Isaac Luria

“El mundo ya no necesita de elegidos virtuosos, Jaim Vital, a partir de nuestros días toda persona puede llegar a la espiritualidad.”

El Arí

"Rabí Jaim se fue a su alojamiento con gran desilusión y se vistió

con una túnica. El día entero ayunó, lloró y rogó a Dios que pusiera en el corazón del ARI el deseo de aceptarlo como discípulo.

Por la mañana fue a verlo e imploró con voz llorosa:

— ¡Acéptame como tu discípulo, si has venido realmente a este

mundo para enseñarme la Torá!

Entonces dijo el maestro:

— Tres largos meses esperé con ardiente deseo que vinieras a mí. No viniste y me causaste un gran dolor. De la fuente brota cada vez más agua

fresca y no hay allí vasija para recogerla. Por eso no debería aceptarte

entre mis discípulos, a causa de tu dureza de corazón. Pero tu arrepentimiento de ayer ha cambiado las cosas, de modo que te abriré todas las

puertas y te haré ver en todo su esplendor la luz de la Kábbalah.

Entonces rabí Jaim cayó al suelo y clamó:

— ¡Loado sea el Rey del universo!"

El Ari

No dejó escritos, su pensamiento se conoce por la obra de discípulos, como Hayyim Vital

“Títulos de honor no son el objetivo por el que vine al mundo, debo revelar al Creador, entender la fuerza que activa la realidad…”

Isaac Luria también conocido como ha-Ar o El Arí

'’Vendrá un tiempo en el que los científicos, en su búsqueda de la relación entre el hombre y el animal, intentarán considerar al mono como esa forma desde el cual el hombre evolucionó’’.

Rabbi Yitzchak Luria Ashkenazi Ben Shlomo

Árbol de la Vida, Puerta 42, Cap. 1