Carlota Gurt

"Creo que tenemos un doble rasero para la soledad: o la consideramos como algo trágico, triste, aborrecible; o la consideramos como un síntoma de ineptitud social o de misantropía. Nos cuesta vivir en los grises, el blanco o negro es más práctico, porque le da un mensaje claro al cerebro para interpretar el mundo, para funcionar. Pero las cosas son más complejas: puede que alguien esté solo por misantropía y, a la vez, la soledad le resulte trágica; puede ser también que estemos felizmente solos sin que eso tenga una lectura negativa. Yo prefiero ir al cine sola que acompañada, y me encanta comer sola en un restaurante. La soledad no es eso. La soledad es más sutil, es una gota malaya de momentos que te van perforando el alma: una única gota no supone un problema, el problema viene con la sucesión de gotas."

Carlota Gurt



"Cuando escribo hablo conmigo misma, ordeno mis pensamientos, es como una manera de decirme algo a mí misma. Es como cuando estás hablando con alguien y dices algo que habías pensado, pero de lo que nunca antes habías hablado. Cuando te piden una opinión y tú la emites, la verbalizas e inmediatamente estás descartando las otras. Se concreta tu opinión, tu emoción. Terminé de escribir la novela y me divorcié. Y a veces pienso que, al final, este libro era como un ensayo para mi cabeza sobre mi divorcio. El libro no va sobre eso, no tiene nada que ver, pero creo que hay una reflexión sobre la propia vida a través de lo que escribes."

Carlota Gurt


“En general las mujeres se conocen mejor a sí mismas y son más inseguras que los hombres.”

Carlota Gurt


"La soledad en cierto modo es la sensación de que nadie sabe ni quiere saber quién eres."

Carlota Gurt




"... me dije, «Voy a escribir una novela, ¿de qué la voy a escribir?» Y como me veía un poco perdida, cogí como excusa Solitud, que es un clásico de la literatura catalana, para tener algo a lo que aferrarme en momentos en los que me perdiera, para tener una especie de guía. Resultó ser más una excusa narrativa. A partir de ahí, monté encima mis temas y lo que me mueve a mí, que al final son la soledad y la locura, un tema que me interesaba mucho tratar. Y tampoco es tanto una historia sobre la soledad, sino sobre lo que nos hace la soledad. La idea de que nos acaba transformando, de que estar solo te cambia, de que de una situación de soledad no sales igual, no sales indemne. Y esta novela trata de eso, de cómo cambia a una persona un cúmulo de soledades."

Carlota Gurt


"Para mí, lo cotidiano puede ser la base de la ficción tanto como lo puedan ser elementos más insólitos. No es, creo, una cuestión de trascendencia, si no de proximidad con la vida real."

Carlota Gurt



"Quan el camí s’ha endinsat al bosc, el vent m’ha començat a empènyer com si tingués pressa per fer-me arribar a la casa. He avançat sota una bogeria de núvols i fulles, flanquejada pels arbres sense ulls que m’havien vist néixer. Al retrovisor, només la gran polseguera que aixecava la meva màquina al seu pas. En aquest lloc, els cotxes són fàbriques de nebuloses que t’impedeixen veure el que vas deixant enrere i, amb cada sot, el món sencer trontolla.
A la fi, ha aparegut sobre el turonet, més petita i rònega del que recordava. Hauria volgut aparcar allà mateix i anar-hi corrents, amb els braços estesos, fins despullada, pujar descalça els quinze graons de pedra, però he vist la figura d’un home amb un gossot espellifat esperant-me a dalt de l’escala i m’he hagut de guardar l’esperit bucòlic per a un altre moment.
Era el Manel, esclar.
Ha vingut cap a mi afanyant-se, tot somriures, amb l’animal al darrere, capcot, lligat amb un cordill.
Amb prou feines havia baixat del cotxe que ha arrencat a xerrar i ja no ha callat.
Eres bonica com un pèsol, reina, ha repetit dues o tres vegades amb la mirada perduda de qui fa una afirmació de molta volada. Després ha començat amb allò de si no el recordava i que no m’assemblava gota a la mare, que si ells dos eren tan amics de joves, discurs que ha puntuat amb tot de picades d’ullet. Quina una, ta mare!, ha exclamat, i tot seguit enriolant-se i imitant el gest de brandar una vareta màgica en l’aire ha afegit: zub-zub."

Carlota Gurt
Sola


"Yo no escribo autoficción. Es indudable que cuando escribes metes siempre un pedazo de ti en el texto, de modo que en cierta forma todo tiene siempre algo de autoficción. La autoficción pura me interesa, pero también me cansa. Es como preguntar si te gustan las novelas epistolares: bueno, me puede gustar el género, pero siempre habrá obras buenas y obras malas. Seguramente abusamos de la autoficción, pero es inevitable: nos refleja como sociedad, como individuos que ya no sabemos quiénes somos y necesitamos explicarlo, explicarnos. Diría incluso que es un síntoma de la soledad en la que vivimos: la soledad en cierto modo es la sensación de que nadie sabe ni quiere saber quién eres, de ahí la necesidad de gritarlo, de escribirlo."

Carlota Gurt








 

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