Ramón Gil Novales

"El idioma, todo idioma, tiene un peculiar ritmo, un rumor que corre subterráneo... pero que resulta de difícil entonación cuando se desea imitar."

Ramón Gil Novales



"En el hogar sube un fuego corto, cuyo reflejo endurece los rasgos de la anciana. Sus ojos, de azul claro, van del techo despintado y la araña robada de cristales a los viejos muebles con barniz lejano. Las mellas en la madera, se dice, son como sus cicatrices de muy adentro, zarpazo de los años. Abandona en la falda agujas y ovillo. Agudiza su mirada desdeñosa, altanera, en el anciano que está leyendo en un sillón de enfrente. Sus orejas grandes con dureza de sabañones, la crencha ridícula que apenas define un par de mechones, su apariencia de hombre gris, dócil, en derrota, no acuden al lugar que precisa su memoria. Nada le recuerda la prestancia de aquel muchacho en una mañana de mayo, nada su decisión temeraria, rompedora de hábitos sociales, al aproximarse a una desconocida, altiva, orgullosa de su categoría; después de tantos años aún le asombran sus ambiciosos proyectos, la confianza en su voluntad de hierro, el aplomo con que expresa su futuro logro, la reiterada promesa de mantener la posición de una muchacha asentada en un barrio nuevo, cuya hilera de torres pregona empaque, distinción y fortuna grandes. En el rostro del anciano, ahora tan apagado, ve cóleras repentinas, ruegos, quejas por la suerte adversa, excusas, pretextos e inciertas promesas. En ella subsiste la amargura; el roce diario, la costumbre, han dejado sin filo al rencor largamente alimentado. Tal vez el fracaso sea obra de ambos, piensa mientras contempla con un asomo de piedad la tristeza de aquellos ojos."

Ramón Gil Novales
El sabor del viento


"He vivido más fuera de Aragón que en Aragón, lo que pasa es que he ido viniendo. He tenido la suerte de que mi madre murió viejecica, y venía a verla, y de paso veía el paisaje, y oía hablar a los aragoneses; mi madre tuvo mucha importancia también en mi vocabulario. El idioma materno para uno es fundamental."

Ramón Gil Novales



"La figura malcarada, la enemiga ancestral del que escribe, siempre con el palo en alto, dispuesta a desbaratar cualquier iniciativa, la sintaxis. Sin su anuencia, sin su permiso, las frases se enmudecen y los párrafos se hacen humo. Aunar significados, hacer llegar lo que se quiere decir es lo más costoso del aprendizaje y se convierte en amenaza permanente en el oficio."

Ramón Gil Novales



"La guerra civil marcó la infancia de mi generación; casi todos los testigos hemos dejado la huella de la tragedia en los escritos."

Ramón Gil Novales




"Me llevé a cuestas mi tierra.. Aragón sigue recio con sus desgarros."

Ramón Gil Novales



"No ejerzo de aragonés; lo soy, simplemente."

Ramón Gil Novales



"Querido hijo: Sabrás por ésta que te envío que he recibido la tuya que no esperaba, y del alegrón me entró una congoja de viejo que soy al ver que te acuerdas de tu padre que hoy domingo está más solo que un hongo con el retrato delante que te hicieron en la mili, que por cierto maldita la falta que me hace para tenerte presente por lo mucho que te veo dentro de mí en todo instante y más de lo que te figuras. Antes de que se me olvide esta mañana ha venido a verme Lucas el de casa del Ventero, cuando estaba yo tomando una miaja de sol me lo tropiezo en la parada del autobús y llegaba con dos compañeros de la fábrica donde trabajaba, conque me los he llevado para casa y aquí se han tomado unas galletas con unos vasicos de vino, y el motivo era que te preguntase si allí en Alemania les puedes encontrar sitio que están muy apurados por una reunión que hicieron, y que se agarrarían a cualquier faena con tal de salir adelante, pues ya va siendo hora de que se hagan con algunas perras, y Lucas venga a hablar de ti que los otros dos me dijeron no conocerte, de las barrabasadas que hacíais de críos allá en el pueblo y los otros dos se reían a todo trapo de lo agudo que es este Lucas para contar aventuras y también para inventar trapazas. Mira si puedes echarles una mano hijo que te digo que lo pasan malísimamente, pues de resultas de la reunión los echaron de la fábrica y los tienen señalados, así que donde buscan en cuanto los amos miran los papeles les dan con la puerta en los morros. La pena es que yo no pueda estar contigo arrimando los dos el hombro otra cosa sería, además de no encontrarnos solos uno en cada punta del mundo y jornal doble para hacer bolsa pronto y enfilar para casa escapados, pero a mí quién me va a querer si en estos últimos tiempos me han exprimido como a limón estrujado y los pellejos ni para sopa sirven, o sea que por eso te recomiendo que para que no te ocurra otro tanto te espabiles y cuarto que cojas no lo sueltes sin que te prives de lo preciso, que aquí juntos se me ensancharía el corazón y nos las camparíamos bien y ni por asomo te sería un estorbo que ya conoces cómo soy y donde pudiera ayudarte ahí lo tienes sin que me lo pidas dos veces."

Ramón Gil Novales
Cuentos completos








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