Diego Gómez Manrique

A una dama que iva cubierta

El corazón se me fue
donde vuestro vulto vi,
e luego vos conocí
al punto que vos miré;

que no pudo facer tanto,
por mucho que vos cubriese
aquel vuestro negro manto,
que no vos reconosciese.

Que debajo se mostraba
vuestra gracia y gentil aire,
y el cubrir con buen donaire
todo lo manifestaba;

así que con mis enojos
e muy grande turbación
allá se fueron mis ojos
do tenía el corazón.

Gómez Manrique



"Así por letras suyas a mí enviadas como por otras que envió al muy magnífico señor conde don Enrique, mi tío, con tanto afinco, que vista la dilaçión que yo daba, a la postre me hobo de enviar a la çibdad de Ávila, donde a la sazón estaba, un secretario suyo con esta mesma demanda, y tanto me aquexó que, de vergüeña suya, hobe de posponer la mía. E delibrando de complir su mandamiento, fize buscar por los suelos de mis arcas algunas obras mías que allí estaban (como ellas mereçían) e procuré de haber otras de otros, mal conoçedores de aquellas, que las tenían en mejor lugar. E así començé a fazer una copilaçion dellas; mas, después de fecha, acordándoseme de un refrán que dize "no hay mayor neçedad que la que pareçe escrita", desque vi tantas ayuntadas, delibré de perder la vergüença a su real señoría por no envergonçar a mí."

Gómez Manrique



Canción (Con la beldad me prendistes...)

Con la beldad me prendistes,
con la gracia me robastes,
con la bondad me feristes,
al punto que me mirastes.

De la prisión no recelo,
que de mi grado será,
ni por el robo me duelo,
pues en tal lugar está;

mas del golpe que me distes
con la bondad que mostrastes,
el más triste de los tristes
para siempre me tornastes.

Gómez Manrique


Canción para callar al niño

Callad vós, Señor,
nuestro Redentor,
que vuestro dolor
durará poquito.
Ángeles del cielo,
venid dar consuelo
a este moçuelo
Jesús tan bonito.
éste fue reparo,
aunque él costó caro.
de aquel pueblo amaro
cativo en Egito.
este santo dino,
niño tan benino,
por redimir vino
el linaje aflito.
Cantemos gozosas,
hermanas graciosas,
pues somos esposas
del Jesús bendito.

Gómez Manrique



Con las revueltas de hogaño
está mi pluma distrata,
que las horas y candelas
que se gastaban leyendo
agora gasto poniendo
rondas, escuchas y velas

Gómez Manrique



La representación del nacimiento de Nuestro Señor
(fragmento)

Adorote, rey del cielo,
verdadero Dios e Hombre;
adoro tu santo nombre,
mi salvación e consuelo.
Adorote, fijo e padre,
a quien sin dolor parí,
porque quisiste de mí,
hacer de sierva tu madre.
Bien podré decir aquí
aquel salmo glorioso,
que dice, fijo precioso,
cuando yo te concebí;
que mi ánima engrandece
a ti, mi solo Señor,
y en ti, mi Salvador,
mi espíritu florece.
Mas éste mi gran placer
en dolor será tornado,
pues tú eres enviado
para muerte padecer
por salvar los pecadores,
en la cual yo pasaré,
non menguándome la fe,
innumerables dolores.
Pero mi precioso prez,
fijo mío muy querido,
dame tu claro sentido
para tratar tu niñez
con debida reverencia,
e para que tu pasión
mi femenil corazón
sufra con mucha paciencia.

Gómez Manrique




Nobles discretos varones
que gobernáis a Toledo,
en aquestos escalones
desechad las aficiones,
codicias, amor y miedo.
Por los comunes provechos
dexad los particulares.
Pues vos fizo Dios pilares
de tan riquísimos techos,
estad firmes y derechos.

Diego Gómez Manrique




"Oí desde mi moçedad en el escuela de uno de los más famosos maestros que, commo vuestra merçed bien sabe, hobo en nuestros tiempos, que fue mi señor e mi hermano don Rodrigo Manrique, maestre de Santiago, digno de loable memoria. Allí aprendí a sofrir peligros y trabajos y nesçesidades juntamente... y esto no podré dezir que haya fecho en el estudio de las sçiencias ni del arte de la poesía, porque yo estas nunca aprendí nin tove maestro que me las mostrase, de lo qual las mesmas obras mías dan verdadero testimonio, y aun non valgo más por ello. Que, commo quiera que algunos haraganes digan ser cosa sobrada el leer y saber a los caballeros, commo si la caballería fuera a perpetua rudeza condepnada, yo soy de muy contraria opinión, porque a estos digo yo ser complidero el leer e saber las leyes e fueros e regimientos e gobernaçiones de los pasados que bien rigieron e gobernaron sus tierras e gentes, las fazañas e vidas e muertes de muchos famosos varones que vida virtuosa vivieron e virilmente acabaron... No solamente es complidero, mas [es] nesçesario saber las difiniçiones de la prudençia para regir, de la justiçia para tener sus pueblos e gentes en paz, de la temprança para los comportar, de la fortaleza para los defender; y si justo caso lo ofreçerá, para los acreçentar, inquiriendo fama e provecho despojado de tiranía..."​

Gómez Manrique



Sentimiento de partida

Yo parto de vos, doncella,
fuera de mi libertad;
yo parto con gran querella
de vuestra pura bondad.

yo parto con gran tormento
por esta triste partida,
e llevo tal pensamiento
que fará corta mi vida.

Yo parto con gran dolor
por ir de vos apartado:
yo parto muy amador
de vos, que voy desamado.

Yo parto en vuestra cadena
de que no cuido salir,
e llevo tan cruda pena,
que no vos la sé decir.

Yo parto mucho contento
de vuestra gentil figura;
yo parto bien descontento
de vuestra poca mesura.

Yo parto, mas non se parte
siempre de vos mi pensar;
e lievo la mayor parte
de dolor y de pesar.

Yo parto porque me alejo
el más triste que me vi;
yo parto, mas con vos dejo
la mayor parte de mí.

Yo parto triste porque
vuestro mirar me robó,
e lievo por buena fe
gran quexa de vuestro no.

Yo parto porque me aparta
la mi no buena fortuna;
yo parto con pena farta
sin esperanza ninguna.

yo me parto de miravos
con dolor muy dolorido,
e lievo de bien amarvos
prosupuesto no fingido.

Fin

No quiero más enojarvos,
mas por merced yo vos pido
que vos plaga recordarvos
de cuén triste me despido.

Gómez Manrique









No hay comentarios: