Hermano Luc

"Mi presencia aquí no es necesaria pero puede ser útil. El 31 de enero de 1996 tendré 82 años, estoy enfermo de corazón y pulmones, pero mientras me quede un poco de vida, en un contexto difícil, me debo a los otros; por tanto no puedo dejar Tibhirine. “Venga tu reino”. No hay que buscar lo que es "suyo"."

Hermano Luc 



“Todavía estamos vivos. Así que tengo más de 80 (...) A mi edad, tengo que ver los acontecimientos de mi existencia sin amargura. Todos los días caminamos hacia el aniversario de nuestra muerte. En la superficie de nuestra vida, los acontecimientos se suceden como las olas, que ni modifican la profundidad del mar ni el sentido de nuestra vida, que siempre debe ser un camino hacia Dios.

A los 80 años, atravesamos un umbral lleno de misterios donde, como dice el Eclesiastés, las canciones son silenciosas, donde hay miedos en el camino.

Pero la Misericordia de Dios es infinita e inmenso su Amor. Por lo tanto se debe llegar sin temor a la otra orilla. Si no muero de muerte violenta, sino de enfermedad, querría que en mis últimos momentos se me leyera una página del Evangelio: el hijo pródigo. El que va hacia su Padre que le abre sus brazos… y que se me diera a beber una copa de champagne para decir adiós a la tierra, que es muy bella y a la que he amado tanto.”

Hermano Luc (Paul Dochier)
Carta a la familia, 12 de febrero de 1994

No hay comentarios: