grande, o bien,
¡Oh, madre generosa, que me de su seno
Todos nutrii y se basó en mí;
Y todo, a cambio, te di mi vigor
Para fecundarte.

O viejo y encorvado y lleno de hastío,
¿Cuál es, o de la madre, le puedo dar? Pregunte.-
El hombre de la tierra, abriendo un hoyo de ancho:
-Ven, dame los huesos.- 

Renato Fucini



MÁS DE UN RANGO

Pidió el ventilador con un archimandrita conducto:
Dime, ventilador, ¿que es la vida?-
Y el ventilador, con resortes de influencia:
-Todo es viento, viento, viento, viento...

Renato Fucini


NUBES NOCTURNAS

O las nubes blancas que pasan
Silencio bajo un cielo estrellado,

A partir de ese deseo, vagando por las ovejas,
Para las praderas del cielo te trajo?

- Se fue y sigue... Poco se sabe:
Siam rocío, y estamos a la tormenta;

Nos guiará el viento, que chiniam la cabeza
Y, sobre la base dov'ei, vamos, vamos, vamos... 

Renato Fucini


"Se halla situado sobre la grupa de una montaña con forma de silla de montar, distante unos seis kilómetros de Avellino, y se trata del pintoresco pueblo de Mercogliano, históricamente conocido por el doloroso recuerdo de la masacre que perpetraron unos soldados del infeliz general Championnet en la oscura fecha de 1799 y también hallaron la muerte en ese lugar los oficiales napolitanos Morelli y Silvati, los cuales se habían reunido en ese emplazamiento para ayudar a los carbonarios y fueron víctimas de una breve lucha en medio de innumerables disparos en la plaza que hoy honra su memoria con su nombre. Es imposible ponderar la cantidad de sangre manada por la buena gente en Italia por causa de ese infame canalla. Pero obviemos este triste receso y prosigamos con Badia di Montevergine, que se encuentra justo encima de la cota del pico de granito que vela por Mercogliano. Su historia y su leyenda también han dejado su remarcable impronta.
Desde esa cúspide, desde la vetusta Mona Virgilianus, donde en tiempos paganos había sido consagrado un templo a la diosa Cibeles, fue alzada una iglesia cristiana y allá por el año 1497 se trasladó allí el cuerpo de San Gennaro, en un acto solemne presidido por el egregio Cardenal Caraffa en honor del protector de la por aquel entonces proclamada ciudad, haciéndolo coincidir con la famosa leyenda del frasco que contenía la sangre de Virgilio y que propiciara el levantamiento del monumental palacio de la ciudad en torno a la Porta Capuana."

Renato Fucini escribía bajo el pseudónimo literario Neri Tanfucio
Nápoles a simple vista









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