Mempo Giardinelli

“Ahora estaba convencido de que era capaz de muchas más acciones que las que antes suponía. Un hombre en el límite es capaz de todo. Y él había llegado al límite.”

Mempo Giardinelli
Luna caliente



"Ahora, más que nunca, vamos a necesitar la lectura.."

Mempo Giardinelli



"… comprendí que la muerte puede ser, también, una larga conversación silenciosa con uno mismo, una múltiple sonoridad acuática, una profusión de monólogos propios y ajenos, eternos, repetidos, pero siempre originales. Como el arte. Y me sentí muy bien."

Mempo Giardinelli



"De la lectura depende la construcción del lenguaje y la construcción del ciudadano.."

Mempo Giardinelli



"Era un pusilánime. Hasta se sintió vulgar, despreciable, porque apenas la espiaba de reojo, como un voyeurista adolescente que miraba calzones en los tendederos y se masturbaba imaginándose los contenidos. Cerró los ojos con fuerza, y terminó el cigarrillo fastidiado consigo mismo, nervioso y ya casi convencido de que la batalla estaba perdida. Pero, ¿por qué? Si él tenía el sexo hecho un monumento al acero de doble aleación, y sabía muy bien cómo manejar a semejante muchacha, y la colocaría así, y le besaría aquí, y la acariciaría allá, y otro poquito así, y ay, a medida que se imaginaba todo, y la veía desnuda, encandilado por el brillo incomparable (seguro, debía ser así) de su sexo profundo, negro, vertical y jugoso como durazno de estación, a medida que fantaseaba se turbaba más pero también se dolía porque empezaba a pensar, a darse cuenta de que esos pechos magníficos, esa piel oscura y brillosa y como bañada en aceite de coco, esas piernas monumentales como obeliscos paralelos, no serían para él. Le empezó a doler la cabeza. Cerró los ojos y se dijo que lo mejor era dormirse. Llegarían a Nueva York al amanecer."

Mempo Giardinelli
Puro erotismo


"He sido toda mi vida un animal lector."

Mempo Giardinelli


"La lectura es una batalla siempre por dar.⁣"

Mempo Giardinelli



"Otra resplandeciente mañana, Bruno Fólner lee detenidamente "El Sol del Chaco" y se da cuenta de que no saben nada. O eso parece, se dice, no hay ninguna nota o pista, ningún indicio. Sólo es cuestión de no volverme loco. Eso: en el acto se ratifica en que no va a volverse loco, porque aun suponiendo que no lo busquen, no puede admitir la posibilidad de que haya habido aceptación de su crimen. Ha buscado en Internet de mil modos, toda la mañana, y ningún diario, ningún portal, ninguna búsqueda por nombres dio resultados. Y sin embargo le cuesta creerlo. Todo quedó a la vista, razona, de manera que cuando encontraron el cadáver de Sarita necesariamente habrán descubierto todo lo que evidenciaba que fui yo quien adelantó su muerte, para decirlo con propiedad y suavemente.
Ahora lo que le queda es cruzar los dedos para que se olviden de él, o mejor, para que no lo busquen ni esperen. Eso es obvio, pero lo inquieta esa especie de silencio fáctico. Ha cerrado todas sus cuentas de correo electrónico, no quiere leer imeils para no depender de su propia ansiedad, e intenta convencerse de que no desea saber más, aunque quizás una cuenta debió dejar, o abrir una nueva, o no, para qué, mejor nones... No, no sabe, pero siempre es mejor no tomar decisiones apresuradas. Es uno de sus dogmas. Él está afuera del mundo ahora, y por bastante tiempo, mejor dicho todo el tiempo, una especie de para siempre. Sé muy bien que es egoísta y jodido todo esto, pero así es la cosa, los muchachos podrían pedirme explicaciones, requerir de mí, culparme porque más allá de justificaciones piadosas yo les maté a la madre. Carajo, qué hijo se banca eso. O sea, un lío. Mejor terminar la novela que he empezado y hacerla llegar a la Agencia. Un pdf desde cualquier hotmail o yahoo trucha y chau. Ellos sabrán qué hacer y luego si hay algo que pagar, lo cobrarán los chicos. Para eso dejé todos los poderes en regla. Y basta de esto.
Pide un té con limón que le trae Laurinha con su chas—chas, chas—chas y sus tetitas turgentes bajo la camiseta. La mira con una sonrisa complacida, de vejete pícaro que ya no está para ciertos trotes, pero contento de darle gusto al ojo y convencido del efecto mágico de la literatura. O eso cree, o quiere creer: anclarse en la escritura y clausurar ciertas fantasías. Porque es claro que con Laurinha en pelotas sería capaz de revivir en plenitud al que fue. Sesentón pero no muerto, se dice y sonríe. Viejo verde, quieta esa mano.
Mañana de querer creer, Bruno."

Mempo Giardinelli
La última felicidad de Bruno Fólner


"Para hacer de una persona lectora, hay que inducirla a una práctica constante⁣."

Mempo Giardinelli


"Quizá eso era el machismo, ese segundo de espanto que sentimos cuando enfrentamos a la mujer. El instante de terror que nos produce reconocer su sensatez, su aparente fragilidad (lo que nosotros queremos ver como fragilidad), su intrínseca posibilidad de anclaje en una estabilidad que los hombres no tenemos."

Mempo Giardinelli
Luna caliente


"Tener conciencia de algo se trata de tener conocimiento de algo.."

Mempo Giardinelli



"Todo demócrata y pacifista convencido hace un culto del respeto al voto mayoritario, y éste es el caso. Pero todo resultado electoral es opinable y entonces a uno puede parecerle lamentable que tanta ciudadanía haya decidido votar en favor de lo que muchos juzgamos un “cambiemos” miserablemente mentiroso, que está cantado que significará un enorme retroceso en términos políticos, económicos, sociales, culturales, educativos, morales, de derechos humanos y de derechos civiles. Uno puede pensar también que muchos compatriotas votaron una vez más a los verdugos, los explotadores, los corruptos y los que embrutecen y engañan con música y globitos. Y se podrá debatir por qué lo hicieron, pero el hecho es que lo hicieron y hay que respetarlo. Porque el voto es el voto y es de canallas y fascistas deslegitimar la voluntad ciudadana."

Mempo Giardinelli




"Un décimo infierno también para los cobardes, los que academizan, los que escriben a sueldo, los que clausuran polémicas y pensamien­to, los sinceros de opereta, los transgresores de televisión, los televidentes adictos, los correctos de cartón, los que aplauden sobre la mesa y des­pués se tocan los huevos por debajo, los que son­ríen ante los poderosos, los genuflexos profesio­nales, los que siempre son funcionarios porque saben caer parados, los que siempre quedan bien y se las ingenian para tener un lugarcito donde calienta el sol, los que murmuran por lo bajo y los bien educaditos. Ya no hay esperanzas, éste es un país de borregos y desesperados.
No sé si queda claro: me importa un cuerno si les parezco resentido, psicópata o la mar en co­che. Me importa una poronga lo que piensen y quieran; lo que digo es que yo no admito ni per­mito que nadie me juzgue ni evalúe todo lo que hice, lo que hicimos a partir de aquel momento en que empezó esta historia, cuando con Gris de­cidimos matar a su marido. Un poco de respeto, señores, un poco de silencio por tanta tragedia acumulada. Un poquitín de discreción, vaya...
Y así pensando salimos de la ciudad y embo­qué el puente que va a Corrientes. Pensé que lo hacía sólo para tirar la faca y el atizador en el Pa­raná, desde lo más alto, es decir desde unos cien metros. Imposible encontrar nada que se arroje a ese río desde esa altura, por la profundidad que allí tiene y por la fuerza descomunal de las aguas. Jamás encontrarían las armas asesinas, me dije burlonamente. Que laburaran, que no les fuera fá­cil. Nada debía serle fácil a nadie, si dependía de mí, de nosotros. Y no lo iba a ser."

Mempo Giardinelli
El décimo infierno


"Un pueblo que habla poco, lee poco. Un pueblo que lee poco, no accede al conocimiento y está condenado a embrutecersey votar a sus verdugos."

Mempo Giardinelli







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