Gaito Gazdánov

"A mí me interesaba todo lo relacionado con ella y hubiera querido saber cómo había transcurrido su vida hasta nuestro encuentro.
En verdad, ella tenía una especie de lentitud psíquica que no parecía concordar ni poco ni mucho con la rapidez y la precisión de sus gestos, la firme seguridad de su andar o la prontitud de sus reflejos físicos. Sólo en las circunstancias que requieren la reunión y la actuación simultánea de las partes espiritual y material —en el amor, por ejemplo—, se rompía la armonía, en cualquier otro caso perfecta, de su ser. En ese quiebre accidental parecía haber algo que la hacía sufrir. Quedaba justificada por completo la sensación de falta de unidad que producía el ver reunidas en una misma cara una frente de línea tan pura y una boca de sonrisa tan sensual. Existía un divorcio indiscutible entre su cuerpo y su alma, y ésta se arrastraba con lentitud y dificultad, remolcada por su envoltura carnal. Si hubiera podido verse libre de esa cadena, sin duda habría sido dichosa. Amarla exigía un esfuerzo constructivo incesante. Jamás hacía nada para provocar una u otra reacción, nunca se preocupaba del efecto que podían producir en función de ella misma; su actitud frente a otro sólo podían determinarla y definirla tanto una atracción fisiológica tan irreprimible como la necesidad de comer o de dormir, como una especie de necesidad psíquica parecida a la que experimenta la mayoría de los seres humanos, pero en ningún caso ella había hecho nada que no fuese exigido por el deseo, por la afición suya de ese momento. Los deseos de los demás no le importaban más que en la medida en que podían coincidir con los de ella. Casi desde el principio me asombré al ver lo poco que le preocupaba lo que pudiera pensar de ella su compañero. Le gustaban, con devoción fría y decidida, las sensaciones peligrosas y fuertes."

Gaito Gazdánov
El espectro de Alexander Wolf



“Al igual que en momentos de mi pasado, no podía contemplar más que durante cortos espacios de tiempo y desde fuera aquel ambiente en el que me veía obligado a existir, como si no fuera yo quien vivía todo aquello.”

Gaito Gazdánov



“Escúchame, en el futuro próximo te tocará ver muchas indignidades, verás cómo matan gente, cómo los cuelgan, cómo los fusilan. Nada nuevo, nada importante, ni demasiado interesante. Pero, mira lo que te aconsejo: no te conviertas en un hombre de convicciones, no saques conclusiones, no juzgues y procura ser lo más discreto posible. Y recuerda que la mayor felicidad en la tierra es pensar que has comprendido algo, aunque sea poco, de la vida que te rodea. No comprenderás nada, sólo te parecerá que lo comprendes, y cuando lo recuerdes, pasado el tiempo, comprenderás que lo habías entendido incorrectamente. Es más, al cabo de un año o de dos te convencerás de que te has equivocado por segunda vez. Y así indefinidamente. Y sin embargo, es lo más importante y lo más interesante de esta vida.”

Gaito Gazdánov



"He muerto. Durante mucho tiempo busqué las palabras para describir lo que ocurrió y, convencido de que ninguno de los términos que conocía y solía usar servían para definirlo, finalmente opté por uno asociado con lo que parece el territorio menos impreciso: la muerte. Dejé de existir un mes de junio, por la noche, durante uno de los primeros años de mi estancia en el extranjero. No obstante, eso no era menos inexplicable que el hecho de que yo fuese la única persona que conocía esa muerte, y también el único testigo. Me veía a mí mismo en las montañas: con la absurda e invariable urgencia característica de los acontecimientos en los que las reflexiones personales del individuo por algún motivo dejan de tener importancia, me encontraba en la tesitura de escalar una pendiente alta y casi vertical."

Gaito Gazdánov
El retorno del Buda




“Ingresé en el Ejército Blanco porque me encontraba en su territorio, porque era lo correcto; y si en esa época Kislovodsk hubiera estado ocupado por el ejército rojo, sin duda hubiera ingresado a éste.”

Gaito Gazdánov


“Los sentimientos más maravillosos, más penetrantes que había experimentado en mi vida, se los debía a la música.”

Gaito Gazdánov
Una noche con Claire



“Y el tiempo no tenía poder sobre estas cosas, o la forma en que permanecían en mí, y podrían haber sido las únicas cosas a las que pudiera agarrarme en un mundo que desaparecía y cambiaba constantemente, que crecía con el paso del tiempo, convirtiendo en desiertos sin fin ciudades y países enteros, así como un número imposible de personas a las que nunca volveré a ver.”

Gaito Gazdánov










No hay comentarios: