Benno Hübner

“A los 17 años, decidí que quería ser Papa.”

Benno Hübner



"El que poetas, escritores, psicólogos, sociólogos, filósofos y hombres en general confiesen su tedio es más bien improbable. Más verosimilitud tiene el que el tedio/aburrimiento aparezca en tercera persona y quien escriba sobre él, científica o literariamente, se desaburra -más mal que bien- escribiendo sobre él. ¿Acaso no son los protagonistas de Beckett producto de la de-proyección, del tedio? ¿Y todos los antihéroes o héroes negativos o de la desesperación de Goncharov y Dostoievski de la Rusia del siglo pasado, y en Hemingway y John Dos Passos y en la literatura existencialista (Sartre, Camus, Moravia) hasta el noveau roman français (Queneau, Blanchot) y más allá? La ocultación y la anonimización del tedio pueden estar relacionadas con el estigma con el que estaban gravados en el cristianismo medieval el taedium vitae y la acedia, que eran considerados pecados capitales, un estigma, por cierto, que ha perdurado hasta nuestros días. Quien se aburre no sólo traiciona a Dios sino también a la sociedad y es considerado un vago, un parásito, un hombre pusilánime, malgastador de tiempo y decadente, adepto a la dolce vita o a la jet set mientras que -pero también esto se ha vuelto cuestionable con los cambios sociales- el luchador, el idealista y hombre trabajador son prestigiados socialmente, aquéllos, por lo tanto, que todavía se toman a pecho el "carpe diem" romano o renacentista, válido hasta nuestros tiempos y expresión de un concepto moral del tiempo."

Benno Hübner
El hombre de-proyectado


"El río Ebro, por fin, se implicará en la ciudad."

Benno Hübner


"Hay que matar al maestro. Fui alumno de Heidegger. No dejo de dar vueltas a la idea de que sí; en mi última obra escrita he conseguido asesinar a Heidegger."

Benno Hübner













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